Maldita Vecindad y Lafourcade animan Cumbre Tajín

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La cantante ofreció una presentación en el marco del festival cultural y artístico que se lleva a cabo en Veracruz, sin embrago casi al término de su paso en el escenario fue abucheada por los fanáticos de la Maldita
Roco pedía y pedía círculos de paz, baile y amor desde el escenario. En la explanada, un papantlense poco entusiasmado por la invitación del vocalista de Maldita Vecindad, permanecía de pie y anodadado por una razón muy diferente a la paz, el baile y el amor: las modelos de la cervecería que patrocina la Cumbre Tajín.
Roco se comunicaba con Blue Demon que a su vez recibía un mensaje extraterrestre de paz, baile y amor pero el habitante de este pueblo milenario solo tenía cabeza para las muchas preguntas que le surgían al ver esas mujeres de vestidos entallados, piernas al aire y escote sensual: se preguntaba cuál era la razón para vestirse así en una noche donde el aire frío era especialmente recio, por qué los hombres las perseguían para tomarse una foto con ellas, cuántas veces podían las modelos sonreír al mismo chiste repetido de sus admiradores.
"Ometeotl, Ometeotl", repetía Rocco como si cada canción fuera la puerta de un Temazcal sagrado que purificaba el alma a través de las notas y versos de "El circo".
"Ometeotl" respondía el público mientras levantaban sus vasos de cerveza a los que les cabía una caguama completa con todo y espuma, y que para la medianoche se había convertido en una necesidad apremiante porque de los tres nichos de la cerveza, ya solo uno tenía caguamas y ahí se empujaban unos contra otras estirando sus billetes.
Antes que Maldita Vecindad, estuvo Natalia Laforucade quien se atrevió a hacer una versión de "Kumbala" (original de la Maldita) con su guitarra eléctrica.
Laforucade, en actitud de virtuosa de la guitarra, fijaba su miraba de las cuerdas del instrumento que se negaban a obedecerle. El público, entre impaciente y extasiado, no sabía si ovacionarla o abucharla.
Sax, (el instrumentista de vientos de Maldita) apareció para acompañarla. Establecieron un diálogo en el que el saxofón era como un literato experimentado y la guitarra un aprendiz con errores ortográficos.
Para ese momento, Natalia ya llevaba ocho canciones y la paciencia del público estaba al límite. Comenzaron a corear el nombre de Maldita Vecindad y solo se escuchaban los gritos de asilados de uno que otro fan de Laforucade que insistían en idolatrarla por cantar "Ella es bonita". "Esa canción es de pianosaurio", reclamó alguien. "Natalia está en el camino de hacer una obra maestro", respondió el fan recalcitrante.
La intolerancia del público no solo fue notoria con Lafourcade. Antes que ella se presentó Sak Tzevul, grupo de rock indígena con 13 años de existencia (curiosamente el periodo de tiempo que cierra ciclos de acuerdo a la tradición maya) cuya música admite un montón de adjetivos: vanguardia, progresista, indígena, fusión, etcétera.
A Sak Tzevul le cortaron el audio. El público empezó a corear el nombre de Natalia y entonces se decidió simplemente apagar la consola antes de que se pudieran despedir.
Así que cuando estaba Sak Tzevul, pedíana Natalia y cuando estaba Natalia pedían a Maldita. Hacia las dos de la mañana, cuando ya los nichos de cerveza habían cerrado por falta de mercancía, los círculos de paz y baile se habían convertido en grupos agotados, acostados en el pasto, cubriéndose con una cobija el frío y rodeados de vasos vacíos. "Ometeotl" dijo Roco por última vez.