Julia Roberts busca el Oscar con ‘Cacería de brujas’, un filme muy cercano al #MeToo
La película de Luca Gudagnino pone a Roberts en el rol de una docente en Yale que se ve inmersa en un caso donde una alumna acusa de abuso a su profesor, interpretado por Andrew Garfield
Parece que el tiempo no pasara para Julia Roberts. Detrás de los 58 años que está por cumplir, es ella quien incluso resalta la fecha del 28 de Octubre “falta menos de un mes, no te olvides, agendala”. Y es curioso que no se le note la edad, cuando pasaron exactamente 25 años, desde que ganó el Oscar como Mejor Actriz por ‘Erin Brockovich’. En el camino, recibió otras tres nominaciones con ‘Steel Magnolias’, ‘Pretty Woman’ y ‘August Osage Country’. Pero este año se postula como Mejor Actriz, por el nuevo thriller del italiano Luca Guadagnino, ‘Cacería de Brujas’ (After The Hunt), que debate sobre la veracidad de ciertas acusaciones del movimiento #MeToo.
Andrew Garfield es el que más sufre las acusaciones en el cine de ‘After The Hunt’, pero a la hora de buscar alguna ‘acusación’ real en tu contra, por el contrario, solo se digno a señalarte como un ‘Tesoro Nacional’.
(Risas) Es bastante conmovedor. Pero él dice cosas así, porque sabe que me incomodan. Conoce muy bien mis puntos bajos. Y a él encanta incomodarme. Pero es muy dulce que hable así de mí. Es conmovedor. Andrew es una persona increíble. No conozco otro ser humano tan profundamente introspectivo. Es un eterno buscador. Y él también ocupa un lugar muy especial en mi mundo.
¿Es cierto que antes de llamar a Andrew Garfield, el director Luca Guadagnino ni siquiera pensaba trabajar por un año, hasta que le confirmaste que te interesaba filmar ‘After The Hunt’?
Es que me habían entusiasmado demasiado las posibilidades que podíamos conseguir con la interpretación de este nuevo personaje de Alma, por lo complicado y desafiante que era para mí. Me alentó y me apoyó bastante al creer en mi, incluso antes de saber lo que íbamos a hacer. La producción fue como un tren de carga y la verdad, yo tampoco veía la hora de subirme. Y se tornó en un escenario soñado, que no permitió despertarnos hasta el último día del rodaje.
¿La importancia de los personaje femeninos en esta historia, resaltan la evolución en los roles de la mujer en el cine?
Es gracioso, porque la gente trata de hablar mucho sobre la evolución de la mujer en el cine, pero nunca se plantea nada sobre la evolución del hombre en el cine. Y me sorprende, porque no sé lo que realmente significa. Supongo que la gente, los personajes, son siempre bastante diferentes y repletos de fallas, algunos pueden ser empoderados, otros poderosos que evolucionan y otros quebrados o perdidos. Pero creo que es algo que pudimos haber conseguido en el año 1920 o el 2004.
En ‘After The Hunt’, Julia Roberts interpreta una respetada profesora de filosofía, en la Universidad de Yale. Pero la historia realmente comienza cuando una preferida estudiante afroamericana homosexual acusa de un supuesto abuso sexual al otro profesor, que interpreta Andrew Garfield. Y con un actor tan bueno que se declara inocente, la polémica surge al debatir sobre el movimiento #MeToo, por el hecho de establecer ciertas dudas sobre la veracidad de semejante acusación, además de plantear si es políticamente correcta la exposición pública del caso (que además amenaza con exponer una secreta verdad del pasado del personaje de Julia).
¿Tus padres Betty Lou Bredemus y Walter Roberts. eran profesores como tu personaje de la Profesora de Psicología, Alma?
Sí. Mis padres eran profesores de arte, maestros de teatro.
¿Si hubieras seguido los pasos de tus padres como profesora... qué temas te hubiera gustado enseñar?
Si yo fuera maestra, me encantaría traer de nuevo las clases del Departamento de Economía Doméstica. Sería un sueño, muy divertido. Yo también cocino muy bien, pero por puro conocimiento que me dio la vida. En cambio, todos necesitamos saber cómo se firma un cheque, cómo se pagan las cuentas, porque si no guardas un cheque en algún bolsillo o detrás de tu iPhone, vas a ver... algún día te vas a arrepentir de no haberlo tenido a mano.
¿Y así como en el cine, una estudiante te quiere imitar, por tanta admiración... en la realidad tuviste algún profesor que te haya influenciado al mismo nivel, en la vida real?
Yo tuve mi profesora favorita, la señorita Guthman, mi profesora de inglés en el primer año de la secundaria. Ella cambió mi forma de pensar con ‘Los Cuentos de Canterbury’. Era la primera vez que me sentí identificada con los antiguos hombres ingleses, en una forma que yo jamás había imaginado que fuera posible. Me puse a llorar, sentía su dolor. Es algo que siempre le agradezco a la señorita Gutherman
¿Si tu personaje de la Profesora Alma fuera una persona real, serías amiga de ella?
Creo que sí. Me gustaría sentarme con ella en la cena de una fiesta y hacerme la inteligente (Rosas). Lo disfrutaría mucho.
Como la primera señal del Oscar, Julia Roberts ya había estrenado la misma producción en el Festival Internacional de Cine de Venecia con el título ‘Dopo la Caccia’. Pero solo buscaba el prestigio, porque sin querer ‘perder’ ningún premio, participaron fuera de la competencia del festival. El tema, también trajo polémica cuando le preguntaron si la historia podía llegar a quitarle méritos al movimiento #Metoo al plantear si las denuncias de abuso son políticamente correctas o al insinuar que otras mujeres suelen darle la espalda a otras mujeres, en denuncias parecidas. Pero Julia fue la primera en defenderse al declarar: “No creo que nuestra película necesariamente reviva el argumento que las mujeres no nos apoyamos entre nosotras” defendiendo su versión del cine al señalar que “muchos viejos argumentos se rejuvenecen con nuestra historia”.
¿Qué opinas sobre el debate que genera ‘After The Hunt’ al plantear más dudas que respaldos detrás de cierta acusación de abuso sexual?
Me pone contenta que hayamos logrado una conversación. Es bueno hablar sobre el tema. Muchos piensan que la historia es provocadora. Y realmente es un gran bonus hacer cine así, donde la gente se entusiasme con conversaciones excitantes, sobre diferentes ideas. Tampoco pasa solamente por el género ni la política. Son charlas con diferentes capas. Y lo gracioso es que la prensa viene escondiendo esa parte de mi intelecto por años (Risas). Me agrada que finalmente lo hayan descubierto. A mi me encanta hablar, debatir, amo la comunicación, ser parte de una conversación en medio de la mesa de una cena. Me apasiona. Y es lo que también está pasando con esta película.
¿Al momento en que preparaban la filmación, antes del rodaje, llegaron a discutir o polemizar sobre el tema del #MeToo a puertas cerradas, sin mostrarlo en el cine?
No específicamente. Afortunadamente, tuvimos tiempo para compartir un espacio donde pudimos hablar entre nosotros, antes del rodaje. Y nos resultó muy fácil tocar temas difíciles, tan rápido y abiertamente.
¿El día más difícil de todo el rodaje?
Una vez que creamos nuestro mundo de la Universidad de Yale, en un escenario de Londres, fue maravilloso. Pero hubo un día donde nos quedamos sin luz, en el estudio, durante siete horas. El director nos propuso “Vayamos al centro de Londres a tomar un café”. Y decidimos irnos a un parque de diversiones. No te miento. Compramos los tickets y le avisamos que estábamos en el parque, que viniera con nosotros. Llamarlo resultó el peor error, porque nos dijo que ya había vuelto la luz y teníamos que volver. Pero nosotros ya teníamos los boletos en la mano!!! Estábamos tan cerca de la montaña rusa...
¿El peor día fue no poder subirte a una montaña rusa?
Sí, claro, estábamos tan cerca... tengo la foto con la montaña rusa atrás (Risas). No pudimos subirnos a ninguna de las atracciones, solo nos sacamos la foto. Y no pudimos devolver los boletos tampoco. No todo en el mundo del cine es glamoroso como te imaginas (Risas).
Volviendo al rodaje... ¿Es cierto que el vestuario, aunque no es muy llamativo cuenta un poco la historia?
Sí, el negro hubiera sido demasiado obvio, pero hubo dos elementos que establecen el tono. Y cuando la gente los vea, espero que se den cuenta la forma en que se comportan los personajes en el contexto que viven. En especial mi personaje de Alma, quiere impresionar con su mensaje, quiere demostrar que tiene el poder y ahí, el color negro, la total ausencia de color es una demostración de confianza completa. El personaje de Maggie, la estudiante, quiere ser como ella, verse igual, se viste parecido. Y vas a ver que hasta se pinta las uñas igual. Recién al final, cuando consigue lo que quiere, la vemos mucho más hermosa, con un elegante y enorme sweater. Es evidente que Maggie copia la identidad de otra persona como Alma, en vez de buscar su propia identidad.
¿La historia de ‘Cacería de Brujas’ está basada en alguna realidad de acoso sexual en las Universidades de Estados Unidos?
No está basado en ningún incidente mundial específico, pero estoy segura que pudieron haber influenciado ciertos eventos que ocurrieron. Por lo que sé, fueron creando la historia de los personajes ficticios, alrededor del mundo que los rodea. Después nosotros nos enteramos que hay ciertos temas específicos que realmente sucedieron en la Univesidad de Yale, pero es pura casualidad.
¿A nivel personal te deja alguna nueva lección cada personaje que interpretas en el cine, como si fuera un verdadero premio emocional?
Creo que con mis personajes aprendí que no me influencian tanto psicológicamente, pero me fueron dando suficiente confianza como para creer mucho más en mi, confiando más en mi trabajo y el director. Siento que en cada nueva producción de cine vuelvo mucho más fuerte, en especial porque soy muy selecta a la hora de elegir un nueva actuación. Por eso acepto algo que me resulte difícil, porque después de comprometerme, no me queda otra salida que hacerlo. Ahí es cuando me toca la parte donde tengo que trabajar duro y necesito creer en mí.
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