Colin Farrell aprovecha más el tiempo tras dejar el alcohol
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"Cuando nació mi hijo me dije a mí mismo que no iba a cambiar. Que trataría de ser su amigo. ¿Crees que un pu** drogadicto de 28 años es el amigo que necesita un niño? De verdad, en esos años me encontraba totalmente desorientado", explicó.
El actor estadounidense se encuentra completamente recuperado de la adicción a la bebida y a las drogas que estuvo a punto de truncar su carrera en la década pasada. Tras su paso por rehabilitación en el año 2006, el artista no ha vuelto a coquetear con esas sustancias y ahora se da cuenta del tiempo que desperdiciaba durante esos tormentosos años.
"Creo que ahora tengo ocho horas extra al día que antes malgastaba. Antes me pasaba 18 horas bebiendo, todos los días. En serio, es cierto. Ahora siento que he recuperado el tiempo perdido, y la sensación que eso deja es simplemente genial", confesó a la revista Details.
Aunque el intérprete ha logrado dejar atrás esa etapa de su vida, todavía se avergüenza al recordar la escasa fuerza de voluntad que demostró tras el nacimiento de su hijo James en el año 2003, cuando se negó en rotundo a cambiar su estilo de vida.
"Cuando nació mi hijo me dije a mí mismo que no iba a cambiar. Que trataría de ser su amigo. ¿Crees que un pu** drogadicto de 28 años es el amigo que necesita un niño? De verdad, en esos años me encontraba totalmente desorientado", explicó.
Otro de los negativos efectos que el alcoholismo tuvo en su comportamiento diario tenía que ver con su capacidad para mentir, un hábito que ejercía constantemente para no preocupar a sus seres queridos y proyectar estabilidad de cara al público.
"No había día en que no soltara una sarta de mentiras. Al principio lo hacía para no preocupar a mi familia, pero luego se convirtió en un hábito. Lo hacía sin razón alguna, y llegó hasta un punto en que creía vivir en un mundo de fantasías que yo me creaba. Toda mi vida era una mentira, una mentira que yo mismo extendía para cubrir mis adicciones", concluyó.
