Menores con celular: reglas contra el abuso

Tech
/ 7 junio 2022

Los niños se relacionan con la tecnología a edades cada vez más tempranas, los expertos en bienestar digital explican cómo lograr un uso con responsabilidad

Los menores no solo se inician más pronto (antes de cumplir 11 años) en el uso del teléfono móvil, sino que también pasan más tiempo utilizando sus terminales, permaneciendo alrededor de 710 horas al año frente a una pantalla, según la plataforma de seguridad en línea y bienestar digital para familias Qustodio.

“El momento de darle un móvil a los hijos se puede intentar postergar, pero es inevitable”, explica Eduardo Cruz, director ejecutivo y co-fundador de Qustodio. Por eso “hoy en día, las familias enfrentan el reto de dar a sus hijos una buena educación digital, en particular relativa al uso del móvil, lo que puede resultar complicado para muchos padres y madres, llevándolos a cometer algunos tropiezos”, apunta.

ERRORES A EVITAR

“El primer error es la falta de conocimiento del mundo digital. La infancia de los adultos actuales no ha estado vinculada a la tecnología, internet, ni a las redes sociales. Por eso no suelen entender hasta qué nivel pueden resultar peligrosas”, señala Cruz.

“Es esencial que los padres investiguen y sean conscientes de las amenazas a las que pueden llegar a estar expuestos sus hijos en Internet”, advierte.

Uno de los principales peligros en la Red es el ‘ciberbullying’, que ocurre cuando un menor o adolescente es molestado, amenazado, acosado, humillado, avergonzado o abusado psicológicamente, por otro usuario de una edad igual o similar, utilizando medios digitales.

El segundo fallo que cometen las familias es no tener una comunicación abierta ni un plan de acción, según este experto. “Es importante que ambas partes (padres e hijos) lleguen a un consenso y establezcan una serie de compromisos y pautas. Si esto no se hace desde el momento inicial, será muy difícil cambiarlo en el futuro”, recalca.

El tercer error es olvidarse de que somos una referencia principal para nuestros hijos y que el modo en que actuamos en el mundo digital y el tiempo que empleamos frente a la pantalla, influye en la relación de los menores con la tecnología, según Cruz.

Señala que “es importante predicar con los actos y con el ejemplo y no exigirles un comportamiento contrario al que estamos teniendo nosotros mismos”. El caso es que el uso del móvil es una fuente de conflicto, señala Cruz.

“Para los padres es complicado entender que la identidad y la adolescencia de sus hijos, son en gran parte digitales, lo cual se traduce en: hijos incomprendidos y padres frustrados”, asegura.

EDUCACIÓN DIGITAL PROGRESIVA

Según el CEO de Qustodio “podría decirse que el teléfono móvil se ha convertido en una extensión de los hijos y es una realidad a la que los padres tienen que enfrentarse”.

Advierte que los menores suelen ser muy impulsivos y no tienen la capacidad de ponerse límites por sí mismos, por lo que es importante que sus padres establezcan unas pautas y rutinas desde el momento en el que deciden o sienten la necesidad de darles el primer teléfono móvil a sus hijos.

“Esta educación digital es progresiva y tiene que aparecer desde el inicio del uso del celular, puesto que es complicado cambiar su manera de relacionarse con la tecnología cuando ya han asumido su propia forma de funcionar con ella”, según Cruz.

Para este experto es “esencial mantener una conversación abierta, crear un acuerdo entre padres e hijos que comprometa a ambas partes a cumplir una serie de requisitos y consensuar cómo será el uso del dispositivo para evitar discusiones sobre cuánto tiempo que pasan con el teléfono o dónde y cómo lo usan”.

Cruz admite que “a veces es complicado establecer esa rutina”. En ese sentido, las herramientas de control parental (programas informáticos que permiten a los progenitores administrar el uso que hacen los menores de los dispositivos electrónicos) pueden ayudar a marcar las pautas para que la actividad digital de los menores sea lo más saludable, balanceada y segura posible”, apunta.

Para asegurar el descanso del menor, hay que establecer límites horarios para el uso del teléfono móvil, evitando que el dispositivo esté en el dormitorio infantil y que sea utilizado una hora antes de acostarse, según Qustodio.

Esta plataforma recomienda a los padres que comprueben la privacidad de las plataformas y cuentas en las que los menores tienen actividad ‘online’ para saber si las publicaciones son visibles para todo el público o solo para familiares y amigos, aconsejando limitar el acceso y optar por un perfil privado.

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