Ian Wilmut, el "padre" de la oveja clonada Dolly, cumple 65 años

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/ 5 julio 2009

    Cuando el genetista británico Ian Wilmut, quien el martes 7 de julio cumple 65 años, presentó en 1997 su creación a la opinión pública, la oveja y el científico se convirtieron de la noche a la mañana en una sensación mundial

    Londres.- Una oveja lo llevó a la fama mundial. La oveja clonada Dolly no tiene un padre biológico, sino que fue creada por la mano del hombre.

    Los investigadores dirigidos por Wilmut en el Instituto Roslin, cerca de Edimburgo, clonaron por primera vez a un mamífero a partir de una célula somática adulta.

    Con su socio Keith Campbell, el escocés obtuvo por primera vez de manera artificial una copia genéticamente idéntica de un ser vivo y al mismo tiempo desencadenó un amplio debate en la sociedad. Además de los cuestionamientos éticos, opositores a la técnica de la clonación critican los riesgos de malformaciones y deficiencias. Sin embargo, al igual que otros investigadores, Wilmut espera que la clonación ayude a mejorar los tratamientos de enfermedades como el mal de Parkinson, la diabetes o la leucemia.

    "No deberíamos ser tan temerosos frente a ese tipo de tecnologías", dijo en una entrevista. "Si de esta manera se puede evitar heredar defectos genéticos causantes de enfermedades, considero que es justificable desde el punto de vista ético. Hasta se podría argumentar que es inmoral no hacerlo".

    Aplicando el mismo método que dio origen a Dolly, en los años siguientes fue creado un zoológico de animales clonados: vacas, ratones, cerdos, cabras, conejos y al menos un gato.

    Sin embargo, muchos de los animales clonados murieron en el útero de la hembra a la que fue transferido el embrión o poco después del nacimiento. Además, muchos de los ejemplares clonados son más susceptibles de enfermar que el promedio.

    También Dolly tuvo que ser sacrificada con seis años por una infección pulmonar y después de su muerte fue disecada y exhibida en un museo.

    Debido a que la edad de Dolly corresponde a alrededor de 40 años humanos, la discusión sobre los riesgos de la clonación recibió un nuevo impulso.

    En realidad, de joven Wilmut quería ser agricultor. Su inclinación por la ciencia la descubrió indirectamente.

    Con 14 años, trabajaba los fines de semana en granjas, porque le gustaba estar en contacto con la naturaleza. Estudió ciencias agrarias, pero luego se decidió a realizar una práctica en un laboratorio para obtener el doctorado en biología.

    Desde mediados de los años 80 se dedicó a la clonación, es decir a la reprodución artificial de seres vivos genéticamente idénticos.

    En 2005 Wilmut saltó a las primeras planas de los diarios cuando le fue concedida una licencia para la clonación terapéutica con fines científicos. En este caso, el material genético del ser humano es introducido en un óvulo al que se le retiró previamente el núcleo, para obtener tejido de reemplazo genéticamente idéntico.

    Wilmut, padre de tres hijos, siempre rechazó crear un ser humano completo clonado, como fue anunciado por ciertos investigadores.

    El cambio radical se produjo en marzo de 2008, cuando Wilmut anunció su adiós a la clonación. Desde entonces se dedica a investigar la reprogramación de células de la piel a un estadio que se asemeja al de las células madre embrionarias.

    "No está bien pedirle a las mujeres que donen óvulos si la probabilidad de éxito de una clonación es tan baja", dijo Wilmut, quien entretanto trabaja en la Universidad de Edimburgo.

    Por sus méritos científicos, Wilmut fue nombrado caballero por la reina Isabel II a fines de 2007. Tras la ceremonia realizada en el Palacio de Buckingham dijo que recibió la distinción en representación de todo su equipo de investigadores.

    Es que es controvertido el papel que tuvo en la clonación de Dolly. Si bien él tuvo un "papel de supervisión" y figuró como primer autor del artículo científico que anunció a Dolly, el propio Wilmut reconoció que otros científicos hicieron la mayor parte del trabajo.

    El investigador afirmó que no fue él, sino su ex colega Keith Campbell quien tuvo el mayor mérito en el trabajo de clonación.

    Por otra parte, Wilmut manifestó que a veces se frustra cuando los avances científicos no son suficientemente reconocidos. "Mi padre era diabético y necesitaba insulina, que fue descubierta en su tiempo. Si hubiese nacido 20 años antes, no hubiese sobrevivido y yo no habría nacido", indicó.

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