Terapia urgente para Luis Miguel

1.- Llega a su fin una historia que se estrenó en abril de 2018. Me refiero a “Luis Miguel, la serie”, cuya tercera y última temporada se estrenó hace un par de días. A diferencia de las primeras dos temporadas –las cuales fueron estrenando un capítulo por semana– la temporada tres lanzó al mismo tiempo todos los capítulos que fueron hechos para completar esta entrega que resultó, de hecho, la más corta de todas.

2.- Cabe recordar que la primera temporada tuvo 13 capítulos, la segunda contó con 8 y la tercera solamente tiene 6. Evidentemente el presupuesto y el interés del público fue disminuyendo con el tiempo. Así las cosas, nos quedamos nada más con 27 capítulos en total para tratar de entender los 51 años, 6 meses y 12 días que tiene de vida el famoso y polémico cantante. ¿Cuántos años más vivirá siendo una figura relevante? Sólo el tiempo lo dirá.

3.- Tratando de no dar spoilers de la temporada número tres, hablemos de la obra en general. Lo que queda perfectamente claro es que Diego Boneta hizo un gran trabajo con la interpretación y el arco del personaje. Aunque la infancia y adolescencia de Luis Miguel fueron interpretadas por otros actores, Boneta abarcó del personaje a su cargo, la fuerza y galanura de la primera juventud, la intensidad de sus treintas y la prematura decadencia de su cuarta década.

4.- Además algo muy importante a resaltar es que de Diego Boneta no esperábamos más que una buena actuación. Sin embargo, la reinterpretación que él mismo hizo de todas las canciones de Luis Miguel ¡es espectacular! Muy a la altura del gran talento del personaje que está interpretando. Ahora bien, hay una sola cosa que puede distraernos del trabajo de Boneta y me refiero, sin lugar a dudas, a la magistral actuación de Óscar Jaenada como Luisito Rey.

5.- Resultó tan abrumador el éxito de Jaenada en “Luis Miguel, la serie”, que no solamente su frase “¡Coño, Micky!” se hizo inmortal, además tuvieron que traerlo de regreso a la temporada tres. Esto lo lograron creando muchas escenas donde Luis Miguel recuerda su nacimiento y primeros años de infancia. De hecho, fue precisamente la ausencia de Jaenada en la temporada dos, lo que hizo que esta etapa tuviera una pésima recepción.

6.- Regresando a la temporada tres, algo muy importante a resaltar es la valentía del equipo de producción de presentar a un Luis Miguel pasado de peso, deprimido, autodestructivo y lleno de resentimientos. Como si fuera un hombre amargado de la tercera edad. Aquí se retrata con claridad su incapacidad de vincularse afectivamente y de reconocer a quien verdaderamente lo ama. La verdad es que es un cierre tristísimo.

7.- En esta temporada, hasta llega uno a apreciar y a valorar a personajes como Mariah Carey a pesar de que, en la vida real, esta cantante tiene una pésima imagen pública. Y así pasa con todos los demás personajes: los hermanos de Luis Miguel y sus amigos cercanos tienen que estar rogando todo el tiempo para que el egocéntrico cantante entre en razón. Si esta serie está contando la verdad, urge que Luis Miguel se someta a terapia y resuelva su vida emocional. Alguien tiene que sacarlo de esa loca carrera hacia la autodestrucción.

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