Kiss se despide tras cincuenta años de hacer historia en el Rock n Roll
Este fin de semana se llevó a cabo el último concierto de la banda que incomodó a padres de familia y emocionó a generaciones desde los escenarios con una propuesta que iba más allá de lo musical y creó todo un performance inmortal
Hace cincuenta años, cuatro jóvenes neoyorquinos llevaron sus guitarras, amplificadores y baterías a un desván en la calle 23 de Nueva York, soñando con convertirse en la banda más grande del mundo.
Este fin de semana, Kiss, la banda fundada por esos cuatro chicos, aunque con dos miembros diferentes actualmente, se despidió a unas 10 cuadras al norte de ese desván. Kiss tocó en el Madison Square Garden, habiéndose convertido, si no en la banda más grande del mundo, ciertamente en una de las más grandes, una que ha redefinido las expectativas para la experiencia de conciertos en vivo.
Historia legendaria
En 1973, Gene Simmons, quien trabajó brevemente como profesor y amaba las películas de terror y los cómics, y el taxista Paul Stanley, que una vez llevó a pasajeros al Madison Square Garden para ver a Elvis Presley y prometió que algún día estaría en ese mismo escenario, salen de su banda Wicked Lester y comienzan a buscar compañeros para armar un verdadero espectáculo: un grupo donde el aspecto escénico y visual era tan importante como la música. Encuentran al baterista Peter Criss, que había colocado un anuncio en un periódico musical buscando una banda, y a Ace Frehley, que se presentó en las audiciones con una zapatilla roja, una zapatilla naranja y una guitarra.
Cada miembro adopta una identidad escénica específica: Simmons el demonio; Stanley, el niño de las estrellas; Frehley el hombre del espacio y Criss el hombre gato. La banda perfecciona su actuación con pequeños conciertos en clubes y, para la víspera de Año Nuevo, consiguen ser teloneros con Blue Öyster Cult. Simmons accidentalmente prende fuego a su cabello esa noche mientras escupe fuego. (Le sucedería muchas veces a lo largo de los años, hasta el punto en que colocaron a un asistente con una toalla empapada cerca).
En solo dos años, 1974 y 1975, Kiss lanza su álbum debut homónimo y su segunda producción, “Hotter Than Hell”, así como su tercer álbum, “Dressed To Kill”, que incluye una canción pegadiza llamada “Rock And Roll All Nite”. Pero no es hasta que la versión en vivo de esa canción sale ese mismo año como introducción de “Alive!” que la banda tiene su primer gran éxito.
Un año después Kiss lanza lo que muchos fanáticos consideran su mejor álbum de estudio, “Destroyer”, que incluye la balada orquestal “Beth” que, de manera bastante accidental, se convertiría en uno de sus mayores éxitos. “Beth” era la cara B del sencillo de hard rock “Detroit Rock City”, pero los locutores de radio comenzaron a tocar la balada en su lugar y despegó.
Y en el 78, en un movimiento sin precedentes en la industria musical, los cuatro miembros lanzan álbumes en solitario simultáneamente, cada uno de los cuales vende más de un millón de copias. Pero Frehley es el único que generó un éxito, con “New York Groove”. NBC transmite una película para televisión de dos horas protagonizada por la banda, “Kiss Meets The Phantom Of The Park”. Kiss inunda el mundo con productos relacionados con la banda que van mucho más allá de las camisetas y carteles habituales, incluidas loncheras, vitaminas, radios de transistores, tarjetas coleccionables y máquinas de pinball. Las ofertas posteriores incluyen condones de Kiss y auriculares de Kiss.
Al año siguiente Kiss lanza “Dynasty”, con el tema de inspiración disco “I Was Made For Lovin’ You”. En este punto, su show en vivo incluye a un Simmons que parece volar en el aire y aterrizar sobre bocinas en el escenario, además de sus habituales escupitajos de fuego y sangre.
Pero en 1983 deciden que es momento de abandonar su maquillaje característico, y Kiss revela cómo lucen realmente en un especial de MTV, programado para el lanzamiento del álbum “Lick It Up”. Permanecen sin maquillaje hasta una gira de reunión con los miembros originales en 1996.
En los siguiente años Kiss lanza los álbumes “Animalize”, “Asylum”, “Crazy Nights” y “Hot In The Shade” mientras MTV adopta su nueva apariencia. El guitarrista Mark St. John reemplaza a Vincent en 1984, pero una dolorosa afección nerviosa en sus manos pronto le impide continuar. Es reemplazado por Bruce Kulick y en 1991 Carr muere de cáncer de corazón.
Posteriormente se incorpora Eric Singer, un respetado baterista de Alice Cooper, Black Sabbath, Badlands y Lita Ford, después de haber realizado una gira con la banda solista de Paul Stanley en 1989. La banda lanza “Revenge” y graba el álbum “Alive III” en esa gira. Mientras que Frehley y Criss se unen a la alineación (Stanley, Simmons, Kulick y Singer) durante la grabación de un concierto acústico de la serie “Unplugged” de MTV, telegrafiando una próxima reunión.
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Con el inicio del nuevo milenio Kiss anuncia su primera gira de despedida. Poco después de que termina, Stanley y Simmons cambian de opinión. En 2002, Frehley es reemplazado por Tommy Thayer, asistente de banda desde hace mucho tiempo. La banda lanza “Alive IV” con una orquesta sinfónica en 2003. Singer se reincorpora, consolidando una formación que se ha mantenido estable desde entonces.
En 2014 Kiss es incorporada al Salón de la Fama del Rock and Roll, pero no toca en la ceremonia. Y en 2019 Kiss inicia su gira “End Of The Road”, 19 años después de su primera gira de “despedida”. Sus dos últimos espectáculos están programados para el 1 y 2 de diciembre en el Madison Square Garden, a cinco minutos en metro desde donde comenzaron.