Patricia Riggen: Un milagro mexicano en Hollywood

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/ 7 abril 2016

    Conocí a Patricia Riggen en una entrevista que nos concedió a este medio en 2008 para lo que fue el estreno nacional de su ópera prima como directora “La misma luna”.

    La cineasta tapatía venía de haber hecho historia en la Meca del Cine luego de que esta cinta que protagonizaron, entre otros, dos actores con los que volvería a hacer mancuerna en proyectos posteriores como Kate del Castillo y Eugenio Derbez, después de haberla comprado Fox Searchlight en el Festival de Cine de Sundance en 2007 por 3 millones de dólares y de que tan sólo en su primer fin de semana en aquel país recuperó la inversión para a la larga cuadruplicar las ganancias en taquilla con una cantidad neta de 12 millones y medio de dólares.

    Patricia estaba automáticamente en las grandes ligas, pero lo irónico es que siendo mujer su nombre no era tan cacareado como el de sus compatriotas Alfonso Cuarón; Alejandro González Iñárritu o el también tapatío Guillermo del Toro, cuando en el mismo Hollywood tan difícil era que una directora mujer tuviera facilidad en darle luz verde para sus proyectos y, para no ir tan lejos, hasta dos años después de entrevistarla, a principios del 2010, la norteamericana Kathryn Bigelow se convirtió en la primera representante del género femenino en ganar un Oscar en la terna de Mejor Dirección por “Zona de miedo” (“The Hurt Locker”) en ocho décadas de existencia de la estatuilla.

    Todo esto viene a colación porque hace justo una semana se estrenó el tercer proyecto de Patricia Riggen en la Meca del Cine después de “Educando a mamá” (“Girl in progress”, 2012), y “Los 33” (2015), su tercera colaboración con Eugenio Derbez como directora tras “La misma luna” y “Educando a mamá” y también su tercera película con una madre como protagonista de un drama como lo es “Milagros del cielo” (“Miracles from heaven”).

    “Milagros del cielo” cuenta la historia real basada en la novela del mismo título de Christy Beam (interpretada en la cinta por la actriz norteamericana Jennifer Garner) y en su propia experiencia como la madre de una niña texana de nombre Anna (Kylie Rogers) quien en medio de una dolorosa enfermedad propiciada por la obstrucción de sus intestinos que le anticipa los más negativos pronósticos para una posible recuperación, se cura milagrosamente tras sufrir un terrible accidente.

     La película que tuvo un presupuesto estimado de 12 millones de dólares en su primer fin de semana de estreno tan sólo en Estados Unidos recuperó su inversión (ganó casi 15 millones de dólares), al momento de escribir estas líneas ha casi cuadruplicado sus ganancias aproximadas a 50 millones, y aunque muchos de sus detractores justifican esas ganancias por el mercado de cine cristiano que ha generado éxitos como “Dios no existe” y “Cuarto de guerra”, entre otras, fuera de lo que muchos piensan ni Patricia Riggen es cristiana (desde sus entrevistas de prensa ponía en claro que una cosa era que la historia se desarrollaba en el seno de una familia cristiana y otra que lo fuera) ni es una cineasta situada en una zona de confort sino todo lo contrario.

    Podrá no gustar a algunos, pero a otros tantos sí, y vaya desde aquí un aplauso de pie para una cineasta mexicana no sólo haciendo continuo acto de presencia en Hollywood sino ya en preparación de una biografía nada menos que de Vivaldi. Ahí nomás.

    Comentarios a: alfredogalindo@hotmail.com; Twitter: @AlfredoGalindo

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