Verdad histórica, necesaria para entender el caso de corrupción de García Luna
COMPARTIR
Desentrañar la vida de Genaro García Luna nos permitiría entender mejor las sutilezas del pacto de impunidad entre las élites mexicanas y las complicidades entre las instituciones de seguridad de Estados Unidos y México.
En diferentes archivos encontré evidencia que me permite asegurar que al menos tres presidentes (Plutarco Elías Calles, Miguel Alemán y Luis Echeverría) protegieron a funcionarios corruptos que auspiciaban criminales. También localicé información sobre el entendimiento alcanzado entre instituciones de seguridad de México y Estados Unidos para encubrir ilegalidades. Ninguno de esos casos –que abordaré en otra ocasión– se le acerca en trascendencia a la biografía de García Luna.
En Nueva York dispensaron la verdad jurídica, está pendiente la histórica. Mientras la fiscalía mexicana averigua cuáles delitos cometió en México, necesitamos una visión integral de su gestión como funcionario; al estilo de lo que está haciéndose con las comisiones de la verdad para Ayotzinapa y la Guerra Sucia. Es decir, cómo interactuó y concilió simultáneamente las relaciones con Vicente Fox y Felipe Calderón, con las dependencias de seguridad de Estados Unidos y con los carteles mexicanos.
Sabemos que inició su carrera en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) donde tuvo cargos de medio pelo. Me dicen que pasó todos los exámenes de control de confianza (el polígrafo) y que en su expediente no aparecen indicios de irregularidades en su gestión. Aun así, es menester comprender esos años porque en 1999 su carrera dio un salto enorme.
En el sexenio de Vicente Fox llegó a la cabina de mando de la seguridad. El procurador Rafael Macedo de la Concha le encomendó planear la reestructuración de la Policía Judicial Federal y cuando lo hizo brincó a la Dirección General de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI). Ha sido imposible averiguar el monto de dinero manejado por la AFI, porque sus recursos están subsumidos en la PGR que ejerció un total de 108 mil millones de pesos (en pesos constantes de 2022).
Debe haber sido bastante porque en esos años afloró su gusto por los reflectores; quería hacerse una imagen de superpolicía emulando a Edgar Hoover, el legendario director del FBI. Con ese propósito pagó a Televisa 118 millones de pesos para que hiciera una telenovela sobre las glorias de la AFI y logró que Televisa y TV Azteca transmitieran “en vivo” la captura simulada de Florence Cassez e Israel Vallarta.
Todavía ignoramos por qué Felipe Calderón ignoró esos antecedentes y lo nombró secretario de Seguridad Pública. Fueron sus años de bonanza, pues la SSP gastó durante ese sexenio 341 mil 152 millones en pesos constantes de 2022 (17.4 miles de millones de dólares). Una fortuna inmensa.
Tampoco sabemos por qué Calderón ignoró las denuncias privadas y públicas sobre los nexos de García Luna con el crimen organizado. A su despacho llegaron el general Tomás Ángeles Dauahare, el expolicía federal Javier Herrera Valles, el expresidente del PAN Manuel Espino y Lydia Cacho; mientras que Anabel Hernández lo relató en 2010 (“Los Señores del Narco”). ¿Ordenó alguna investigación el entonces presidente? ¿Cuál fue el resultado? Un complemento indispensable para conocer los hechos son las revisiones que le hizo la Auditoría Superior de la Federación, un tema que abordaré en otra ocasión.
El último capítulo son sus años de empresario en Estados Unidos desde donde, según testigos, siguió trabajando para el Cártel de Sinaloa. ¿Por qué lo protegieron primero y luego lo abandonaron el FBI, la CIA y la DEA? En el episodio nueve del excelente podcast sobre el juicio elaborado por Peniley Ramírez y María Hinojosa hablan de un informante mexicano de alto nivel que le confió a Peniley haber escuchado en la DEA grabaciones de diálogos entre García Luna y un Beltrán Leyva. No las presentaron durante el juicio porque habían sido hechas sin la autorización de un juez. México necesita conocer toda esa evidencia sobre García Luna para desmontar las redes de complicidad.
El Presidente y la 4T han criticado la escandalosa tolerancia de los gobiernos de Fox y Calderón. Necesitamos una Comisión de la Verdad sobre el Caso García Luna que ayude a entender el empoderamiento criminal. Si no pueden darnos justicia, al menos ayúdennos a conocer la verdad.
Colaboraron Jorge Araujo Justo y Erika Giselle Delgadillo Martínez
TE PUEDE INTERESAR: Agravios