Descubren cómo el pequeño crustáceo Pontella mediterranea puede ser uno de los mayores reservorios de microplásticos del mar
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Investigadoras del Centro Oceanográfico de Baleares del Instituto Español de Oceanografía (IEO) descubrieron que el pequeño crustáceo Pontella mediterranea, que es una especie muy abundante, podría ser uno de los grandes reservorios de microplástico del océano
PALMA- Investigadoras del Centro Oceanográfico de Baleares del Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) publicaron una investigación en la que revela que el copépodo Pontella mediterranea, que es un crustáceo con un tamaño aproximado de un grano de arena, es capaz de lograr retener una media de 45 microplásticos, y hasta un máximo de 200, por metro cúbico de agua de mar, esta es una especie con una elevada abundancia, por lo que lo convertiría en uno de los reservorios de microplásticos más grandes del océano, detalla un comunicado de IEO.
Este estudio establece la primera evaluación en lo que respecta en la interacción entre los microplásticos y una especie de Pontellidae.
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“Para realizar este análisis, que constituye la primera evaluación de la interacción entre los microplásticos y una especie de Pontellidae, el equipo científico realizó un muestreo de los primeros 12 centímetros de las aguas superficiales del mar de Alborán durante la campaña MEDIAS, realizada en el verano del 2022”, explica el IEO.
Una vez que fue calculada la abundancia, prosigue el IEO, que fluctúa desde varias decenas hasta mil individuos por metro cúbico en los primeros centímetros de la superficie marina, los científicos realizaron una evaluación sobre la capacidad de ingesta y retención de microplásticos de alrededor 3,000 crustáceos de Pontella mediterranea.
Según el EIO, los copépodos Pontellidae “ocupan un peculiar nicho ecológico al vivir en la interfaz entre la atmósfera y los océanos”. Así mismo, precisa el comunicado, esta especia desarrolló mecanismos de adaptación en su entorno cambiante, gracias a “una coloración azul brillante los protege de la alta radiación ultravioleta y contra la depredación y las estructuras de adhesión superficiales les permiten permanecer en la superficie frente a las turbulencias”.
Los Pontellidae conforman una de las redes alimentarias de uno de los hábitats marinos más extendidos y críticos, siendo una especie esencial para una variedad de “procesos terrestres biogeoquímicos y climáticos globales como el intercambio de aerosoles y gases entre las aguas oceánicas y la atmósfera, por lo que son cruciales para una amplia gama de procesos globales y difíciles de reemplazar por otras especies”, señala el EIO, y añade que, “Además, están amenazados por el cambio climático global y contaminantes antropogénicos, incluidos los microplásticos”.
El número de partículas que son ingeridas por cada uno de estos crustáceos, es muy bajo si se toma en cuenta que otras especies, tales como los mejillones, son capaces de ingerir entre 10 y 50 veces más partículas. No obstante, debido a la gran abundancia de Pontella mediterranea en la zona del dónde se llevó a cabo el estudio, establece que sea capaz de acumular hasta 200 partículas por metro cúbico de agua, pudiendo representar un gran reservorio de microplásticos en el medio marino.
Por último, el EIO, indica en su comunicado que de acuerdo a los resultados obtenidos en esta investigación, son de gran interés debido a que los microplásticos son una de las “principales amenazas para el medio marino y la biodiversidad asociada”.
En opinión de Valentina Fagiano, primera autora del trabajo e investigadora predoctoral por el Govern de les Illes Balears en el grupo Impact@sea liderado por Salud Deudero del Centro Oceanográfico de Baleares, “este estudio representa un primer paso para comprender la interacción entre copépodos hiponeustónicos y microplásticos”.
“Comprender cómo se distribuyen, transfieren y acumulan los microplásticos dentro de las redes alimentarias marinas es crucial para entender sus efectos en múltiples niveles. Sin embargo, se necesitan más estudios para valorar esta interacción, su potencial para secuestrar microplásticos y analizar cómo estos reservorios podrían afectar a la propagación de microplásticos a lo largo de las redes alimentarias”, finalizó Fagiano.
Con información de la Agencia EFE y el Centro Oceanográfico de Baleares del Instituto Español de Oceanografía.