Leonardo Da Vinci un genio italiano que falleció en Francia
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En 1516, a los 64 años, Leonardo da Vinci salió de Italia para estar al servicio del rey Francisco I de Francia. Muchas de sus obras maestras fueron vendidas al monarca francés, formando un legado que ahora está siendo exhibido en el Museo del Louvre de París.
Las conmemoraciones por el 500 aniversario de Leonardo da Vinci comienzan esta semana en Amboise, en el Valle del Loira, con Francia e Italia dejando de lado recientes tensiones para honrar las memoria del genio del Renacimiento en la ciudad donde pasó sus últimos años.
En 1516, a los 64 años, Leonardo da Vinci salió de Italia para estar al servicio del rey Francisco I de Francia. Muchas de sus obras maestras -San Juan Bautista, la Mona Lisa- fueron vendidas al monarca francés, formando un legado que ahora está siendo exhibido en el Museo del Louvre de París.
En medio de tensiones diplomáticas entre Roma y París, su legado se ha vuelto contencioso, ya que la subsecretaria de Cultura de Italia, Lucia Borgonzoni, dijo en noviembre a medios italianos que quería renegociar los préstamos planeados de sus obras al Louvre para una exposición por su aniversario porque "los franceses no pueden tenerlo todo”.
No está claro, por ejemplo, si su icónico dibujo del "Hombre de Vitruvio" dejará alguna vez Venecia para unirse a la exhibición del Louvre.
El jueves en Amboise, el presidente francés Emmanuel Macron y su par italiano Sergio Mattarella buscarán aliviar las tensiones entre los dos aliados que se han agudizado desde mediados de 2018, principalmente por la política migratoria.
Los mandatarios se reunirán en la modesta tumba de Leonardo, que se encuentra en una capilla del castillo de Amboise que contiene sus presuntos restos, y visitarán su casa, Clos Luce, donde murió el 2 de mayo de 1519.
"Es un gesto extremadamente solemne, lo que muestra que ambos países tienen esta memoria compartida, esta figura, una cultura que une a nuestros dos países", dijo a Reuters el director del castillo de Amboise, Jean-Louis Sureau, en una entrevista.
La llegada de Da Vinci a Francia no fue casual porque el rey Francisco I quería que se uniera a la corte para participar de su influencia y refinamiento internacional, dijo Sureau.