Con novela póstuma ‘Ella era el jardín’ Gilberto Prado Galán se despide del amor de su vida

Cuando el escritor Gilberto Prado Galán falleció, el pasado 21 de octubre, habían pasado solo unos días desde que le dio el último visto bueno a su más reciente libro, una oda al amor que se profesan él y su esposa, Leticia Santos, en vida y más allá.

“Ella era el jardín”, editado y publicado por el Instituto Municipal de Cultura y Educación de Torreón, ciudad natal del también polígrafo y palindromista, es un homenaje eterno a su compañera de vida, quien partió en 2016.

A propósito de la más reciente presentación del libro, que se realizó el pasado 21 de julio en el Centro Cultural Bella Época de la Ciudad de México, conversamos con el hermano del autor, Javier Prado, quien nos habló sobre esta obra, así como de otros textos que dejó Prado Galán y que están pendientes por publicar.

“Hace más o menos tres años Gilberto empezó con la redacción del libro. Gilberto quería narrar la experiencia de dolor y de separación que tuvo en relación con el fallecimiento de su esposa, de Lety, que falleció en 2016 y él empezó la redacción en 2018. Es el libro que le costó más escribir, fue un proceso doloroso y difícil”, explicó.

“El manuscrito ya estaba terminado, de hecho le llegaron a entregar el manuscrito el 6 o 7 de octubre, lo presentó el 14 de octubre en Monterrey y el 22 falleció. Ahora, después de su muerte se presentó en Torreón en noviembre y ahora en julio”, agregó.

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Aunque estuvo acompañando el luto que embargó a su hermano y a su familia desde 2016, la lectura del libro le ha resultado costosa y por lo mismo confiesa que no ha podido avanzar mucho, pero al mismo tiempo agradece que haya podido despedirse de esta manera.

“Es muy importante que Gil haya cerrado su vida con este texto porque habla del amor que prodigaron, que trasciende y cómo trasciende esta pareja gracias a ese amor y desde la fe cómo se han reencontrado en el cielo”, explicó.

El libro parte de la amargura que provocó su fallecimiento, pero a lo largo de sus páginas se desliza entre memorias de miles de colores, unidos por el amor, por sus hijas y por la literatura misma, mientras que lleva al lector por los mismos senderos que tomó para afrontar su partida.

Sin embargo, su legado no termina aquí y Javier adelantó que el autor mexicano, quien colaboró con incontables revistas nacionales e internacionales, dejó otros textos que ya están en prensa.

“Debe uno sobre Siglo de Oro en la Autónoma de Querétaro. También en prensa está una intervención de él sobre José Alfredo Jiménez en un libro colectivo a propósito de los 50 años del fallecimiento del Rey. Esos saldrían este año”, compartió, “yo empezaré a trabajar unas conferencias que tenía durante la pandemia los jueves. Las voy a trabajar como libro pero calculando que esto saldría hasta 2024 y me hablaba el otro día un amigo de otros textos, pero la verdad no sabría decir el estado en que están esos libros”.

“Ahorita lo fundamental es leer la obra de Gil, yo voy a armar un círculo de lectura sobre su obra que va a empezar en agosto. Fueron 30 libros los que Gil publicó y hay una riqueza de todo tipo ahí”, concluyó.