Hablar con personas mediante sueños lúcidos es posible
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¿Qué puertas abre que alguien despierto se comunique de forma efectiva con un soñador lúcido? Tal vez más experimentación neurológica, tal vez la comercialización onírica… hay grandes posibilidades
Bienvenido, freak del internet.
¿Alguna vez has tenido sueños lúcidos? Esos en donde eres consciente de que estás soñando y puedes manipular libremente lo que ocurre, siendo una especie de ente todopoderoso. Yo sí y es totalmente alucinante.
Te cuento esto porque recientemente un grupo de científicas y científicos logró establecer con éxito un diálogo coherente con personas que se encontraban dormidos y experimentando sueños lúcidos.
Y para alguien que le entusiasma mucho más la experimentación que nos permite descubrir los secretos de la psique humana que la exploración de mundos lejanos, no pude pasar el tema por alto.
La sola premisa ya se antoja para un salto importante en el campo de neurociencias y los procesos oníricos, aunque también para una de esas historias de ficción que termina mal. Pero no nos adelantemos. Cuando leí esto en Futurism y fui a confirmar la información en Motherboard, las especulaciones se despejaron y tomaron un rumbo más clarificador.
Mi nombre es César Gaytán y estamos nuevamente en Futuro Posible, una columna semanal en donde platicaremos de los avances y proyectos en el mundo de la tecnología, innovación y creatividad, porque estamos seguros que las ideas pueden salvar el mundo.
De acuerdo con Vice en una nota publicada el jueves 18 de febrero de 2021 todo esto ocurrió gracias a una investigación conducida en la Universidad de Northwestern (Illinois, Estados Unidos), misma que está publicada en la revista científica Current Biology.
La metodología reclutó a 36 personas quienes fueron dispuestas en diferentes laboratorios de Estados Unidos, Alemania, Francia y Holanda en donde los investigadores prepararon las condiciones necesarias para inducir el estado de sueño lúcido.
Una vez que los voluntarios y voluntarias entraron en la fase REM (Rapid eye movement o movimientos oculares rápidos) se les colocaron los electrodos necesarios para medir las ondas cerebrales y movimientos de los ojos.
Cuando los participantes de la investigación estuvieron conectados a las computadoras y aparatos de medición, se determinó con precisión la aparición del sueño profundo.
A partir de acá el grupo de especialistas hizo preguntas con variada complejidad, entre las cuales incluyeron problemas matemáticos. Lo gratificante fue que las personas pudieron responder en tiempo real con un grado aceptable de aciertos. A este fenómeno se le denominó “sueño interactivo”.
Las respuestas obviamente no fueron verbales, sino mediante un patrón establecido en el movimiento de los ojos de izquierda a derecha. También se tomaron en cuenta espasmos y contorsiones de la cara.
Hasta este punto por supuesto que la comunicación ya significa un avance asombroso, y lo que voy a decir a continuación es un prejuicio, pero me sorprende que la gente haya respondido problemas matemáticos.
No me refiero a la idea general de que sean complicadas, sino a que se trata de algo requiere un proceso lógico, justo en un entorno donde se supone que están más activas áreas del cerebro relacionadas al subconsciente y procesos irracionales.
Y es que el mismo estudio señala que en cuanto a las experiencias oníricas hay más preguntas que respuestas, ya que no existen muchas posibilidades de escudriñar en los sueños.
La introducción del reporte señala que los informes de sueños levantados por las investigadores e investigadores se consideran “fragmentarios y distorsionados”, debido a “la capacidad generalmente pobre para formar nuevos recuerdos en el estado de sueño y la capacidad limitada que tenemos para recordar con precisión la información reciente después de que el sueño ha terminado.
Los resultados que presenta Current Biology especifican que el 18 por ciento de las respuestas de los voluntarios fueron correctas y precisas; 17 por ciento fueron indescifrables; solo el 3 por ciento dieron una réplica incorrecta; mientras que no hubo contestación al 60 por ciento de los estímulos.
Los highlights de la investigación son bastante contundentes, y entre ellos destaca el siguiente:
“Nuestros métodos permiten la comunicación bidireccional con las personas durante un sueño lúcido”
VICE precisa que gran parte de los voluntarios recordaron las interacciones con los científicos como si la voz de un narrador de película habla con ellos desde un punto invisible, pero claramente “fuera de su sueño”.
Por supuesto que no todo fue fácil. Algunos de los problemas frecuentes a los que se enfrentaron fue que no siempre se producían sueños interactivos, además algunos participantes se despertaron al tratar de respuestas oculares o faciales.
Pero aun con todo esto, estamos frente a algo grande, algo realmente importante. Es cierto que este descubrimiento no nos acerca a la energías renovables o la colonización espacial, pero sí es un paso esencial en la conquista de un territorio todavía indómito y salvaje: nosotros mismos.
Ya no son suposiciones ni ideas movidas por la mera curiosidad. Los paradigmas respecto a nuestra actividad cerebral durante el sueño están cambiando. Al dormir, no nos convertimos en seres pasivos con los sentidos principales desconectados de los estímulos externos.
Los descubrimientos de la Universidad de Northwestern proponen que en efecto, los sueños pueden influir en el aprendizaje de habilidades o correlacionarse en el mejor desempeño de actividades artísticas o atléticas. Incluso “brindar una oportunidad única para disminuir el impacto del trauma emocional”.
Imaginen las posibilidades: si esto avanza a un a un punto en donde mediante el estado del sueño se puedan obtener las mismas ventajas que se obtienen durante la vigilia, ¿hasta dónde podríamos llegar?
La ficción imagina futuros en donde un idioma se podría aprender de manera exitosa, rápida y sin esfuerzo si se usan audios que estimulen el conocimiento al dormir. ¿Este es el punto donde comienza a convertirse en algo factible?
¿Qué hay de información sensible y confidencial?, ¿los secuestros y robos de información adoptarán una nueva modalidad muy a lo Inception?
¿Las leyes tendrán que adaptarse en algún momento para tipificar la violencia o tortura onírica?
¿Es esta una puerta para que los tratamientos contra fobias sean más efectivos?
Estamos lejos de eso, pero quién dice que en un futuro a mediano plazo no habrá academias y planes de estudio formales que nos eduquen para tener un desempeño del sueño con fines prácticos específicos.
Futurism, señala que este esta investigación detona “la apertura de nuevas fronteras para la tecnología, el entretenimiento e incluso la comercialización de los sueños”.
¿Se imaginan que no estemos lejos del momento en donde podamos experimentar lo que hoy conocemos como películas o series, pero mediante sueños interactivos o lúcidos?
Vendrá una compañía que, similar a lo que hoy hacen Netflix o Amazon, nos venderá una píldora o un sistema de tecnología para experimentar productos de ficción con nosotros como protagonistas. Sería como llevar la realidad virtual, la inteligencia artificial y el diseño de contenidos a un nivel que rompe con todo lo que conocemos hoy en día.
Aunque tengo sueños lúcidos de manera frecuente, soy un hombre bastante simple: me gusta manipular el entorno, la materia, cambiar el color de las cosas. Ya saben, lo clásico: volar a voluntad, desarrollar habilidades telequinéticas, hablar con animales y entenderlos.
Una vez, cuando me dí cuenta que estaba soñando, usé esta consciencia para vivir la carne asada perfecta. Con pura voluntad aparecieron un asador, carne majestuosa y una hielera con cerveza infinita. Un pensamiento y aparecieron amigos, personajes de caricaturas, películas, videojuegos, hasta streamers que me caen bien.
Lo siento. Este tipo de noticias me emocionan y hacen que imagine un futuro que tal vez no esté tan lejos hoy como lo pensamos.