Madame de Lafayette dijo un día de inspiración divina: ‘Basta con ser’. Quien esto escribe trata de ser el mismo. Lo es. Lo soy. No puedo ni quiero cambiar
Cada quien sabrá cómo ponerle sal a su vida, pero ser viejo, como lo soy, no es limitante ni influye el tiempo (mucho o poco, ¿cómo saberlo?) para acometer tareas y trabajos siempre pendientes
No resulta sencillo que el ser humano busque, entre esa maraña de situaciones, algo que lo traslade hacia la felicidad, y pienso modestamente que uno de los vehículos es el matrimonio
Lo digo de corridito porque hoy todo mundo se asusta y se espanta del lenguaje... pero no de los decapitados a puños y desmembrados en este país de chocolate llamado Morena-México