Cindy Crawford: Medio siglo de glamour
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Guapísima e irresistible, parece que los años no pasan por ella. Mañana cumple 50 años con la intención de centrarse en sus negocios y su familia.
MADRID.- “Quiero honrar y reconocer la chica que fui una vez, mientras abrazo la mujer que soy hoy en día, e incluso busco a la mujer sabia en la que podría convertirme en las próximas décadas”.
Esta frase, que publica en su libro autobiográfico “Becoming”, escrito junto a Katherine O’Leary, es toda una declaración de intenciones de la modelo y actriz.
Cindy Crawford lleva más de treinta años codeándose con las mejores, el grupo de “top-models” conformado junto a Naomi Campbell, Linda Evangelista, Elle MacPherson y Claudia Shiffer, y que llegaron a hacer sombra en popularidad y contratos a las grandes estrellas de Hollywood, donde Cindy hasta se convirtió en la auténtica “Pretty woman”, al casarse con el entonces galán número uno: Richard Gere.
CINCUENTA ADMIRABLES AÑOS.
Ahora, que cumple 50 años (mañana) ha decidido apartarse del mundo de la publicidad y la moda, y dedicarse a sus negocios, que tiene muchos, porque desde que empezó a tener éxito ha sido una auténtica emprendedora.
Pero sus comienzos no fueron fáciles, porque Cindy tuvo un par de experiencias traumáticas que transformaron su vida y, sobre todo, la dieron la experiencia para acometer todo los que ha realizado, con una fuerza y unas dosis de intensidad máxima: “creo que el secreto del éxito debe estar fundamentado en el esfuerzo”, comentó en una de sus primeras entrevistas en los años 80.
Cynthia Ann Crawford, su verdadero nombre, nació en la localidad de DeKalb, en Illinois, Estados Unidos, en 1966, y cuando tenía once años vivió su primer drama, porque su hermano pequeño, que tenía sólo tres, murió víctima de una leucemia. Este dramático suceso familiar incidió negativamente en la familia y, a la edad de 16 años su padre les abandonó y a Cindy le tocó madurar de manera muy rápida.
Cuando estaba en tercer curso de secundaria, el fotógrafo de su ciudad, Roger Legel, dándose cuenta de su potencial físico solicitó hacerle unas fotos que publicó en portada el 3 de noviembre de 1982 en la revista “DeKalb NITE Weekly”. Fue su primera portada y, aunque por entonces no funcionaban las redes sociales, su fotografía dio la vuelta al estado.
El resultado fue que se decidió a hacerse un “book” fotográfico y presentarse a un castin de la agencia de modelos Elite Model Management de Chicago, donde consiguió ganar. Tenía tan solo 17 años y terminó cambiando una beca para estudiar Ingeniería Química en la Universidad de Northwestern, por el mundo del modelaje.
Con la carrera encauzada, Cindy se marchó a Manhattan, donde triunfó muy pronto y firmó con Elite Nueva York, tras lo que vino un contrato suculento para la compañía Revlon y otro con la cadena estadounidense MTV en la que le dieron el programa “House of Style”.
Fue la década de los 80 y los 90 cuando su rostro triunfó en todo el mundo, antes del año 2000 la modelo había aparecido en más de 400 portadas de revistas en todo el mundo, incluyendo las mejores y referentes de belleza y moda como Harpers Bazaar, Vogue, Elle, Cosmopolitan, Allure, etc.
AMOR Y FAMILIA
Corría el año 1991 y Cindy estaba en la cima. Todo lo tenía a su favor y eran años de bonanza en lo económico y personal y llegó él, se había estrenado unos meses atrás “Pretty Woman” y todas las mujeres suspiraban por Richard Gere. Tras un corto noviazgo, belleza y glamur se unieron por amor. La guapa tenía 25 años y el actor 42.
Tanto, que tuvo que buscar ayuda de un profesional para superar el trance y Crawford cuenta a la revista que el psicólogo le fue de gran ayuda porque le abrió a la reflexión al preguntarle si quería un alma gemela o un esposo. “Porque no es exactamente lo mismo. Un marido es una persona que da estabilidad, alguien con quien se puede formar una familia”, comentó.
Se divorciaron en 1995 y se volvió a casar, en 1998, con el empresario Rande Gerber.
La pareja es feliz y tienen dos hijos: Presley Walker y Kaia Jordan. Ahora, al cumplir el medio siglo, Cindy ha declarado: “Cada año les digo a mis hijos que me retiro, pero es una broma recurrente en mi familia”.
Agradecida
> “Me fascina haber formado parte de la industria de la moda durante los pasados 30 años, y si el tiempo me ha enseñado algo es a no decir nunca jamás. Gracias por todo el apoyo”.