Sharon Stone, la actriz que desafió a la muerte varias veces, vuelve a la pantalla grande

Sharon Stone, la actriz que desafió a la muerte varias veces, vuelve a la pantalla grande

En entrevista, la actriz que sobrevivió a ser impactada por un rayo, a un corte en la yugular y a casi perder su carrera regresa victoriosa con nuevos proyectos

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/ 31 agosto 2025
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Treinta años después de haber impuesto su nombre en la estrella del Paseo de la Fama de Hollywood, Sharon Stone volvió a pisar la misma baldosa frente al Teatro Chino. Por pura casualidad, fue ahí donde desplegaron la alfombra roja para el estreno de la nueva película ‘Nobody 2’ donde interpreta a la antagonista, con el personaje de la jefa de la mafia Lendina. Y en una época donde también se cumplen 30 años del de la nominación al Oscar por ‘Casino’, están preparando también la nueva versión de otro éxito de Sharon Stone: ‘Instintos Básicos’. Lo curioso es que su vida es tan fascinante como el cine, cuando muy pocos saben que estuvo al borde de la muerte, más de una vez, como lo cuenta en su propia biografía ‘La Belleza de Vivir Dos Veces’ (The Beauty of Living Twice).

¿Cómo fue que decidió publicar una autobiografía donde incluso empieza hablando de la muerte?

Es que tuve la extraña experiencia de haber vivido la muerte varias veces. Me cayó un trueno cuando tenía 16 años. Yo crecí realmente en un campo con 87 habitantes y niños que iban a la escuela en tractores para cantar en el coro. Y trabajé también en (la hamburguesería) Big Boys... El tema es que yo tenía mi mano en una canilla de hierro cuando un rayo cayó en el pozo de agua. El rayo subió por el agua tan fuerte que la canilla me levantó del suelo y me tiró del otro lado de la cocina, cayendo contra el refrigerador. Mi corazón se detuvo y mi madre me llevó al hospital. Estuve por una semana en un monitor cardíaco porque terminé con una arritmia que la sigo teniendo al día de hoy.

¿Es cierto que en el rodaje de la nueva película ‘Nobody 2’ también estuvo cerca de otra catástrofe?

Total. La primera versión de ‘Nobody’ es una de las películas favoritas de mis tres hijos y creo que la vimos, por lo menos, cinco veces. Y fue muy divertido interpretar este nuevo personaje de una completa lunática, alguien para nada convencional. Pero bueno, el primer día que llegué al rodaje de ‘Nobody 2’, vi que la lluvia caía de costado y por la ventana del auto noté que el viento en el césped volaba en forma de S. Y de donde yo vengo, inmediatamente supe que estaba por venir un tornado. Apenas llegué, empecé a dar órdenes, pidiendo que todos se encerraran en el vestuario. Y cuando salí a la calle, con el productor, vimos como el tornado pasaba justo al lado de nuestro edificio. Era el primer día que yo había llegado para trabajar.

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¿Tiene un instinto para nada básico sobre la muerte?

(Risas) Un par de años antes (del primer trueno) domando un caballo salvaje que habíamos pagado 15 o 20 dólares para revenderlo, el caballo salió corriendo por debajo de unas sábanas que mi madre había colgado en una soga. Yo estaba descalza y quedé atrapada en la sábana pero casi me decapitó. Me hizo un corte de 16 pulgadas por debajo de la vena yugular. También tuve un stroke de nueve días con el cerebro sangrando cuando tenía 41 años.

¿Quiere decir que la tercera no fue la vencida?

Pero estuvo cerca... me habían colocado para hacer una resonancia magnética y salí inconsciente. Cuando me desperté no había nadie en la sala y el doctor estaba muy en silencio, acariciándome el pelo, que no siempre es una buena señal. Lo miré y le dije “Estoy muriendo” y él me dijo “Bueno, estás desangrándote en tu cerebro”. Pedí hablar con mi mamá mientras podía hablar y cuando me dieron el teléfono, sentí que estaba viajando por fuera de mi cuerpo. Algo difícil de explicar, se me aparecieron dos luces blancas donde vi gente conocida que ya había muerto, mirándome con una sonrisa. Sentí que estaba yendo hacia ellos cuando de repente fue como si me levantarán del pecho muy fuerte, como si me hubiera pateado un caballo o una mula. Me senté de golpe y el doctor gritó “Nadie la toque”. Me fui al baño y estuve como una hora sin salir. Fue un experimento increíble porque perdí el 18% de mi masa corporal.

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¿Ese fue el escándalo de un médico que hizo público los análisis?

No, no, eso fue cuando tuve tumores en el busto. Fui al hospital y pensaron que era un cáncer muy serio de mamas, pero después que me quitaron el pecho izquierdo y la mitad del derecho descubrieron que eran benignos. Fue una buena sorpresa pero igual necesité la reconstrucción. Estaba toda vendada, acostada de un lado y la sangre salió por un lado de mi cabeza. Y al tratarme se les pasó lo que me había pasado la primera vez en el cerebro, porque el primer doctor solo se preocupó por buscar un teléfono para llamar a la revista People. Era un loco que quiso abrirme el cerebro. Me habían dado todo este tiempo una droga intravenosa que es como una heroína sintética y yo estaba teniendo alucinaciones. No sabía dónde estaba. Me pasaron a la sala de cuidados intensivos y empezaron a quitarme la droga, hasta que tuve que esperar un mes para una nueva operación. Volví a casa caminando con las puntas de los pies, no sentía las piernas, tartamudeando, no distinguía los colores de la pared. No podía ni escribir mi nombre, no podía recordar nada.

¿Qué año era más o menos?

Era el año 2001, mi matrimonio estaba terminado, no estaba en el mejor lugar para recuperarme. No podía ir a trabajar en esa condición. Cuando volví a casa del hospital, pasé cinco días sin dormir a la noche, dormía solo de día. Me la pasaba diciendo “No sé si debería estar aquí. No sé ni porque estoy viva”. Pero necesitaba alguien que protegiera a mi hijo. Tenía un bebé de un año y mi esposo estaba pidiéndome el divorcio al mismo tiempo que ganó la custodia de mi hijo, con la novia. Él también trabajaba con el periódico del grupo Hearst y me menospreciaba como persona. Perdí mi carera, perdí a mi bebé, perdí todo.

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Tenía 22 años cuando Sharon Stone debutó en cine con Woody Allen, en ‘Stardust Memories’, aunque el futuro pareció apagarse con los trabajos olvidados de ‘Bolero’; ‘Academia de Policía 4’ y ‘Action Jackson’. Recuperó la fama en el rol de la esposa de Arnold Schwarzenegger en ‘Total Recall’. Pero después de posar para la revista Playboy resultó elegida para protagonizar con Michael Douglas ‘Bajos Instintos’ (Basic Instinct). El título la marcó para siempre, como actriz y a nivel personal, porque el productor de la película, Bill MacDonald dejó a su esposa por ella (para cuando se separaron, al año siguiente, ella le devolvió el anillo de compromiso... por correo). La marca registrada del símbolo sexual de Hollywood lo remarcó en el cine de ‘Sliver’ pero Martin Scorsese aprovechó un perfil mucho más inteligente para acompañar a Robert De Niro en el clásico ‘Casino’, donde fue nominada al Oscar. Los problemas personales llegaron después, cuando se casó, en la misma semana del estreno de ‘Sphere’, con el periodista Phil Bronstein (47), editor del diario San Francisco Examiner. Primero perdió un embarazo y a los tres años de adoptar a su hijo mayor, Roan, llegó el complicado divorcio, con la batalla por la custodia que terminó ganando el padre. Hoy, se muestra feliz acompañada de sus tres hijos en el estreno de ‘Nobody 2’, pero el camino de la fama no tuvo tanto glamour como parece.

¿Cómo se recuperó de aquella época?

Tuve que volver a hipotecar mi casa, perdí todos mis ahorros. Y un día que estaba en el dentista para un tratamiento de conducto, tuve convulsiones cuando me inyectaron, por error, en un nervio. Pero esa tragedia terminó siendo una bendición. Yo no quise ir al hospital y mientras esperaba que todo pasara, la dentista me contó que ella enseñaba a perdonar, en una prisión de mujeres. Le pedí que viniera a casa a ayudarme a perdonarme. Había perdido todo. Había perdido la tenencia de mi hijo adoptado, necesitaba aprender a ser la mejor madre en las circunstancias en que estaba. Y cambió mi vida en todo, para saber aprovechar lo mejor de las circunstancias en que yo estaba y... Empecé a pintar cuadros.

¿La pintura y la actuación se pueden comparar?

En la Universidad PennWest Edinboro yo había tenido una mala calificación en actuación (risas), pero siempre me gustó la pintura. Incluso cuando trabajaba como actriz, llevaba crayones de colores al estudio. Me acuerdo de haber llevado un libro para colorear de Andy Warhol cuando filmé Basic Instinct, como la mejor forma de mantener la mente ocupada.

¿Y hoy dónde suele pintar?

En realidad había empezado a pintar en el dormitorio hasta que casi tuve que vender los muebles del dormitorio para hacer lugar. Regalé mi cama, empecé a mover cosas, me despertaba en shorts y me ponía a pintar. Pintaba noche y día, para volver a la cama. Apenas después de lavarme los dientes volvía a pintar de nuevo. Después de 11 o 10 días mis hijos me dijeron que era ridículo porque ni siquiera comía ni salía de mi habitación. Era una locura. Así que terminé mudando las pinturas a la casa de huéspedes. Y cuando salgo de viaje me llevo acuarelas, las más grandes que puedan entrar en mi maleta. Tengo incluso una caja de maquillajes repleta de acuarelas y pinceles, para pintar cuando no estoy en casa.

¿En qué momento se dio cuenta que podía ganarse la vida con sus pinturas?

Yo recién había pintado la primera cuando alguien le sacó una foto para subirla a Instagram. Después, alguien me escribió preguntando si podía presentarla en un remate a beneficio de una obra de caridad. Yo dije “Claro, seguro”. Y una agencia de noticias publicó la foto, remarcando las pinceladas que yo había hecho. Fue tan bueno el incentivo que ofrecí pintar otra. Y cuando terminé con esa, seguí con otra que di vuelta, agregándole pintura negra, sin saber que estaba pintando lo que parecía una caligrafía japonesa. Era lo que a mí me gustaba. Y cuando llevé un cuadro de regalo al cumpleaños de una amiga, ella decidió abrirlo delante de otros invitados famosos como Oprah y Michelle Obama... A la semana me ofrecieron una presentación y... así sigo rebuscándomelas.

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