Nicole Neumann emplea el poder del sexo

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/ 22 septiembre 2015

La rubia modelo argentina sabe cómo y cuándo manejar su sexualidad desde su adolescencia y advierte que "el hombre no es necesario"

CIUDAD DE MéXICO.- Con 30 años y dos hijas, la modelo argentina Nicole Neumann mantiene la figura que hace delirar a los hombres, en especial a su esposo el futbolista Fabián "Poroto" Cubero, del club Vélez Sarsfield, pues desde adolescente sabe del poder de sus encantos sexuales que sabe cómo y cuándo manejar, aunque también reconoce que "el hombre no es necesario".

En entrevista para la revista Caras, la rubia de 90-59-90 presentó su anatomía libre de rastros de embarazo, a dos meses del parto de su segunda hija, y habló abiertamente del poder del sexo que ejerce sobre los hombres desde sus años mozos.

"Creo en el poder de la sexualidad, y soy consciente de que lo manejo como quiero y cuando quiero. Cuando empecé a trabajar era aún adolescente, me di cuenta del efecto que ejerzo sobre los hombres y no dudé en aprovecharlo. Hice uso y abuso de él, y más en la etapa en la que estaba soltera. Aprendí a vivir con ese poder.

"La verdad es que es difícil reencontrarse con la sexualidad, porque una se pone en un segundo plano. Las bebas te llevan mucho tiempo y más nuestros trabajos, la energía no es la misma. Obviamente, Fabián sufre mucho más la falta de sexo porque las mujeres ponemos la libido en los hijos. Estamos más entregadas y conectadas con ellos por el embarazo y el amamantamiento", afirmó Neumann.

La también conductora de televsión destacó que en el embarazo le dio una sensualidad que la alejó de la superficialidad de la apariencia física, al descubrir, de nueva cuenta, que la maternidad da ese estado de amor y tolerancia extra.

Sin embargo la modelo bonaerense advirtió que en cuestiones sexuales "el hombre no es necesario", aunque ella requiere a uan pareja a su lado.

"No creo que para gozar del sexo debe haber un autoconocimiento. Conocerme más me hizo tener mejores relaciones con mis parejas, pero, en cuanto al sexo, me gusta descubrir y explorar junto a otra persona. Si ya es un terreno conocido, se torna aburrido. Siento más placer en el encuentro de a dos. Me gusta sentir el cuerpo del otro pegado al mío, el calor de la piel.

"Siempre fui así, más de la comunión de los cuerpos... Un hombre no es absolutamente necesario para sentir placer y disfrutar de la sexualidad. Son cosas diferentes. Pero prefiero estar acompañada", destacó.

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