"Somos Mari Pepa" de Samuel Kishi se presentó en la Berlinale
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El film, que se puede ver en la sección "Generation" del festival de Berlín, es la extensión del corto de 18 minutos del cineasta méxicano rodado en 2011.
Berlín, Alemania.- El directo rmexicano Samuel Kishi Leopo presentó hoy en la Berlinale "Somos Mari Pepa", una película sobre un grupo de adolescentes miembros de un grupo de punk rock y el "no futuro" de estos jóvenes una vez terminada la escuela.
La historia gira en torno a "Mari Pepa", el nombre de la banda formada por dos palabras: "Mari", en alusión a la marihuana y por "pepa", modo vulgar de llamar a la vagina. Entre ensayo y ensayo transcurre la vida de Alex y sus tres mejores amigos.
El film, que se puede ver en la sección "Generation" del festival de Berlín, es la extensión del corto de 18 minutos del cineasta méxicano rodado en 2011 y es "bastante autobiográfica", comenta a dpa el director de la película.
"Un día, mi hermano y yo estábamos hablando de nuestra fracasada banda de punk rock donde nadie nos iba a ver y donde no había chicas bonitas a quien impresionar. Solamente un amigo del barrio iba a vernos y empezamos a sacar anécdotas de nuestra fracasada banda de punk", explica sobre los orígenes de la película que acabó siendo una especie de "carta de amor" a su abuela, que enfermó en esa época.
Para el largometraje, Kishi Leopo utilizó los mismos jóvenes del corto para hablar de la juventud. "Lo que estaban viviendo ellos y lo que yo viví en esa época".
"Es la incertidumbre al crecer. El no futuro. ¿Qué va a pasar cuando seamos adultos? ¿De verdad vamos a ser estrellas del rock? ¿De verdad vamos a tener a la chica bonita? ¿Vamos a triunfar en la vida? ¿O va a suceder lo que es normal en la clase media mexicana, vivir el día a día, pelear para conseguir un trabajo, una renta, tener problemas económicos y solventarlos?, comenta.
La historia se basa en general en experiencias propias y de varios amigos del director. Desde las dificultades para encontrar una universidad desde que terminas la escuela, donde mucha gente se queda fuera, hasta los problemas para conseguir un trabajo con 16 o 17 años.
"Cuando estábamos haciendo la película todos empezaron a comentar que a ellos también les había pasado. Es una realidad", indica.
La película también muestra una empresa piramidal de venta de productos para mejorar la salud. Su propia madre, con dos carreras, acabó vendiendo maquillaje en una empresa de este tipo, donde primero compras el producto y luego lo vendes, porque no podía conseguir trabajo.
A diferencia de la mayoría de películas mexicana que se hacen en la capital, la historia transcurre en Guadalajara y Zapopan.
Sin ningún tipo de ayuda gubernamental, el equipo de la película tuvo que apoyarse en la gente del barrio. "La gente de alrededor nos ayudaba", recuerda sobre el ambiente en el rodaje. "Una de las ideas era esa: si bien está jodido el futuro, nos tenemos a nosotros para apoyarnos", agrega sobre su proyecto que se filmó en 2012.
La cinta te sumerje en el mundo de Alex, un joven mexicano que vive solo con su abuela y que es un fan de Iron Maiden, Iggy Pop y Los Ramones. Junto a sus tres amigos Rafa, Moy y Bolter se preparan para participar en una "lucha de bandas" para la que tienen que acudir con dos temas originales.
La música juega así un papel importante en la cinta, donde se mezcla el punk con boleros tradicionales, toda ella obra del director y de su familia.
"Como no teníamos dinero para los derechos, pues entre mi abuelo, mi hermano y yo escribimos hasta unos boleros y encontramos a un cuarteto de boleros que se llamaban Los Flamingos, que nos regalaron una canción", indica.
"Sabíamos que no íbamos a hacer una obra maestra, pero queríamos hacer algo muy honesto y con mucha energía. Lo llamamos el cine de la energía", agrega.
El cineasta mexicano espera que su primer largometraje tenga su estreno comercial en septiembre en México.
Por Almudena de Cabo/DPA