Duro de cuidar
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Las películas denominadas “buddy movies”(o películas “de parejas”) entre actores afroamericanos y anglosajones se convirtieron en un imán de taquilla a lo largo de la década de los ochentas.
La primera de estas cintas que tenían como ingrediente principal la mezcla del género de acción con la comedia tuvo su primer gran éxito hace 35 años, en 1982, con la taquillera “48 horas”, de Walter Hill, que reunió por primera vez al actor dramático y “duro” Nick Nolte con el comediante afroamericano extraído del popular programa de comedia “Saturday Night Live”, Eddie Murphy, en el que sería se debut con el pie derecho en el mundo del cine.
Cinco años después, en la primavera de 1987, fue el actor afroamericano Danny Glover el que compartió créditos con el actor de origen australiano Mel Gibson en lo que se convertiría en una célebre saga cuya popularidad se extendió hasta finales de los años 90 y otras tres secuelas titulada “Arma mortal” y justo el año de la que sería la última cuando menos hasta el momento, 1998, nació otra de sus herederas directas en la no menos taquillera serie de películas de “Una pareja explosiva”, en su caso con el comediante Chris Rock y la estrella del cine asiático Jackie Chan en los roles estelares.
Todo esto viene a colación con el comentario de cine de hoy porque a partir del día de mañana se estrena en México la película número uno en taquilla en Estados Unidos el pasado fin de semana, “Duro de cuidar” (“The Hitman´s Bodyguard”), y aunque el título nos remite directamente al clásico de acción y comedia de 1988 “Duro de matar” lo único relacionado a aquella es que uno de los protagonistas es el actor afroamericano Samuel L. Jakcson, quien en 1995 hizo pareja con Bruce Willis en la tercera entrega de la saga, ya que más bien como lo anticipa su poster promocional es más bien una variante del clásico también noventero “El Guardaespaldas” sólo que en este caso al canadiense Ryan Reynolds encargado de la seguridad de un asesino a sueldo que interpreta Jackson.
El meollo del asunto aquí es que el personaje que interpreta Jackson, Darius Kinkaid, es testigo clave en un juicio que se está haciendo en La Haya a un ex mandatario ruso, Vladislav Dukovich (Gary Oldman) acusado de genocidio, y quien por lo mismo hará todo lo que está a su alcance para asesinar a Darius e inclusive su familiar más cercano, su esposa Sonia (Salma Hayek) para lo cual entra al quite un guardaespaldas de nombre Michael Bryce (Reynolds), venido a menos por una asignatura importante en la cual su protegido fue asesinado y el hacer bien este nuevo trabajo podría resarcir su vapuleada reputación.
Dirigida por Patrick Hughes, cuya cinta anterior fue la tercera parte de “Los indestructibles”, “Duro de cuidar” cumple cabalmente con el objetivo palomero de entretener y divertir en la tradición del género de “buddy movies” que resumimos al inicio de este comentario, logrando Reynolds y Jackson una química que no nos extrañaría pudiera dar lugar a una posible secuela gracias a los buenos resultados taquilleros que a la fecha ha conseguido con todo y nuestra compatriota Hayek incluida puesto que por su parte, y aunque tiene menos tiempo en pantalla que ellos, sus intervenciones son tan destacadas en lo cómico como las de Oldman en lo que a él le compete de drama y la acción.
Comentarios a: alfredogalindo@hotmail.com
Twitter: @AlfredoGalindo