Saltillo a ojo de Geroca: Inaugura el pintor-cronista exposición en el Cerdo de Babel

Este 2024 Geroca se fue a pintar la Catedral al pasado, al siglo 19, cuando el campanario apenas comenzaba a tomar forma. Se fue a un Saltillo donde el Cerdo de Babel es un establecimiento centenario, ubicado frente a la Plaza de Armas, a unirse al grupo de pintoras que ya vislumbran el templo terminado en sus lienzos.

En la exposición “Geroca. De todo para todos”, que se inauguró este jueves en la taberna del Centro Histórico que se ha vuelto hogar de su obra desde hace más de una década, el artista lidera la serie de 127 cuadros con la pieza “Pintando la Catedral en 1800”, que además de ser muestra de su ingenio, refleja su gusto por la historia y una evolución en el color y el detalle que imprime en sus pinturas.

“Son cuadros muy luminosos, con mucho color. Creo que está obsesionado por pulir su técnica del manejo de luz y de las degradaciones de colores y creo que eso lo lleva a tener tanta producción, a estar todo el tiempo querer hacer un cuadro mejor que el anterior. Y eso vamos a ver en esta exposición tan grande”, comentó para VANGUARDIA Sergio Castillo, socio del Cerdo de Babel.

Con casi 70 años Gerardo Rodríguez Canales “Geroca” está más motivado que nunca a explorar y explotar su capacidad como artista. Esto no solo derivado de la exposición y homenaje que la Pinacoteca de Nuevo León le hizo este año, sino también porque siente que “aún le falta”, como expresó en una entrevista a propósito de este reconocimiento, la cual se encuentra en las redes sociales del restaurant-bar —y en la cual también compartió que fue operado recién de una catarata, situación que afectó su percepción del color, algo que ha aprovechado—.

“Estuvo convaleciente en una finca familiar en Santiago, Nuevo León, y hay toda una crónica de ese proceso. Esa parte es bien interesante y sería lo más diferente en comparación con otros años. Lo demás siguen siendo los temas a los que recurre, como las críticas a la falta de espacios para el peatón, el uso desmedido del automóvil, de tráfico en las calles, también el uso excesivo de los smartphone, pero creo está muy acompañado de mucho trabajo de color y luz”, agregó Castillo.

El juego con el tiempo y el espacio presente en la pieza más grande la muestra —valuada en 80 mil pesos y que ya se vendió—, es uno con el que es familiar, pero en este caso añade un guiño a las alumnas de Rubén Herrera, quienes a su vez abrieron sus propias academias, continuando su legado, en una de las cuales estudió pintura la madre de Geroca.

“Lo siento muy agradecido, está con nuevos bríos”, compartió Castillo sobre la respuesta del artista ante el homenaje de la Pinacotca, “está contento, tuvo oportunidad de ir a ver la exposición, lo llevó su hermana Manés Rodríguez, ella vive en Monterrey. Le gustó verse en un espacio oficial, en una galería formal. Creo que está abierto a las posibilidades”.

Su obra que cuestiona desde la cultura vial y la falta de infraestructura en pro del peatón, hasta el uso excesivo del automóvil y los smartphones, y que narra los sucesos de la ciudad, de los barrios, de las cantinas, así como sus propias vivencias, ya atrajo la atención del curador César González-Aguirre, quien recién colaboró en la exposición del Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey “Nuevo León: El futuro no está escrito”, como curador del trabajo del fotógrafo Aristeo Jiménez, conocido también por su trabajo de crónica y narrativa visual de los barrios de la ciudad regia.

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Con piezas que van desde los 2 mil 500 pesos, la exposición “Geroca. De todo para todos” seguirá abierta al público hasta el 30 de enero de 2025.