Energías verdes miden su eficiencia
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Expertos aseguran que la diferencia con los hidrocarburos se verá a largo plazo
Ciudad de México. Si bien el principal enemigo de las energías verdes es la generación por medio de derivados del petróleo, aún entre las diferentes tecnologías hay competencia y el resultado es que renovable no es sinónimo de sustentable pero no a todos se les pueden meter en el mismo costal.
Las energías renovables son aquellas que pueden entrar en un ciclo, acabarlo y reiniciar; sustentable se entiende de aquella que viene de una fuente limpia, con bajas emisiones, y trabajo aún por hacer.
Por ejemplo, la Biomasa, que puede ser la leña, es un concepto de energía renovable porque proviene de un recurso (el bosque por ejemplo) que, bien cuidado, puede dar calor a generaciones enteras pero si no provoca la deforestación.
La energía nuclear, que puede ser muy competitiva, es de cero emisiones contaminantes y ya en operación y con las medidas de seguridad necesarias es una fuente sustentable de largo plazo.
Es más, con las inversiones necesarias para aplicar la tecnología para eliminar emisiones, una central carboeléctrica puede ser tan costosa como la nuclear.
El tema es qué decisión se toma para apoyar algún tipo de energía sobre todo si se piensa en dejar de usar hidrocarburos, explica John Padilla, director de IPD Latin America, consultora del sector.
Uno de los temas más importantes que se deben de revisar en el mediano y largo plazo es cómo se van a sustituir esas fuentes de energía derivados del petróleo, qué países lo van a hacer y de qué manera.
Padilla plantea que hasta ahora el modelo económico mexicano depende del petróleo pese que hay deficiencias relacionadas con la alta dependencia de importaciones y el esquema fiscal.
En Latinoamérica las energías renovables no son la mejor opción por la necesidad de energía que tienen al ser economías en desarrollo, es entonces cuando la verdadera opción es que los principales motores de este tipo de energía sean las economías como Estados Unidos, Canadá y Europa, por ejemplo.
Por ejemplo, el Ministerio de Finanzas de China anunció que gastará unos 21 mil 400 millones de Euros para promocionar el ahorro de energía.
David Mares, profesor de la Universidad de California, señala que las diferencias sutiles entre un sector energético con base en hidrocarburos y otro con más energías verdes son las que, en el largo plazo, harán la diferencia.
"Renovable no es lo mismo que sustentable", señala. Sobre todo si se toma en cuenta que las decisiones en energía nuclear son tan diferentes antes o después del accidente de Fukushima.
Pero hay un elemento nuevo que debe ser considerado como parte del proceso energético a nivel mundial es la enorme cantidad de Shale Gas que hay en Norteamérica y que redujo el precio a niveles de 2.5 a 3 dólares por millón de BTU's.
Mares dice que los recursos de sol o de viento deben ser explotados de una manera más eficiente pero el problema de fondo es la cantidad de recursos que se necesitan para desarrollar estas fuentes y la experiencia es que aplican subsidios.
Enfrentan barreras legales
Las energías renovables susceptibles de explotar en el país son: solar, eólica, hidráulica, bioenergía y geotermia.
Sin embargo, las barreras en el desarrollo de las energías renovables en México están en que la planeación energética del país se basa en metodologías que evalúan sólo el costo económico de corto plazo de generación de energía.
Según un documento de la Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit (GTZ) GmbH (Cooperación Técnica Alemana) las barreras para detonar las fuentes renovables son: La falta de valoración que los beneficios que las energías renovables aportan a la economía nacional, tales como la estabilidad de precios de la energía en largo plazo, y reducción de riesgos en el abasto energético, aunado al hecho de contar con importantes recursos energéticos fósiles nacionales, hace que las políticas y prospectivas energéticas nacionales aún se basen en combustibles fósiles.
Otras limitaciones constitucionales y legales para la participación privada en el sector energía, en el caso específico de la generación eléctrica, es la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE) sólo permite la generación a particulares, a través de permisos.
Si bien, estas modalidades permiten la participación de particulares en la generación y transmisión de energía eléctrica, obliga a las empresas públicas de electricidad a adquirirla a bajo costo.
Con este enfoque, la generación eléctrica a través de energías renovables es más costosa, comparado con fuentes fósiles, por lo que se requieren fomentarlas. Para lograrlo, es necesario establecer incentivos económicos y fiscales, así como valorar el aporte que las fuentes renovables (en particular las de carácter intermitente) dan al Sistema Eléctrico Nacional.