El día de San Valentín celebra el amor y la dicha entre las parejas, volviéndose una ocasión especial para declararse a la persona amada o festejar junto a amigos, sin embargo, en estas fechas también prolifera el rechazo y la desilusión cuando no se es correspondido.
La siguiente selección de poemas busca explorar esta emoción, que, aparte de asociarse a un ámbito negativo, también ofrece la oportunidad de expresarse por un medio artístico.
No quisiera que lloviera
No quisiera que lloviera
te lo juro
que lloviera en esta ciudad
sin ti
y escuchar los ruidos del agua
al bajar
y pensar que allí donde estás viviendo
sin mí
llueve sobre la misma ciudad
Quizá tengas el cabello mojado
el teléfono a mano
que no usas
para llamarme
para decirme
esta noche te amo
me inundan los recuerdos de ti
discúlpame,
la literatura me mató
pero te le parecías tanto.
Poema de la escritora uruguaya Cristina Peri Rossi, que aún se encuentra activa.
Desamor
Me vio como se mira a través de un cristal
O del aire
O de la nada.
Y entonces supe: yo no estaba ahí
ni en ninguna parte
ni había estado nunca ni estaría.
Y fui como el que muere en la epidemia,
sin identificar, y es arrojado
a la fosa común.
Poema de la escritora mexicana Rosario Castellanos.
Siempre
Si me olvidas
olvídame con toda tu alma
olvídame con todo tu cuerpo
olvídame con todo tu amor
olvídame siempre...
Poema del periodista y poeta cubano Roque Daltón.
Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba
Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba,
como en tu rostro y en tus acciones vía
que con palabras no te persuadía,
que el corazón me vieses deseaba;
y Amor, que mis intentos ayudaba,
venció lo que imposible parecía,
pues entre el llanto que el dolor vertía,
el corazón deshecho destilaba.
Baste ya de rigores, mi bien, baste,
no te atormenten más celos tiranos,
ni el vil recelo tu quietud contraste
con sombras necias, con indicios vanos:
pues ya en líquido humor viste y tocaste
mi corazón deshecho entre tus manos.
Soneto de la novohispana Sor Juana Inés de la Cruz, una de las escritoras más reconocidas a nivel nacional.
Canción
Te vi en tu día nupcial,
cuando un ardiente rubor te cubrió,
aunque la felicidad se extendía a tu alrededor.
El mundo era todo amor ante ti:
Y en tus ojos comenzaba a crecer una luz
(por cualquier razón)
era todo lo que en el mundo mi dolorosa visión
de la belleza podía captar.
Aquel rubor, quizás, era vergüenza de virgen,
tal como bien puede pasar,
aunque su brillo ha levantado una más feroz llama
en el pecho de él, ¡ay!
Quien te vio en aquel día nupcial,
cuando aquel profundo rubor te cubriera,
aunque la felicidad a tu alrededor se extendiera
y todo el mundo fuera amor ante ti.
Escrito del norteamericano Edgar Allan Poe, padre de la literatura gótica.