Tribeca rinde tributo a "Scarface" en su 35 aniversario
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Al Pacino recordó que fue él quien propuso al productor Martin Bregman grabar un "remake" de "Scarface" tras ver la película original, estrenada en 1932, en un cine de Los Ángeles.
El Festival de Cine de Tribeca rindió hoy homenaje a la película "Scarface" (1983), por el 35 aniversario de su estreno, con un coloquio entre su director, Brian de Palma, y sus protagonistas, Al Pacino, Michelle Pfeiffer y Steven Bauer.
Al Pacino recordó que fue él quien propuso al productor Martin Bregman grabar un "remake" de "Scarface" tras ver la película original, estrenada en 1932, en un cine de Los Ángeles.
Pese a que expresó su deseo de interpretar al personaje protagonista, Tony Montana, en un principio los productores pensaron en Robert de Niro, pero el actor lo rechazó y Al Pacino consiguió el papel.
El fichaje de Pfeiffer también fue algo complicado, ya que tanto el director como Al Pacino tenían dudas sobre ella, pero finalmente claudicaron tras la insistencia de Bregman.
"Scarface" les salvó del olvido: Pfeiffer acababa de estrenar la secuela de "Grease", que resultó ser un fracaso comercial, mientras Al Pacino, que había alcanzado la fama con "El Padrino" una década atrás, atravesaba una mala racha profesional.
A Pfeiffer se le preguntó si podría haber un nuevo "remake" en el que Tony Montana fuese interpretado por una mujer, pero antes de que la actriz pudiese responder tanto De Palma como Al Pacino se avanzaron para decir que “no".
De Palma respondió por ella y descartó esa posibilidad porque "Scarface" ya es un "remake" de otra cinta, explicó.
La película hizo una buena taquilla y recaudó 44 millones de dólares, pero fue ninguneada por la crítica, que no veía con buenos ojos el exceso de violencia, la trivialidad con la que se trataba el narcotráfico y lo mal hablados que eran los personajes.
De hecho, fue catalogada hasta en tres ocasiones con una "X" por su alto nivel de violencia, lo que llevó a los productores a organizar una gran campaña para que se revisase esa calificación cinematográfica.
Para ello, contrataron a periodistas y policías de Miami que testificaron que la violencia exhibida era un mero reflejo de la realidad.
Tampoco sentó bien a parte de la comunidad cubana de Miami, que opinaba que el filme retrataba a los cubanos como criminales, mientras algunos actores cubanos criticaron que un estadounidense como Al Pacino interpretase a Tony Montana.