‘Temo que mi mamá muera’: hijo de Britney Spears expresa preocupación por la cantante y enciende las alertas

A casi dos décadas de haber sido la “princesa del pop”, Britney Spears vuelve a estar en el centro del debate mediático. Su exesposo, Kevin Federline, reveló recientemente que los hijos que ambos comparten —Sean Preston y Jayden James— han decidido mantenerse alejados de su madre por temor a su bienestar. “Tengo miedo de que mamá muera”, confesó uno de los jóvenes, según el testimonio incluido en las memorias de Federline, You Thought You Knew, publicadas este mes.

El libro, que ha generado fuerte polémica en medios internacionales, detalla episodios de tensión dentro del hogar de Spears. Federline asegura que sus hijos presenciaron “situaciones impactantes” durante sus visitas, aunque evita dar detalles específicos. Alega, sin embargo, que el comportamiento de la cantante ha sido motivo de “profunda preocupación” y que la distancia entre madre e hijos se debe a la falta de estabilidad emocional en su entorno.

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Las acusaciones no tardaron en causar respuesta. Spears calificó las declaraciones de su exmarido como una forma de “gaslighting constante” y lamentó que, una vez más, su vida privada se utilice como espectáculo mediático. En redes sociales, la artista escribió: “Las relaciones con chicos adolescentes son complejas. Necesitan responsabilizarse de sí mismos... Les avisaré cuando esté disponible”, una declaración que deja entrever su molestia por el distanciamiento, pero también la complejidad de su relación con dos hijos que ya alcanzaron la mayoría de edad.

Desde el fin de su tutela en 2021, la intérprete de Toxic ha tratado de reconstruir su independencia personal y emocional tras más de 13 años bajo el control legal de su padre, Jamie Spears. No obstante, informes recientes de medios como The Times of India y Page Six apuntan a que su círculo cercano estaría nuevamente alarmado por su estilo de vida. Fuentes citadas describen un entorno “desordenado” y una rutina que refleja aislamiento y falta de apoyo profesional constante.

Las memorias de Federline reabren así una herida familiar que nunca terminó de sanar. En uno de los fragmentos más comentados, asegura que los hijos de la cantante despertaban por las noches y la encontraban “de pie, en el marco de la puerta de su habitación, sosteniendo un cuchillo”. Spears desmintió esta versión y señaló que su exmarido busca lucrar con su historia justo después de que finalizara el pago de pensión alimenticia, en noviembre de 2024.

El contexto no es menor. Los hijos de la artista, Sean Preston, de 20 años, y Jayden James, de 19, residen actualmente con Federline en Hawái y mantienen poca comunicación con su madre desde hace más de un año. Según el propio Kevin, los jóvenes “necesitan distancia para protegerse emocionalmente”, mientras que Spears ha declarado que el alejamiento le resulta doloroso, pero que confía en un eventual reencuentro.

El caso de la cantante ha vuelto a encender el debate sobre el impacto de la fama en la salud mental y los vínculos familiares. Psicólogos consultados por diversos medios han coincidido en que los entornos de alta exposición mediática y conflictos públicos tienden a generar dinámicas de estrés y desconfianza entre padres e hijos, sobre todo cuando existen antecedentes de tutela o control personal, como en el caso de Spears.

A pesar del clima de tensión, la artista continúa mostrando actividad en redes sociales, donde suele compartir videos de baile y mensajes enigmáticos que sus seguidores interpretan de maneras opuestas: algunos ven señales de vulnerabilidad, mientras otros defienden su derecho a mostrarse libremente tras años de vigilancia. La dualidad entre la figura pública y la mujer que busca equilibrio sigue marcando su presente.