Vivimos una iniquidad fiscal en Coahuila

Las autoridades fiscales del estado y algunos municipios de Coahuila han lanzado, como lo hacen cada año por estas fechas por los medios de difusión, comunicados en el sentido de condonar una buena parte de las obligaciones tributarias a los contribuyentes que han incumplido con el pago de algunos gravámenes de los que son obligados.

Por una parte, el Gobierno del Estado de Coahuila ha puesto en marcha una campaña con el objetivo de que los automovilistas se actualicen con el cumplimiento de sus compromisos de carácter vehicular, ofreciendo rebajas como si fueran artículos comerciales con precios a rajatabla, situación que provoca el consabido enojo de aquellos contribuyentes que cumplieron con todas esas obligaciones desde principios de año.

TE PUEDE INTERESAR: Los dineros extraviados y el próximo rector de la UAdeC

De la misma forma, diversos municipios copian ese programa concediendo que aquellos que deben algún impuesto o derecho se acerquen a sus arcas públicas y los liquiden, y si están fuera de la fecha de vencimiento, los invitan a ponerse al corriente con solo depositar una moneda de un peso, generosidad por delante, por concepto de los recargos causados y así ya no estar en las lista de morosos.

Es claro que en la actualidad, el estado y los municipios coahuilenses carecen de recursos económicos para cumplir en su totalidad con los compromisos que están obligados a proporcionar a la ciudadanía, sin embargo con todo y eso, dan a entender que no les hace falta, por lo que considero que cometen injusticia y falta de respeto para todos los contribuyentes que enteran sus obligaciones fiscales en tiempo y forma.

Eso no se vale, pues con esas acciones emprendidas nos percatamos cómo actúan esas instancias oficiales, por lo que se podría pensar que estimulan a no pagar los gravámenes y esperar los últimos días del año que es cuando finalmente se condona una buena parte del débito.

Esa actitud de los entes oficiales tiene que ser muy complaciente, tomando en cuenta que sus aparatos administrativos de ejecución fiscal no son nada efectivos, y para no batallar premian a los incumplidos, acercando a los sujetos pasivos del pago de impuestos estatales y de derechos municipales, los cuales están sustentados en las leyes de la materia, cuyos recursos recaudados sirven para utilizarse honestamente, otorgando los servicios que requieren las ciudades para su desarrollo en todos los órdenes de la actividad pública que favorezcan a sus habitantes.

Señores autoridades estatales y municipales: realmente ¿cuál es el propósito de perder ingresos mediante las condonaciones aludidas?, ¿o no les importa? O es para que algún organismo nacional en sus evaluaciones publique en las estadísticas que el estado de Coahuila y sus municipios reflejan una productividad del cien por ciento en el cumplimiento de sus tareas de recaudación, pues es tan efectiva que todos los propietarios de vehículos cuentan con sus matrículas y licencias de manejo actualizadas, y que en los municipios el sistema de recepción del impuesto predial en sus cajas exactoras es tan positivo que no es necesario andar cobrándolo.

La justicia tributaria es condición para el desarrollo social, por lo que están prohibidas las desigualdades entre los que tributan bajo el principio de generalidad y obligatoriedad, pues de esa forma las autoridades “bienhechoras” disimuladamente hacen translúcida su cercanía con el populismo, tan de moda, constituyendo caso omiso de una rectitud que mandata la normatividad.

Es absurdo e injusto que el sujeto de un gravamen que cumple con sus obligaciones fiscales en tiempo y forma se encuentre en desventaja con los que incumplen con el fisco que son miles, pues estos son premiados con rebajas en sus pagos a finales de cada año, mientras que los que cumplen son contemplados a participar de una rifa que, en agradecimiento a su pago oportuno, tengan la posibilidad de hacerse acreedores de un premio, si es que tienen suerte.

Se lo digo EN SERIO.

franciscoaguirreperales@gmail.com

@aguirreperalesf