Jennifer Lawrence y Robert Pattinson son pareja en adaptación al libro de Ariana Harwicz

Jennifer Lawrence y Robert Pattinson son pareja en adaptación al libro de Ariana Harwicz

‘Mátate, amor’ de la escritora argentina llega pronto a las salas de cine y nuestro corresponsal Fabián Waintal pudo conversar con las estrellas sobre su participación en este proyecto

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/ 2 noviembre 2025
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En una era donde parece haber desaparecido el clásico símbolo de estrella de Hollywood, ellos demuestran que todavía existen. Tenerlos juntos en una misma entrevista es como si un vampiro o un hombre murciélago hubiera competido en Los Juegos del Hambre. Ni siquiera podemos decir quién de los dos es más famoso. Aunque ella fue nominada cuatro veces y ya ganó un Oscar, él sigue siendo el favorito de muchas admiradoras (y los fans de Batman). Lo cierto es que esta vez protagonizan un estilo de cine totalmente diferente, con actuaciones mucho más artísticas y el libro ‘Die My Love’ (‘Mátate, amor’) con el orgullo latino de haber sido escrito por la argentina Ariana Harwicz. Después de todo... ¿A quién no le gustaría gritar “Jennifer Lawrence y Robert Pattinson protagonizan la historia de una autora nuestra, latinoamericana”?

Aunque no se note en el cine, el libro original está escrito por una latinoamericana, Ariana Harwicz ¿Se nota la diferencia entre imaginar la historia detrás de una página de papel y ver la misma historia, en el cine?

Robert Pattinson (RP): Para mí siempre se nota la diferencia entre el libro original y la versión de cine. Pero creo que el espíritu del libro se puede traducir en una visión diferente.

Jennifer Lawrence (JL): Sí, el cine es muy distinto. Pero todo lo que figura en la novela, desde la sexualidad y el tema de sentirse atrapado creativamente, todo eso que son como las capas de una cebolla, todavía están en nuestra versión final.

Con una dirección bastante original, ‘Die My Love’ parecería ser una comedia romántica, de una pareja que vive en el medio de la nada, alejados del típico ruido social. Pero es todo lo contrario. Esa misma soledad transforma el género en un drama psicológico donde el odio y el amor se entremezclan (con mucho más odio que amor). Tampoco es fácil definir los personajes de Jennifer Lawrence y Robert Pattinson. Incluso es difícil ponerse de un lado o del otro a lo largo de una relación de pareja tan compleja. Escrita por una mujer como Ariana Harwicz, es obvio que la historia está contada desde el lado de la protagonista, sin censura previa a la hora de demostrar los deseos, el dolor y el enojo. Del otro lado de la pareja, a él se lo muestra como el marido alejado que ayuda a la falta de comunicación en la pareja, con una normalidad que incomoda a cualquier espectador. La maternidad y un hijo es también la clave de la relación, en las buenas y las malas, generando más crisis que amor. Y aunque detrás de cámara no vivan los mismos dramas, en la vida real comparten el verdadero rol de padres. Jennifer Lawrence ya tiene dos hijos con su esposo Cooke Maroney. Y con la actriz inglesa Suki Waterhouse, Rob Pattinson también es padre de una bebita, como en el cine.

¿Hasta qué punto se identifican personalmente con el rol de padres en la ficción de una historia donde tanto tiene que ver el cambio de la pareja al momento de tener un hijo?

(JL): Como madre, para mí, fue muy difícil separar lo que yo haría con lo que mi personaje hace en la historia. Y me rompió el corazón cuando lo leí en el libro. Fue devastador, pero muy poderoso, porque yo recién había tenido mi primer bebé y no hay nada como el postparto. Es interesante, porque te aísla por completo. Cuando nuestros personajes se mudan a Montana, ella no tiene a nadie, ningún conocido. Y la verdad es que la ansiedad y la depresión extrema te aíslan. No importa dónde estés, te sientes como un extraterrestre. Es por eso que me llegó tanto.

¿Y Rob, como se comprara tu rol del padre tan aislado en la ficción, con la realidad?

(RP): ¿Cómo se siente tener un hijo? Mi personaje es bastante interesante, porque normalmente yo me siento atraído con los roles más oscuros y el personaje de Jackson me parece una persona mucho más normal de todos los que interpreté antes. Pero creo que hay algo universal, para mi, cuando tratas con una pareja que pasa por el drama del postparto o cualquier clase de enfermedad mental, con todas las dificultades que trae, donde es difícil tratar de encontrar tu rol en la relación. Es algo muy difícil, especialmente con una persona así que tampoco es ningún profesional de salud mental, él solo pretende ser un músico en Nueva York. Tampoco es la clase de persona que vaya a buscar consejos como padre en Tik Tok. Es de los que espera que la relación vuelva a ser tan pura como era antes, sin entender por qué pasa todo eso, por qué entró un intruso en su relación. Y supongo que es también el miedo que todos tienen cuando tienen un hijo.

¿En medio de tanta fama mundial, cambia el ego de una estrella de cine cuando se convierten en padres y a puertas cerradas son los hijos los que atraen la atención, como si fueran las verdaderas estrellas de la familia?

(JL): Tener hijos cambia todo. Cambia toda tu vida. Es algo brutalmente increíble. Cambia las decisiones, si trabajo, dónde trabajo, cuándo trabajo. Y mis hijos me enseñaron que una persona puede sentir tanto por otra. No lo sabía. Mi trabajo tiene mucho que ver con las emociones y me abrieron al mundo exterior, pero ahora soy mucho más sensible. Me cambiaron la vida para mejor, obviamente, como también cambiaron mi creatividad. Recomiendo totalmente tener hijos para quienes quieren ser actores.

(RP): Para mí, lo que menos esperaba al tener un bebé es tanta energía de inspiración que me dio. No es una pregunta fácil de responder para un hombre, pero lo que dice Jennifer es exactamente así. Definitivamente, desde que nació mi bebita generó mucho más vigor a la forma en que hoy afronto mi trabajo porque en cierta forma, soy una persona completamente diferente.

(JL): Recomiendo totalmente tener hijos, para quienes quieren ser actores.

¿Al haber estado embarazada en pleno rodaje, para Jennifer fue posible dejar en el estudio los miedos que puede traer el drama de la madre que te tocó interpretar?

(JL): ¿Sabes? Yo no soy la clase de actriz que se lleva el trabajo a casa. Una parte de lo que mi personaje vive tiene que ver con el desequilibro hormonal que trae el postparto, más allá de pasar por una crisis de identidad.

Ya se habla de una posible nominación al Oscar con la actuación de Sissy Spacek como la madre de Robert Pattinson, en el personaje de Pam ¿Por qué creen que marca tanta diferencia?

(JL): Mi personaje está siendo consumida por su mundo interior y el personaje de Sissy Spacek como Pam, es la única que se da cuenta lo que le pasa. Y Jackson, el personaje de Rob se siente atrapado. Los dos están atrapados. Los dos se aman y sienten que quieren volver a estar juntos, aunque Jackson solo se digna a esperar. No saben cómo seguir en este nuevo lugar. Es lo que tanto me gusta de la escena del fuego, que me recuerda cuando Sandra Bullock sale del agua en ‘Gravity’, como volviendo a nacer. Es difícil pasar por algo así cuando tu pareja no te comprende. Y del otro lado, tu pareja tampoco puede ayudar sin poder ver lo que te pasa. Pero Pam lo ve todo. Ella es la única que ve lo que está pasando, pero tampoco puede ayudar. Sissy trajo algo que no estaba en las páginas del guion, al mostrar que ella se siente agradecida que mi personaje traiga un bebé a la familia, casándose con su hijo.

¿En una película que nos pone tan incómodos a los espectadores, cuál dirían que fue la escena más incómoda de filmar?

(JL): El primer día antes de filmar, nos mostraron una escena con Rob donde teníamos que atacarnos como tigres. Hasta ahí estaba todo bien, pero había que hacerlo desnudos. Y teníamos que aceptarlo. Así fue el primer día de filmación. Creo que ahí esta tu respuesta (Risas).

(RP): Yo siempre quise trabajar con ella y no sé si pueda describirlo, pero el rodaje no fue para nada normal. Tuvimos que confiar en una directora que generó un aura muy especial en el estudio donde se sentía quién era el líder. No puedo describirlo exactamente, pero era la forma que nos dio tanta confianza, porque todo se sintió mucho más fácil. Hay una escena de tres o cuatro páginas de diálogos, donde pensé que hubiera sido bueno hacerla sin hablar. Y cuando la filmamos, dije que a lo mejor podíamos probar sin decir nada. Hacer cine a veces es como la música, donde no se siente que estás haciendo algo para el editor. Te hace sentir que formas parte del proceso.

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