‘Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald’. Las bestias sin magia

Tratando de recuperar sus glorias del pasado, esta cinta es un caos de subtramas, nombres conocidos y nada interesante

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/ 1 diciembre 2018
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Calificación 4.5 de 10

Voy a hablar muy mal de esta película, así que prepárese. Fans de “Harry Potter”, tal vez no quieran hacer corajes y es mejor que dejen de leer y vayan al cine a ver “Animales Fantásticos: Los Crimenes de Grindelwald” (“Fantastic Beasts: The Crimes of Grindelwald”) por segunda (o tercera) vez. O quédense leyendo y miénteme la madre al final. Igual y por algún extraño azar coincidimos y no esté loco al afirmar que esta puede ser la peor película de toda la saga de magos y brujas creada por J.K. Rowling. Así que aquí vamos: aunque tiene el segundo guion de la autora de los libros y una vez más la dirección de David Yates, quien ya está muy familiarizado con este mundo, la historia es un desastre donde ya no sé si importan las “bestias fantásticas” o el propio Grindelwald y cuando ni un título tan explicativo como el de aquí tiene sentido, hay un grave problema. Con muy poco para compensar sus errores y el deseo apremiante de revivir de sus glorias pasadas, no ofrece casi nada.

Por un lado está Newt Scamander (Eddie Redmayne), quien regresa de su viaje por Estados Unidos, sólo para que el Ministerio de Magia le prohíba viajar al extranjero, ya que causa muchos problemas. Luego está Gellert Grindelwald (Johnny Depp), el villano principal, un Voldermort de tres pesos. Con un grupo de seguidores, tiene ambiciones de que los magos dominen el mundo entero incluso por encima de los muggles, es decir, seres no-mágicos como Jacob Kowalski (Dan Fogler) quien regresa como el patiño gracioso y nos muestra más de su historia de amor con Queenie Goldstein (Alison Sudol). También está Credence Barebone (Ezra Miller), quien busca a su familia y es tan poderoso que el malo de la historia lo busca. Él está en compañía de Nagini (Claudia Kim), así es, la serpiente de “aquel que no debe ser nombrado”, pero aquí es una mujer. Y todavía me falta hablar de Leta Lestrange (Zoë Kravitz) y cualquiera que sea su trama en esta película.

Que la sinopsis de arriba sea suficiente explicación. Igual de desordenado y poco enfocado se siente este producto. Todas esas cosas que menciono pasan así, sin razón de ser, sin peso, sin importancia. No estamos siguiendo a Newt y sus creaturas, como hicimos en la cinta pasada, tampoco al nuevo villano, que en realidad no hace mucho en todo el tiempo y si acaso comete un par de los crímenes que vienen en el título, pero la mayoría del tiempo se la pasa en su casa, dando explicaciones de vez en cuando. Creo, de hecho, que pasamos más tiempo con todos los personajes secundarios, como Queenie, la bruja que lee la mente y cuyas acciones en esta cinta son la cosa más incoherente y estúpida que he visto desde que se creó el Quidditch. La subtrama de Leta, por su parte, parece querer tener una gran seriedad y peso y quizá sea la más rebuscada de todas, tanto que ni me molestaré en ahondar. 

La historia de “el niño que vivió” de J.K. Rowling fascinó al mundo y marcó a toda una generación. Y me refiero, primero que nada, a los libros. La autora creó un mundo sólido y detallado, de su cabeza al papel, así que la decisión de que escribiera el guion de la primera “Animales Fantásticos” y de esta secuela, parece lo más acertado. Estas cintas no tienen versión literaria, son historias nuevas que toman a personajes conocidos de este universo; pero discúlpenme, yo creo que ya están exprimiendo más de la cuenta a la señora Rowling, cuya creatividad parece que llegó a su límite. ¿Me pueden explicar por qué carajos la autora decide meter a la maldita víbora de Voldemort y darle una forma humana? Y luego está Dumbledore (Jude Law) y hasta Nicolas Flamel (Brontis Jodorowsky), otros personajes que aparecen sólo porque los conocemos, pero no porque aporten nada a la trama.

En realidad, ya ni sé cuál es la trama. ¿Newt y sus animales? No, eso ya quedó atrás. ¿La historita del árbol genealógico Lestrange? ¿Me van a decir que esta familia es súper importante para el futuro de los eventos que vimos en “Harry Potter”? Búsquense otro pretexto, a nadie le importan los Lestrange y a los que les importan ya leyeron los libros y seguro ya lo saben todo. Aunque aquí parece que Rowling se toma licencias ella misma y nos quiere alterar lo que ya escribió. ¿Es la trama Grindelwald? ¡Ojalá! Así la secuela hubiera durado como media hora, ya que sólo se la pasa sentado y fumando de un cráneo que yo creo que ni Rowling sabe para qué sirve y sólo se le ocurrió porque andaba buscando ideas en ciertos humos inspiradores. Yo sé que suena absurdo echarle la culpa a ella, pero sí creo que es un problema del guion. 

David Yates, el director que no sólo hizo la pasada, sino que no ha salido de esta franquicia desde “La Orden del Fénix” (2007) hace un trabajo decente, pero no hay mucho de dónde rascarle.

¿Y qué no voy a decir nada bueno? Pues el arranque estuvo muy bien, que casualmente ocurre cuando Grindelwald comete un crimen, si seguimos con mi obsesión por el título sin sentido. Pero luego van metiendo tantas cosas y explicaciones, que el reto se vuelve quedarnos suficiente tiempo con alguna para que nos interese. Sí, hay magia, cosas raras, creaturas exóticas y creo que visualmente algunos aspectos son interesantes: el Ministerio de Magia francés, el carnaval de fenómenos oculto en una estatua, la casa de Newt. No dudo que este mundo tenga todavía cosas que mostrar, pero su principal problema es que se sigue enfocando en los mismos personajes del pasado, o los que se relacionan directamente con ellos. Lo dije en mi crítica de la primera parte: otra cosa sería si Newt fuera nuestro único enfoque, un personaje que no conocemos, que es nuevo y hasta tiene a un buen actor al frente. Pero no, lo único que quieren es sacarle tanto provecho a “Harry Potter” como sea posible, esa es la verdad.

Y ya que andamos blasfemando sin vergüenza, voy a decir que ni los fans de esta saga pueden salvarla, incluso dudo que puedan disfrutarla. Así de mala es. Digo, hay efectos, acción y algunos chistes, pero de eso a que sea buena, no lo creo. Y para los no-fanánticos, o muggles, será el rato más aburrido de sus vidas. Así que entre bajo su propio riesgo, este es un hechizo mal conjurado.

EL DATO

Director: David Yates
Elenco: Eddie Redmayne, Katherine Waterson, Dan Fogler, Alison Sudol, Ezra Miller, Zoë Kravitz, Callum Turner, Johnny Depp, Jude Law.
Género: Fantasía
Clasificación: B
Duración: 133 minutos

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