Vigilante: Por un renacer del rock

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/ 29 octubre 2018

Paco Peláez, bajo y voz de Vigilante, habló con VANGUARDIA sobre crear el disco perfecto para abrirle paso a una nueva ola roquera en el país

¿Dónde está el rock? El rock de verdad, de guitarra, bajo y batería, nada de teclados ni sonidos electrónicos que inundaron la escena musical esta última década, haciéndola parecer unos nuevos ochentas. El bajista y cantante Paco Peláez tiene fe, él no cree que este género esté enterrado en una tumba para siempre, sino que simplemente descansa, esperando el momento oportuno para volver a salir. 

Partidario de los guitarrazos y fan de Oasis, Stone Roses y los Strokes, decidió darle fin a su otra banda, Los McAllister y junto al baterista Diego, fueron a buscar no uno, sino dos guitarristas, Andrés y Lorenzo, para formar Vigilante. Originarios de Puebla, la primera parte de su misión, consistía en crear un disco de calidad que dignificara al rock y estuviera a la altura de sus ambiciosas expectativas. 

Hoy ya lo lograron y tres sencillos se pueden escuchar: “Horas Largas”, “Contraluz” y “El Planeta”. El álbum homónimo sale entre finales de enero, principios de febrero del próximo año. La segunda parte consiste en salir a tocar y es aquí donde la ven un poco más difícil. La escena musical nacional está saturada de otros géneros y no hay muchas oportunidades para un rock como el que ellos desean hacer. Pero aún así, tienen confianza en el disco que grabaron y la calidad y dedicación que le pusieron. “Lo demás se dará con el tiempo. Con trabajo y con el tiempo”, cuenta Paco a VANGUARDIA, seguro, decidido, con toda su fe puesta en el rock.

¿De dónde nace Vigilante?
“El proyecto nace a raíz de que se disolvió una banda que teníamos antes, que se llamaba Los McAllister, hace cuatro años, tuvimos ahí bastante suerte en la Ciudad de México, tuvimos muy buenas fechas y todo. Pero nuestra gran frustración, y por lo cual se separó la banda, fue que nunca tuvimos un álbum que consideráramos digno de nuestras referencias. Se separó la banda y Diego que era baterista y yo nos enfocamos ahora sí en cuerpo y alma, durante cuatro años, de entrada a formar la nueva banda, producir las nuevas canciones y conseguir un productor y un estudio y llegar a tener el álbum que siempre quisimos. Afortunadamente lo logramos, después de varios intentos fallidos de grabación, diferentes productores. Al final tuvimos la oportunidad de conocer a José Carlos de Luna, que fue la persona que aterrizó todas nuestras ideas tal cual. Y bueno, ya teniendo el disco terminado decidimos salir a la luz en enero de este año”. 

Aunque están cerca de la Ciudad de México y la mayoría del trabajo se hace aquí, ¿ser de Puebla no les da cierta perspectiva o visión particular?
“Sí, porque me he dado cuenta que en la Ciudad de México, al haber tantas bandas, siento que se contagia mucho el sonido. Las bandas suenan muy parecido o tienen referencias muy similares. Hay muchas bandas que suenan muy parecido a Zoé, por ejemplo, más que nada las nuevas bandas fuertes. Nosotros como que crecimos paralelamente escuchando otras bandas, teniendo otras referencias, más que nada impulsadas por nuestros padres, desde chiquitos. Sí siento que hubo una ramificación, sí tenemos un enfoque bastante diferente. Que eso puede llegar a ser un plus”.

Cuéntame sobre el contenido de este nuevo disco, que lleva el mismo nombre del grupo.
“Son 10 canciones. Las 10 canciones tienen exactamente la misma dedicación, el mismo control de calidad, por así decirlo, el mismo trabajo. Son canciones que todas consideramos que están al nivel. Cada una pudo haber sido un sencillo. Si a la gente le han gustado las tres canciones que tenemos del disco, se pueden esperar lo mismo. No hay ninguna canción de relleno, todas tienen una función o un rol dentro del disco, sin llegar a ser un disco conceptual, pero todo conserva más o menos ese mismo sonido. Únicamente se grabaron dos guitarras, bajo y batería en cada canción, no metimos ningún sonido de más. Ya para resumirlo todo: las guitarras son las protagonistas del disco, el sonido de la banda, más que nada”.

En cuanto a las letras, ¿de qué hablan estas canciones?
“La mayoría hablan de cuestiones emocionales o del amor, más bien. Son canciones que terminamos de componer hace ya casi tres años, lo que fue largo fue el proceso de grabación. Entonces, hablan de una etapa que vivimos como banda muy específica de esa época, estamos hablando por ahí del 2014, 2015. Son situaciones de desamor y cuestiones que teníamos personales. Habla sobre estos dos años de la banda en los que estaba en gestación y teníamos muchos conflictos emocionales”.

¿Cuál fue la mayor dificultad de estar dentro del estudio?
“Al principio, con los primeros productores, fueron dos, capturábamos los tracks y no. Sentíamos que no estaba bien producido, no había cuidado en el detalle. Siempre algo bien hecho es la suma de muchos factores y todo estaba muy descuidado. Ya cuando entramos con José Carlos de Luna a grabar el disco que conocemos, todo fluyó muy fácil, muy rápido. Fue un proceso de estar yendo tres meses, tres días a la semana, todo el día a culminar el trabajo. Ahorita los verdaderos obstáculos y complicaciones los estamos viendo con los que mueven la industria de la música, que nos hagan un espacio, en festivales, en toquines y eso. Los oídos hoy en día están muy malacostumbrados a sonidos muy de moda o a bandas con un sonido más electrónico, el rock está muy rezagado. Pero ahí vamos, nosotros estamos muy confiados de lo que tenemos, estoy seguro de que a la gente le sigue gustando el rock”.

Entras a una zapatería en el Centro o en alguna tienda en la Condesa o un supermercado donde sea, yo siempre sigo escuchando canciones de los Caifanes, de Hombres G… en todos lados. Se me hace raro que la gente diga que el rock está muerto porque ahí está. Digamos, las grandes mentes creativas ahorita, musicalmente hablando, están en otros géneros, pero tendrá que haber alguna que regrese al rock”.

¿Por qué crees que se ha perdido, qué pasa con las bandas del país?
“Siento que hay falta de identidad, quieren sonar a muchas bandas diferentes, tienen muchas influencias muy revueltas y a las bandas lo que les falta es encontrar un sonido un poco más característico, no sé. Bueno, a mí me pasa, por lo menos con las bandas mexicanas, todas me suenan muy parecido, todas tienen una producción muy parecida, una tarola muy electrónica, unos ‘sintez’, como que es un look muy influenciado por los sonidos electrónicos y eso, al fin y al cabo, termina saliéndose de lo que es el rock. Pero la historia de la música así nos lo ha marcado. Esta década fue como unos nuevos ochentas, más o menos. Pero es como cíclica la cosa, a finales de los ochenta salió Oasis, luego en los dosmiles salieron los Strokes, siempre hay algunas bandas que regresan a los origenes del rock y se vuelve a poner de moda. Luego decae otra vez y así. Por lo menos así ha pasado, desde los sesentas hasta ahorita”.

¿Entonces en 2020 habrá un renacimiento roquero?
“Ojalá y sí, esperemos. Ya lo dijo Jack White, ya lo dijo Liam Gallagher, que esperan a las nuevas bandas que da el género con los jóvenes”.

¿A ti por qué te gusta este género?
“Yo de chiquito, desde que tenía seis años, mi mamá escuchaba mucho Queen. Después me empezó a gustar el rock, me empezó a gustar Pink Floyd, Led Zeppelin. En el momento en que me identifiqué con una banda dije ‘ese es el camino que quiero seguir’, fue cuando conocí a Oasis. Fue como una mezcla entre todo; el sonido de las guitarras que me gustaba, un rock que no era depresivo, digamos se vestían como gente normal, no llevaban ningún disfraz, ni nada, no sé, me llamaron mucho la atención. Y ya de ahí me fui involucrando más, fui conociendo más bandas, hasta que tengo 30 años y heme aquí, echándole todos los huevos a la misma canasta”.

¿Sienten expectativa o nervios, previo al lanzamiento del disco?
“Hay más emoción que nervios. Ya queremos sacar esa última carta que tenemos y confiar que nos siga abriendo puertas y poder ahora sí ya empezar a tocar en fechas importantes. Las bandas de rock la mitad es el disco, pero la otra mitad es el concierto, el ambiente en vivo y queremos que llegue a la mayor cantidad de gente posible”.

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