Descifrando la ‘innumerable’ magia en la ciudad con libro de Raúl Apolinar
En su libro, el autor busca convertirse en referente al buscar la identidad en el caos de la ausencia de dígitos y la respuesta en el sentimiento más humano
¿Y qué pasaría si todo lo que vemos dejara de existir? Este sin duda es un tema que a todos preocupa, pero que a pocos ocupa. Existe porque lo vemos y damos por hecho que ahí está, siempre a nuestro servicio.
Es una pregunta que le surge al redactor de esta entrevista tras la lectura de ‘Innumerable’, la obra que soltó al mundo Raúl Apolinar Sánchez Muñiz hace unos meses, un producto literario con nombre retador y cuya esencia —dispara el autor— es el deseo de trascender más allá de una simple historia que se desarrolla en Saltillo.
“Es un hijo muy inquieto, con mucho afán de devorarse al mundo” y no sólo eso, Raúl apela temerariamente a la historia, a que su primera obra escrita se convierta con el devenir del tiempo en un referente de la ciudad.
La trama de esta novela, de corte futurista y de ficción saltillense, comenzó con una pregunta de uno de sus hijos, ¿Qué pasaría si no existieran los números? Vaya situación ridícula, podría llegar a pensar cualquiera ¡hombre, los números existen porque, porque... siempre han existido!
Sin embargo, al escudriñar más allá de la tierna cuestión, comienza un ejercicio de imaginación para urdir una historia que va desde situaciones comunes como intentar un trámite ante el SAT, por parte de un trabajador de oficina, necesario para el trabajo que realiza, hasta meterse en cuestiones de metafísica y tecnología.
Pero lo primero para este egresado de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, músico y ahora escritor, sería resolver la pregunta inicial y no tenemos más que reconocer el valor que adquieren las cosas cuando son escasas, o cuando de plano se pierden.
“Si ya no hay oxígeno, claro que te va a costar mucho conseguirlo; el oro vale mucho porque hay poco y cuesta mucho obtenerlo (...) Si ya no hay números vas querer tener los pocos que haya. Entonces ese número de folio que quiere el protagonista ya lo tienen en el mercado negro y vale mucho más”.
Así, a lo largo de la obra, el autor invita a hacer una introspección sobre el comportamiento de aquellos saltillenses, que en realidad son gente del mundo, insertos en la globalización; el problema es mundial, sin embargo, para qué irse tan lejos, aquí tienen su propio infierno.
De esa manera se da el tiempo para con su historia recorrer puntualmente aquellos sitios simbólicos de la ciudad y el lector comienza a darse cuenta de una cuestión que poco a poco va tomando protagonismo en el argumento.
A FLOR DE PIEL ENTRE EL CAOS
A pesar de que los actores de la historia están inmersos tanto en el caos por no tener números y responden a la situación de manera torpe, ellos no dejan en ningún momento el elemento humano y lo que mueve a la humanidad: el amor.
Sí, en medio de las respuestas expresadas por la población mundial —mostrados comúnmente en las películas sobre el caos o el fin de la Tierra— nuestros héroes se ven movidos por el sentimiento, ese que ocurre cuando tiene que ocurrir, no cuando se programa.
En ese sentido, el escritor impulsa a sus protagonistas a ser auténticos, abrir su corazón y mostrar, tras un comportamiento acorde con la caótica situación, que la lucidez de sus sentimientos puede actuar para bien.
El libro es una aventura de 10 meses donde se puso sobre la mesa cómo sería el caos de la ausencia de números en un momento cualquiera de la época tecnológica y el paisaje compuesto por los lugares icónicos de Saltillo.
Raúl Apolinar puso énfasis en la poca producción de libros de cualquier índole que tengan a la ciudad como su escenario, es por eso que considera valioso darle a esta tierra, donde nació, un elemento literario y qué mejor que sea en una historia en donde los actores pueden unos vecinos de cualquier colonia.
IDENTIDAD Y CARÁCTER
“El libro trae muchas enseñanzas, moralejas, que te invitan a reflexionar si lo que estamos haciendo realmente vale la pena y si lo único que sabemos hacer no vale la pena ¿qué vamos a hacer?”, reflexiona el autor.
En ese sentido, afirma, quien lo lea con un sentido crítico se dará cuenta de que Saltillo tiene magia, porque de sus personajes. ficticios y reales, arrojan una proyección de la ciudad en su forma, en su esencia y carácter.
De esa conjugación surgen autores que buscan por sus propios medios trascender al sólo hecho de escribir un libro; más que nada, buscan dar a conocer así su personalidad. Sánchez Muñiz recuerda sus días de universidad, donde “tienes una imagen, pero la mirada crítica siempre detecta algo más allá de la primera impresión. ‘Yo te veo como artista’, le dijo un compañero y esa apreciación lo movió y motivó de por vida.
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Entonces, convencido de que lo suyo es crear arte, grabó con su grupo musical y ahora lanza su primer libro como autor independiente, la cual espera sea punta de lanza para otras que tiene en algún archivo o papel garabateado.
Por lo pronto, la lectura de su libro por parte de la generalidad despierta en él un agradecimiento de tamaño “innumerable”.
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