‘Nunca, casi nunca, a veces, siempre’, a la renta
Como un triunfo para el empoderamiento femenino que se dio a lo largo del 2020 fue el hecho de que el congreso de Argentina aprobó la despenalización del aborto el pasado miércoles 30 de diciembre.
Un tema espinoso que muy seguramente para su legalización nacional en México irá generando muy oportunas “cortinas de humo” cuando menos hasta pasadas las elecciones de mediados de año precisamente para no perder votos de uno u otro lado de los contendientes, fue por la necesidad de su debate y reflexión la base de una de las películas que más se replicaron en las listas a lo mejor en cine del año pasado y que para el beneplácito de quienes gustan de buenas ofertas cinematográficas puede encontrarse para su renta en las plataformas de Amazon Prime y Cinépolis Klic.
Nos referimos a “Nunca, casi nunca, a veces, siempre” (“Never, rarely, sometimes, always”), tercer largometraje de la cineasta norteamericana Eliza Hittman (después de “It Felt Like Love” y “Beach Rats”, esta última disponible en la plataforma de Netflix) en la cual, a diferencia de las anteriores que giraban alrededor de la relación de jóvenes con personas adultas para fines relacionados específicamente al sexo, aquí se centra únicamente en la problemática de dos menores de edad quienes radican en una población rural del estado de Pennsylvania, Autumn (Sidney Flanagan) y Skylar (Talia Ryder), a raíz de que la primera se encuentra embarazada y requiere cuando menos de una aliada para que la acompañe en su travesía a la ciudad de Nueva York para terminar con el embarazo no deseado.
Dicho esto, “Nunca, casi nunca, a veces, siempre” puede poner de entrada a quien lea la sinopsis con una predisposición a pasar de alto este título y saltar al que sigue, algo muy respetable, pero el gran logro de su guionista y realizadora Eliza Hittman es que, sin buscar salidas moralinas a la historia, va llevando al espectador como “una mosca en la pared” al universo de un par de adolescentes de la actualidad enfrentadas desde la violencia machista que impera en las mismas aulas de su escuela hasta sus lugares de trabajo donde casi de manera literal “le besan las manos” a un jefe varón, y ante una figura paterna para la que la embarazada está de un cierto humor “por estar en una de sus fases”, como en casos como el que aquí se presenta en muchas ocasiones se ven forzadas a actuar por cuenta propia.
El momento climático del filme en el que no ahondaremos para que usted como espectador descubra su grandeza por sí mismo tiene que ver con el momento en el que las palabras del título salen a relucir, y es a través de ellas y las reacciones de la joven embarazada donde con la fuerza audiovisual que tiene el cine donde empatizamos con ella en la situación y dilema moral al que se está enfrentando, una escena en plano secuencia o sin cortes que además de las del resto de la película han servido en gran medida para los premios a los que se ha hecho acreedora a lo largo del año a partir de su estreno mundial en el Festival de Cine de Sundance donde obtuvo el Gran Premio del Jurado, mismo premio que ganó en el Festival de Cine de Berlín seguido de otros como los que ganó en San Sebastián o Los Cabos.
“Nunca, casi nunca, a veces, siempre” es, por todo lo antes comentado, una película necesaria para propiciar el debate y reflexión que es indudablemente difícil de enfrentar en sociedades polarizadas como sucedió en la misma Argentina donde el fanatismo religioso llegó a señalar a su presidente como asesino a raíz de la victoria legal del aborto… cuando la misma Biblia defiende el libre albedrío también.
Comentarios: galindo.alfredo@gmail.com; Twitter: @AlfredoGalindo