20 años de ‘El crimen del padre Amaro’, el polémico filme que nadie quería apoyar

En un principio el productor Alfredo Ripstein había elegido a Alberto Isaac (“El rincón de las vírgenes”) para adaptar la famosa novela escrita por el portugués Eça de Queirós , pero éste, sin informarle a su contratante, decidió vendió el texto provocando que el proyecto se colocó en un cajón. La película tardó 20 años en lograr hacerse y cuando se estrenó, algunos de sus creadores fueron amenazados de muerte.

Tras lo sucedido con Isaac, Ripstein decidió llamar al cineasta Felipe Cazals (“Canoa” y “Las poquianchis”) para que se hiciera cargo cargo del filme dándole un adelanto económico, sin embargo tras pasar los meses y sin avances, el productor prefirió retirarle la invitación a Cazals.

Entonces, apareció Carlos Carrera, quien había dirigido “La mujer de Benjamín” y fue galardonado con la Palma de Oro por “El héroe” en el festival de cine de Cannes.

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En tanto, Carrera quedó prendido por la novela original del escritor Queiroz que fue publicada a fines del siglo XIX en la cuestiona los vicios de la Iglesia.

Fue así, que Carrera y el escritor mexicano Vicente Leñero, iniciaron a darle forma a “El crimen del padre Amaro”, en la que se exhibe a curas corruptos, envueltos en el narcotráfico y en relaciones sexuales con sus feligresas, que ayer martes cumplió 20 años de haber llegado a cines.

“Me interesó trasladar eso que criticaba De Queiroz de la Iglesia decadente y ver cómo funcionaría en nuestros días”, evocó Carrera. “Hay cosas que se adaptaron: en la novela, por ejemplo, está la Tejedora de Ángeles, que sería Dionisia (Luis Huerta, en la película), pero en ella se encerraba a las mujeres embarazadas, esperaban a que naciera el bebé y se le entregaba a la tejedora y los mataba, lo cual era aterrador”, explicó el cineasta mexicano.

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Con cierto temor de que fuera demasiado joven para el personaje, Gael García Bernal, entonces de 23 años, fue invitado para ser el protagonista del filme.

“Pero daba el tipo de cierto cura del Bajío y pensé era una buena idea; a Ana Claudia (Talancón, de 21 años) la había visto en El cometa y se le llamó, cuando estuvieron juntos, eran ellos”, explicó Carrera.

La película fue filmada en Ciudad de México, los municipios de Xico y Coatepec, en Veracruz, y Texcoco, en el Estado de México.

Mientras que, el presupuesto un 15% provino del ya extinto Foprocine.

“Hubo problemas para conseguir el dinero, pero a lo mejor porque hubo empresas que no midieron el tamaño de éxito que iba a ser la película”, comentó Daniel Birman, nieto de Alfredo Ripstein y productor del filme.

“Sabíamos que el tema era controvertido, y que a mi personaje le pusieran el manto como la Virgen, por ejemplo”, expresó Talancón. “De hecho, no podíamos hablar nada al respecto; para nosotros la novela ya era cosa vieja que se sabía y mientras filmábamos nos íbamos enterando de cosas así”, añadió.

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“El crimen del padre Amaro” se estrenó en las salas de cines el 16 de agosto de 2002, bajo la sombra de la polémica.

En este sentido, desde los teaser se vislumbró la controversia. “Me acuso de ser sensual padre”, dice la protagonista Ana Claudia Talancón. Mientras que García Bernal quien da vida a Amaro dice: “si el celibato se volviera opcional, se evitarían muchos problemas en la Iglesia”.

En aquel entonces, Jorge Serrano Limón que era el líder del grupo conservador Provida, inició una anticampaña exhortando a la gente que no fuera a los cines a ver la película.

Así también, en las misas los sacerdotes hacían lo mismo y, en algunos cines había una cadena colocada en sus taquillas con la advertencia del contenido del filme.

Sin embargo, esto se convirtió en una campaña perfecta para “El crimen del padre Amaro” y la gente asistió al cine.

“Nunca nos imaginamos que habría esa reacción, llegaron amenazas de poner bombas en los cines y amenazas de muerte para mí; llegué a tener dos personas puestos por la distribuidora (Sony) que me cuidaban y claro que da miedo”, explicó Carlos Carrera.

Por su parte, la película logró contabilizar más de 5 millones de espectadores, siendo en aquel entonces una cifra récord para el cine mexicano. La película de Carrera logró una nominación al Oscar en la categoría de Película en lengua extranjera.

“Sigue funcionando por la historia humana que tiene, por la de un sacerdote que sacrifica todo por otra cosa que creía, y también pesa mucho la presencia de Ana Claudia, que es como el lado opuesto a eso, la pureza”, concluyó Carrera.

Con información de la Agencia de El Universal.