Imponen el nombre de Alejandro Dávila Flores a la Infoteca Central de Camporredondo

El pasado jueves, en una ceremonia presidida por el rector de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), Salvador Hernández Vélez, se impuso el nombre del Dr. Alejandro Dávila Flores, ex-rector de la universidad, a la Infoteca Central de la unidad Camporredondo, en reconocimiento a sus aportaciones a la comunidad de esta institución como gestor, docente, investigador y líder.

El evento se realizó en el frontispicio de este recinto, donde se reveló la placa que conmemora la decisión tomada por la Comisión de Honor y Justicia del Consejo Universitario, así como la nueva leyenda sobre la entrada principal que ostenta el nombre del catedrático.

“Su aportación a la enseñanza de la economía forma parte de su vocación profesional. No se ha limitado a nuestra universidad y ha sido una actividad continua desde sus inicios como profesionista”, expresó Gustavo Félix Verduzco, director del Centro de Investigaciones Socioeconómicas de la UAdeC.

“Las contribuciones del dr. Alejandro Dávila Flores como científico asociado en el área de la economía son múltiples. Sus aportes incluyen un gran número de publicaciones en artículos de revistas científicas nacionales e internacionales, capítulos y libros publicados por editoriales de prestigio, direcciones de tesis de estudiantes de maestría y doctorado, productos con los cuales ha contribuido al desarrollo científico de la economía”, agregó.

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Luego de la intervención de Verduzco, quien dio lectura al currículum y desglosó los más importantes logros del homenajeado, se realizó la develación oficial de la placa, seguida de las palabras de Dávila Flores, quien agradeció el reconocimiento.

“Somos beneficiarios del capital social acumulado, de lo que nos han legado nuestros antepasados, y también somos beneficiarios de la riqueza que nos aportan todos aquellos con los que tenemos la oportunidad de compartir la aventura de la vida”, dijo.

Asimismo, el economista aprovechó para destacar la importancia del Conacyt en el desarrollo universitario y científico del país, señalando cómo cuando dejó la Rectoría —periodo de 1994 a 1997— la universidad contaba con 12 integrantes del Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Actualmente son 287 y pronto ese número ascenderá a 321 en enero del 2023.

“A mí me preocupa mucho que todo eso está en riesgo, porque en los últimos 4 años no solamente se ha reducido en términos reales el presupuesto ordinario a las instituciones de educación superior, sino porque todos estos fondos concursables, relacionados con el desempeño de las instituciones y su mejora cualitativa prácticamente desaparecieron en los últimos 4 años”, expresó el homenajeado.

“Ese es un ahorro, en mi opinión personal, muy mal entendido. Es como tener una gran cafetera y no tener recursos para comprar el café y utilizarla. Tenemos un gran capital público, construido en las instituciones de educación superior, que tenemos el riesgo de que se vaya deteriorando con el paso del tiempo y que represente un cambio muy inconveniente en la dinámica del comportamiento de las instituciones”, añadió.