¿Por qué demonios todos se sienten amigos de los famosos?

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¿Cómo tomaste la muerte de Robin Williams? Si posteaste alguna sentida frase en tu Facebook lamentando su fallecimiento, puede que formes parte de un selecto grupo de personas
México, DF. Siempre que muere algún personaje destacado en el mundo ocurre lo mismo: resulta que en todas las latitudes del planeta aparecen sus más "leales" seguidores. Y claro, ellos de inmediato se encargan de gritarle al mundo su amor por el recién finado.
Un poco asqueada de escuhar la depresión general que ha causado la muerte del actor Robin Williams entre sus "allegados" en Facebook, quise enlistar aquellas cosas que resultan detestables cada vez que fallece un famoso. Sí, sé que existen muchos y verdaderos fanáticos pero hay otros que sólo buscan llamar la atención. ¿Por qué todo el mundo se siente amigo de los famosos?
- Se murió Robin Williams, pues le mando el pésame a su familia y lo publico en sus redes sociales porque seguro, aunque esté muerto, se va a enterar de mi profunda admiración por él y lo mucho que lamento lo ocurrido. Tal vez no vi ninguna de sus películas o vi sólo un pedazo pero puedo decir que influyó en mi infancia o que soy una mejor persona gracias a él, ¿verdad Sofía Castro?
- Falleció Gabriel García Márquez, pongo la foto que me tomé con él en uno de los eventos a los que logré colarme. El mundo tiene que saber que yo lo conocí, que compartimos espacio vital y que tenemos la misma visión del mundo.
- Pongo sus frases célebres en mi estado de Facebook sin corroborar si lo dijo o no el fallecido, si está en Internet debe ser correcto.
- Discuto con los "incultos" sobre la vida y obra del personaje en cuestión y lo defiendo como si fuera de mi familia. Es un grande entre los grandes, no puedo permitir que lo ofendan personas de escaso intelecto.
- Le dedico pensamientos cursis, incoherentes y con faltas de ortografía en redes sociales, porque su trabajo tocó mi vida y todos mis amigos de Facebook tienen que saberlo.
- Si el muerto es un escritor, al día siguiente de saberse la noticia llevo el libro a la escuela o la oficina y digo que por causalidad estaba releyendo su trabajo.
Sí, enterarnos de la muerte de alguien que cambió una pequeña parte del mundo con su trabajo es muy impactante, especialmente cuando su fallecimiento ocurrió trágicamente, pero no está bien dejarnos llevar por la "fiebre popular" y hacer cosas incoherentes sólo por llamar la atención o sentirnos más inteligentes que el resto.