En México no se valora al frijol como inhibidor de la glucosa alta

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/ 24 febrero 2018

Investigadora mexicana premiada por estudios nutrimentales lamenta que la triada compuesta por maíz, calabaza y frijol pierda atención de la población

En la última década el consumo de frijol ha disminuido en la población mexicana y, paradójicamente, ha aumentado considerablemente el número de pacientes con obesidad, diabetes y síndrome metabólico.

Así lo hace nota la doctora Nimbe Torres y Torres, investigadora del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), quien ha dedicado parte de su desarrollo profesional al estudio de los alimentos prehispánicos.

“El frijol es un alimento con un índice glucémico bajo, es decir, al consumirlo las concentraciones de glucosa en sangre suben muy poco. Esto hace que el páncreas secrete menos insulina y se previene el desarrollo de la diabetes”.

La especialista en nutrigenómica lamenta que en nuestros días haya más información respecto a alimentos provenientes de EU y de Europa, y no de los endémicos del país. “Nuestra idea en el departamento de Fisiología de la Nutrición del INCMNSZ es conocer más de los alimentos mexicanos, sus beneficios sobre la salud para poder darles un valor agregado y hacer recomendaciones apropiadas de su consumo, así como también contribuir para contrarrestar los graves problemas en el país de síndrome metabólico, diabetes y obesidad, debido al alto consumo de productos altos en grasa saturada y azúcar”.

Como parte de un reciente estudio, el equipo científico que encabeza la doctora Torres y Torres ha encontrado que la cascarilla que cubre la legumbre tiene varios compuestos que ayudan a bajar el colesterol y los triglicéridos.

Asimismo, se ha visto qué disminuye concentración de leptina y de un lipopolisacárido (LPS) que es indicador de inflamación involucrado en la resistencia a la insulina.

En la misma investigación se comprobó que debido a la presencia de almidones resistentes, el frijol fomenta que exista una mejor microbiota intestinal, esto es porque está compuesto de almidones resistentes, que son derivados de cadenas grandes de glucosa, pero que no se degradan por los ácidos digestivos y llegan hasta el colon donde las bacterias se encargan de romper los hidratos de carbono complejos, en otras palabras, hay una mejor salud digestiva.

El frijol es limitante en el aminoácido metionina, y el maíz es deficiente en lisina y triptofano, de manera que al combinarse se complementan y dan como resultado una proteína de muy buena calidad.

“Los jóvenes no deben olvidarse de los alimentos tradicionales mexicanos, entre ellos chía, hongos, maíz, jitomate, semilla de calabaza, nopal, frijol e, incluso del agave, de los  que se obtienen ácidos grasos omega 3, fibra soluble, antioxidantes y proteína que pueden tener un efecto benéfico sobre la salud del paciente diabético”, recalca la doctora reconocida por sus investigaciones en el área de nutrición.

Insiste en que al consumir media tasa de frijol machacado obtendremos fibra y proteínas, se aumenta la sensibilidad a la insulina y disminuye colesterol. Asimismo, en estudios de obesidad se ha visto que disminuye el depósito de grasa corporal, de manera que colabora en la pérdida de peso. En otras investigaciones se ha documentado que algunos azúcares en el frijol ayudan a contrarrestar el cáncer de colon.

Finalmente, la doctora Nimbe Torres invita a que retomemos el interés por los alimentos mexicanos, los cuales brindan grandes aportes a la salud. 

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