En ‘Nos gustaría contestar algunas preguntas’ MARCO revive la obra del colectivo marcelaygina
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Las artistas traen de vuelta la producción que realizaron de 1997 al 2010 en esta comprensiva exposición, que recoge su obra y la coloca ante el contexto actual
Cuando Marcela Quiroga y Georgina Arizpe estaban estudiando artes en la UANL en los 90’s, las dinámicas culturales de la época las hicieron sentir desprotegidas en solitario, pero en colectivo encontraron el espacio idóneo para hacer crecer su obra y poner sobre la mesa discusiones sobre el género y la migración.
A doce años de la disolución de esta dupla, vuelven con una exposición que muestra de manera integral su trabajo y que desde el 21 de octubre hasta el 5 de febrero del 2023 recibirá el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey MARCO, para continuar con estas reflexiones que parten de las vivencias regiomontanas.
“Nos gustaría hacer algunas preguntas: colectivo marcelaygina 1997-2010”, es el resultado del esfuerzo que ambas artistas, en colaboración con la curadora Michele Fiedler, realizaron para traer sus discursos al contexto actual, mismos que sorpresivamente se mantienen vigentes.
“Tenemos dos años trabajando en esta exposición y verla materializada es fantástico, ha sido un trabajo grupal. Tenemos dos años regresando a desenterrar la tumba de marcelaygina, sacar sus recuerditos. Ha sido muy sorpresivo que muchas de las cosas, o del pensamiento que teníamos en aquel tiempo siguen estando vigentes, la obra pareciera que no ha envejecido tan mal” explicó Marcela en entrevista con VANGUARDIA vía Zoom.
“Es un momento para enunciar algunos mensajes que se van a ver mucho más potentes, más directos, que si se hubieran mostrado hace diez o quince, creo que como ciudadanos tenemos una madurez bastante interesante para cuestionarnos cosas que tienen que ver con el género, con la migración, porqué se atraviesa una línea artificial y se dice que de aquí para acá somos unos y de aquí para allá otros”, agregó Gina al respecto.
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La obra de marcelaygina partió del uso del cuerpo como herramienta artística, a través de disciplinas y herramientas como el performance, el ready-made y el happening, que a su vez desarrollaron en campo y nunca desde un taller; siempre en busca del contacto con los fenómenos sobre los que se hacían preguntas.
Si bien la vigencia de la mayoría de sus obras —que abordan problemáticas de feminismo, disparidad de género, xenofobia y migración—, se mantiene gracias a que dichas circunstancias aún perviven, las creadoras señalan que algunas de las piezas revelan también las formas en que han evolucionado, en especial en lo relativo al género y cómo la discusión se ha ampliado al respecto.
“Algo que se mantiene ahora que las he visto trabajar juntas es una conversación constante para solucionar problemas y cómo eso se convierte en imagen, objeto o acción”, comentó Michele Fiedler sobre la forma de trabajo de las artistas, “son conversaciones largas, son conversaciones complejas, incómodas, pero siempre positivas. No se ha hecho obra nueva pero se han hecho actualizaciones y son producto de conversaciones largas”.
La exposición ofrece un recorrido por su obra a través de proyectos significativos en su trayectoria, esto gracias a la muestra de documentos, piezas de arte objeto, instalaciones, bocetos y registros de performances.
El recorrido se divide en cuatro salas, donde el público podrá explorar la forma en que ellas usaron su cuerpo y su imagen para hacer arte, sus ejercicios y reflexiones sobre la performatividad de lo femenino, el uso de los objetos para seguir cuestionando estos roles y discursos de género y las dinámicas migratorias en la frontera noreste del país.
“marcelaygina nace como una estrategia para poder tener visibilidad, sabiéndonos mujeres artistas veíamos más difícil trabajar con la invisibilidad de una, entonces esta unión de una manera, y esta complicidad del tiempo que trabajamos juntas, tenía esta misión de hacernos visibles y poder entrar al mundo del arte. Eso ha cambiado con el tiempo, vivimos en una época donde la distribución de las imágenes o de la obra es mucho más sencilla, no existía el internet, el correo electrónico. Era vencer la barrera del nivel local, para buscar salidas hacia la Ciudad de México y después al extranjero”, concluyó Arizpe.