Zac Efron juega a ser malo
De estrella Disney a vigilante de la playa cachas, el actor acepta incluso un papel secundario para cambiar de rumbo su carrera
LOS ÁNGELES.- Zac Efron asegura que le gusta el riesgo. “Es la parte de mi personalidad que me enorgullece. El hecho de estar siempre a la búsqueda”, aseguró el actor a EL PAÍSdurante la presentación este mes de su último estreno, la adaptación al cine de “Guardianes de la Bahía”. Lástima que su filmografía no secunde estas palabras, porque Efron está encasillado en el papel de buen chavo con buen cuerpo desde que consiguió el amor de Hollywood con el éxito de “High School Musical”. Pero el chico bueno está decidido a sacar su lado oscuro interpretando a Ted Bundy, uno de los asesinos más populares en EE UU, ejecutado en 1989 sin que se supiera a ciencia cierta el número de mujeres que había matado y cuya cifra pudo llegar a la treintena.
Su papel, recientemente anunciado, en la película “Extremely Wicked”, Shockingly Evil and Vile parece describir todo lo que él no es, alguien extremadamente malvado, sorprendentemente cruel y vil. Sin embargo, los encargados de esta producción están seguros de que el actor tiene lo necesario para recrear la brutalidad con la que Bundy trataba a sus víctimas. No es la primera estrella de Disney que se pasa al lado oscuro. Otros como Justin Timberlake o Ryan Gosling se despidieron de sus papeles de niños buenos con asesinos como los que interpretaron en “Alphadog” (2006) o “Asesinato 1, 2, 3” (2002), respectivamente. Lo mismo que le pasó a Christian Bale, que alcanzó su madurez como actor cuando dio vida al psicópata Patrick Bateman en “American Psycho”.
Rondando la treintena, Efron lleva tiempo buscando esa madurez, aunque sin mucho éxito. En comparación con la fama y el dinero que le han dado títulos como “Hairspray” (2007), “17 Otra Vez” (2009), “Malditos Vecinos” (2013) o las diferentes entregas de “High School Musical”, su paso por papeles más serios como los de “Orson Welles y yo” (2008) o “El chico del periódico” (2012) han caído en el olvido. “No soy de los que piensa nunca que he llegado a la cima. Soy más bien de los que cree que lo importante es continuar con el esfuerzo. Aunque fracase. Lo que aprendes es lo que te hace más fuerte”, reconoció a este diario con ese tono de introvertido extrovertido con el que se describe y que ha adoptado desde hace unos años.