Lo más extraño que han hecho las celebridades para interpretar un personaje
Para logar una magistral interpretación, los famosos han dejado de bañarse por meses, se han internado en un psiquiátrico, han desgastado sus dientes, se han emborrachado y hasta perforaron su cuerpo
Cuando uno piensa en las celebridades de Hollywood no puede evitar ponerlos en el marco del glamour de sus mansiones millonarias y en desfiles por las alfombras rojas más importantes del mundo.
Sin embargo, a la hora de interpretar a algunos de sus personajes, toda la fama debe quedar de lado para literalmente “convertirse” en ellos.
Lo cierto es que si creían que la actuación tan sólo consistía en aprenderse unas líneas y recitarlas cuando alguien grita “acción”, estos ejemplos sorprenderán y quizá hasta de inspiración para ver de nueva cuenta algunas de las cintas en las que ignoramos la actuación:
Nicolas Cage
A pesar de que en los últimos años Nicolas ha elegido bastante mal las películas que ha estelarizado, hubo un tiempo en el que fue uno de los actores más importantes de Hollywood. En 1995, para interpretar a un alcohólico en "Leaving Las Vegas", Cage decidió emborracharse cada noche y grabar con una cámara todo lo que ocurriera en su habitación. De esa manera, pudo copiarse a él mismo estando borracho, tanto sus movimientos corporales como su dificultad para hablar. Todo ese trabajo le valió el reconocimiento de la Academia como Mejor Actor principal.
Halle Berry
La actriz es un símbolo de fortaleza, belleza y carisma no solo para los hombres sino también para las mujeres de todo el mundo. Sin embargo, para su debut en la pantalla grande, dirigida por Spike Lee en “Jungle Fever” (1991), Berry fue muy lejos. Para interpretar el papel de una callejera adicta al crack, decidió no bañarse durante un mes y además se metió en fumaderos de crack junto a un escolta policial para ver el comportamiento de los adictos.
Natalie Portman
Para interpretar a esta bailarina profesional tan agobiada, Portman se pasó más de un año en su preparación. Durante esos 12 meses, la actriz se dedicó a aprender el arte de la danza de manera profesional durante cinco horas diarias. Fue tan bueno lo que estaba logrando que hasta convenció a Mila Kunis, su compañera de elenco y contrafigura en el filme. Ambas complementaron la preparación de ballet con natación, cross training y consumiendo tan sólo 1.200 calorías por día.
Tom Cruise
El actor sorprendió a todos en 2004 con su rol en “Daño Colateral” en el que tenía que convertirse en un asesino invisible. Para lograr ese sentimiento, Cruise pasó varios días haciéndose pasar por empleado de FedEx en un mercado plagado de personas en Los Angeles. No sólo lo logró sino que hasta disfrutó pasar tantas horas sin ser descubierto. Tom también se sometió a un riguroso entrenamiento para aprender a disparar con municiones reales.
Jack Nicholson
Hay veces que no sólo un actor se somete a acciones extremas para un papel sino que todo un grupo acepta reglas no del todo aconsejables. Varios actores secundarios que acompañaron a Nicholson en "Atrapado sin Salida" decidieron internarse en un neuropsiquiátrico para sacar los movimientos y sentir como viven los pacientes de un pabellón. Al fin y al cabo sería el acompañamiento principal con el que contaría Jack para una actuación inolvidable. El sentimiento de locura en la película es tan real que pocos pueden dividir quienes son los actores y quienes son los pacientes reales que operaron como extras en la filmación.
Robert De Niro
El gran De Niro tiene un doctorado en cuanto a sacrificios con su cuerpo y su tiempo para prepararse para un papel específico. Lo hizo para "Toro Salvaje", "Taxi Driver" y tantas otras… pero específicamente en 1991, para interpretar a un violador psicópata bajo la dirección de Martin Scorsese, De Niro le pagó a un dentista para que puliera y manchara su dentadura perfecta, así que lo que ven en pantalla no es ninguna prótesis. Al menos en cuanto a los tatuajes, Robert lo hizo con tintas vegetales, por lo que le desaparecieron unos meses después de la filmación sin necesidad de cirugías.
Heath Ledger
El actor se metió en el corazón de los fanáticos de Batman con su interpretación "única" del Joker. Y su composición de este psicópata no podía ser más perfecta, tanto que es más importante su rol que el del propio Batman para los que vimos este filme de Christopher Nolan. Lo cierto es que para ponerle tanta oscuridad a este "Guasón", Ledger se encerró durante seis semanas en un hotel antes de comenzar la filmación. Allí dentro no tenía contacto con nadie, ni siquiera con el personal que traía la comida. Heath pasaba sus horas perfeccionando su postura frente al espejo y probando diferentes voces que podrían ir mejor en el rodaje. Todo el trabajo le valió un Oscar póstumo como Mejor Actor de Reparto pero para muchos de sus familiares, también le valió la vida ya que al salir de ese hotel no volvería a ser el mismo.
Rooney Mara
Para algunos papeles es necesario jugarse por entero y literalmente "poner el cuerpo". Eso es lo que hizo Rooney Mara, una chica de cara angelical, con cabello castaño y ojos marrones pero que se terminó convirtiendo en esta torturada tatuada. Mara no sólo se cortó el cabello tal cual aparece en la foto y se lo tiñó de negro, se destiñó el color de sus cejas pero además se sometió a varias sesiones para colocarse piercings reales. Los que lució en la oreja, nariz, cejas y el labio fueron removidos apenas terminó la filmación pero Rooney decidió dejarse los de sus pechos por si se realizaban las secuelas.
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