Tenochtitlan vuelve a brillar 500 años después
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Con 16 metros de altura, la réplica de la pirámide fue presentada al público mediante un espectáculo nocturno de luces con el que la capital mexicana quiso honrar la “resistencia indígena” de los mexicas o aztecas al cumplirse los 500 años de la conquista
Justo medio milenio después de su caída en manos de los conquistadores españoles, Tenochtitlan volvió a brillar este viernes con la inauguración de una maqueta monumental del antiguo Templo Mayor levanta da en el corazón de la Ciudad de México y no exenta de polémica.
Con 16 metros de altura, la réplica de la pirámide fue presentada al público mediante un espectáculo nocturno de luces con el que la capital mexicana quiso honrar la “resistencia indígena” de los mexicas o aztecas al cumplirse los 500 años de la conquista.
Se trata de un evento enmarcado en el maratón de conmemoraciones diseñadas este año por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador para resignificar la conquista española y ensalzar a los mexicas como el principal pueblo originario de México.
EL SHOW DE LA RESISTENCIA
Centenares de personas abarrotaron la céntrica plaza del Zócalo, decorada con luces y figuras de la cultura mexica, para ver la historia del nacimiento y la caída de Tenochtitlan proyectada en las paredes de la nueva pirámide, ubicada frente al Palacio Nacional
“Fue algo muy padre (bueno). Un evento así no se había visto de esta magnitud con tanta gente y que hayan tomado en cuenta mucho la cultura. Es parte de nuestras raíces que siguen vivas” dijo a Efe Aldahir, un joven caracterizado como Mictlantecuhtli, dios de la muerte mexica, con tocado de plumas y máscara de calavera incluida.
La pirámide, expuesta de forma temporal, cuenta con dos escalinatas hacia la cima, donde hay dos capillas, una de color azul dedicada a Tlálolc, dios mexica de la lluvia y la fertilidad, y Huitzilopochtli, dios de la guerra.
La capital mexica, levantada sobre el lago de Texcoco, se estructuraba alrededor de un imponente recinto ceremonial de una ochentena de edificios ubicado en el mismo lugar donde hoy precisamente se encuentra el Zócalo.
La edificación principal era el Templo Mayor o Huey Teocalli, una pirámide de 45 metros construida en 1325 en honor a Tláloc y a Huitzilopochtli, donde se celebraban importantes rituales, incluidos sacrificios humanos.
Este fue a la vez el escenario de uno de los momentos más atroces de la conquista en 1520, cuando el conquistador Pedro de Alvarado perpetró una cruenta matanza.
MOTIVO DE BURLAS
El caprichoso destino quiso que apenas tres meses antes de estos festejos, una potente granizada tumbara el techo que protege los vestigios del auténtico Templo Mayor, a solo unos metros de la réplica.
Es por eso que las autoridades recibieron hoy una lluvia críticas provocada no por Tláloc sino por el hecho de que se construya esta réplica mientras la techumbre de los restos originales sigue caída a día de hoy.
Un alud de publicaciones también inundó las redes sociales durante los últimos días para burlarse de las coloridas iluminaciones de la pirámide comparándolas con un escenario de música electrónica.
En una con Efe, el prestigioso arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, responsable a finales de los 70 de las excavaciones del Templo Mayor, consideró que dicha maqueta es una “cosa estrafalaria”.
“La resistencia indígena sigue hoy en día en contra de los Gobiernos presentes”, explicó sobre el trato del Estado mexicano a los actuales pueblos originarios.
“La intención es muy buena porque recordar es lo que necesitamos. Pero sí todavía tiene muchos huequillos sobre la historia de verdad”, opinó sobre el espectáculo de este viernes Lluvia, una contadora que acudió al lugar con su madre.
Horas antes de la inauguración de la pirámide, en un acto solemne en el mismo lugar, el presidente López Obrador ofreció disculpas por “la catástrofe originada por la ocupación militar española de Mesoamérica”, un gesto que llega tras fracasar en su intento de que España pidiera perdón por la conquista.
“¡Viva México!” gritó el público del Zócalo al concluir el espectáculo sobre Tenochtitlan, una ciudad caída hace 500 años pero que muchos la mantienen viva.