Melania Trump intenta ser inteligente con las NFT, pero la atrapan de inmediato
COMPARTIR
Ella misma lo compró
Melania Trump intenta el golpe con la NFT. La exprimera dama está subastando un retrato de sus ojos, que se vende por una fuerte suma: alrededor de 180 mil dólares, resultó que ella misma lo compró.
Los artistas (sin mencionar a los galeristas) han inflado el precio de sus obras desde que existe el mercado del arte.
Los NFT no son una excepción, con la diferencia de que los ‘mañosos’ más torpes quedan atrapados de inmediato. Ya sabes, por ese pequeño detalle de que todas las transacciones en la cadena de bloques son públicas y perfectamente rastreables por cualquier persona.
Funciona así: una pintura (o en este caso un NFT) se pone a subasta, la subasta queda desierta (o casi), porque el artista está emergiendo o en todo caso no está establecido en el mercado. Entonces se decide utilizar un mascarón de proa para simular una venta a un precio irreal y artificialmente inflado.
La noticia de la ‘venta discográfica’ da la vuelta al mundo, y en la próxima subasta aparecerán decenas atraídos por el valor puramente ficticio de la obra.
TE PUEDE INTERESAR: Estos son los primeros seis minutos de Vikingos: Valhalla, la nueva serie de Netflix
Los ‘ crypto bros ‘ no han inventado nada. Es un truco antiguo y ampliamente probado. Prueba de ello es que el propio Damien Hirst admitió recientemente haber simulado la venta de su ‘calavera de diamantes’. Nunca lo vendió por $100 millones, como se anunció anteriormente. Al igual que Melania, Hirst había fingido la venta.
La operación involucró solo tres monederos en total: el inicial, que creó la subasta y luego transfirió $ 180,000 en SOL a una segunda dirección, que luego transfirió esa suma a una tercera dirección, es decir, la que presentó la oferta por ganar la NFT.
“En otras palabras -resume Jordan Pearson en VICE-, el ganador del NFT de Melania Trump recibió el dinero directamente del creador del NFT”.
Si la operación se hubiera realizado de una forma más creativa, por ejemplo moviendo los fondos de una billetera completamente diferente a la que creó el NFT, habría sido mucho más complicado reconstruir la naturaleza de ‘estafa’ de la transacción.