Investigadores encuentran sorprendentes diferencias en el metabolismo de los niños con autismo

Bienestar
/ 10 mayo 2024

Un equipo de científicos comparó el perfil metabólico de un grupo de niños con TEA y otro de neurotípicos, descubriendo diferencias asombrosas

CALIFORNIA- Si bien el autismo o Trastorno del Espectro Autista (TEA) surge en los primeros meses en el desarrollo del niño, aún no se entiende bien cuál es su origen.

En un articulo escrito por Miles Martin, titulado “Metabolism of Autism Reveals Developmental Origins. Findings suggest new possibilities for early autism detection”, publicado en el sitio web de la Universidad de California en San Diego, precisa que investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego descubrieron los cambios en el metabolismo que suceden entre “el nacimiento y la presentación del trastorno del espectro autista (TEA) más adelante en la infancia”. Los científicos encontraron “que una pequeña cantidad de vías bioquímicas son responsables de la mayoría de estos cambios, lo que podría ayudar a informar nuevas estrategias de detección temprana y prevención del autismo”.

Al nacer, la apariencia física y el comportamiento de un niño que desarrollará autismo en los próximos años son indistinguibles de los de un niño neurotípico. De hecho, en la mayoría de los casos, el destino del niño con respecto al autismo no se determina al nacer”, explicó Robert Naviaux, M.D., Ph.D., quien es profesor en los Departamentos de Medicina, Pediatría y Patología de la Facultad de Medicina en la Universidad de San Diego.

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Estamos empezando a aprender sobre las dinámicas que regulan la transición del riesgo a la aparición real de los primeros síntomas del TEA. El diagnóstico temprano abre la posibilidad de una intervención temprana y resultados óptimos”, añade Naviaux.

Los hallazgos de este nuevo estudio que se publicaron en la revista ‘Communications Biology’ y que fue liderado por investigadores de la Universidad de California, favorecerán a cimentar nuevas estrategias para la detección temprana y la prevención de este trastorno.

El TEA es un trastorno del desarrollo que se caracteriza por presentar dificultades para socializar y comunicarse, así como también “conductas repetitivas y/o restrictivas”, explica Martin, y prosigue detallando que para “la mayoría de las personas con TEA, la condición es una discapacidad significativa, y sólo entre el 10 y el 20 por ciento de los niños diagnosticados antes de los 5 años pueden vivir de forma independiente como adultos”.

$!Un niño autista cubano juega en el parque.

Aunque se tiene conocimiento de que el autismo “tiene fuertes factores de riesgo genéticos”, además, señala Martin, hay factores de “riesgo ambientales” que ejercen un “papel en el desarrollo y la gravedad del TEA”.

Al nacer, el aspecto físico y el comportamiento de un niño neurotípico y de otro que acabará desarrollando autismo en el futuro “son indistinguibles”, expresó Naviaux, autor principal del estudio, por lo que ”el comportamiento y el metabolismo están vinculados, no se pueden separar”, apunta el investigador.

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Naviaux junto con otros investigadores descubrieron que que el desarrollo del autismo está regido rige por la interacción en tiempo real de estos factores. Por lo que al estudiar la biología del desarrollo del metabolismo, así como sus diferencias en el autismo, están emergiendo nuevos conocimientos sobre el TEA y otros trastornos complejos del desarrollo.

Los científicos “estamos empezando a conocer la dinámica gobernante que regula la transición del riesgo a la aparición real de los primeros síntomas del TEA”, precisa Naviaux, in embargo al investigar cómo se desencadena este proceso es esencial ya que al contar con un diagnóstico temprano se “abre la posibilidad de una intervención temprana” que es fundamental para ayudar al niño, asegura el investigador.

UNA COMPRENSIÓN MAS PROFUNDA DEL AUTISMO

Para lograr comprender más acerca de los primeros cambios metabólicos que suceden en niños con autismo, precisa Martin, los investigadores decidieron analizar dos grupos de niños. El primero estaba conformado por niños recién nacidos, en los que no se puede detectar el autismo. Mientras que el segundo que estaba formado por niños de 5 años, y en a algunos de ellos se les había diagnosticado autismo.

$!El autismo afecta a tres grandes áreas: la social, la comunicativa y la de la conducta.

Una vez que los investigadores llevaron a cabo un comparativo de los perfiles metabólicos de los niños, describe Martin del primero y segundo grupo, hallaron diferencias asombrosas. “De las 50 vías bioquímicas diferentes que investigaron los investigadores, sólo 14 fueron responsables del 80 por ciento del impacto metabólico del autismo”, explica Martn.

El comportamiento y el metabolismo están relacionados, no se pueden separar”, resalta Naviaux.

Las vías que más cambiaron están relacionadas con la respuesta celular al peligro, una reacción celular natural y universal ante una lesión o estrés metabólico”, explica Martn, y prosigue describiendo que “el cuerpo cuenta con salvaguardias bioquímicas que pueden desactivar la respuesta celular al peligro una vez que la amenaza ha pasado, y Naviaux plantea la hipótesis de que el autismo ocurre cuando estas salvaguardas no se desarrollan normalmente”, concluye diciendo que “el resultado es una mayor sensibilidad a los estímulos ambientales, y este efecto contribuye a las sensibilidades sensoriales y otros síntomas asociados con el autismo”.

El metabolismo es el lenguaje que el cerebro, el intestino y el sistema inmunológico utilizan para comunicarse, y el autismo se produce cuando se modifica la comunicación entre estos sistemas”, afirmó Naviaux.

SE ABRE LA PUERTA A UN POSIBLE NUEVO MEDICAMENTO

Si bien, la respuesta celular al peligro está regida primordialmente por el trifosfato de adenosina (ATP), y no obstante estas vías de señalización del ATP no se desarrollan con normalidad en el autismo, es posible que restablezcan parcialmente con los fármacos actuales.

En 2017, Naviaux y su equipo concluyeron las primeras pruebas clínicas de suramina, que actualmente es el único medicamento que está aprobado para ser usado en humanos capaz de dirigirse a la señalización de ATP y que habitualmente se usa para tratar la enfermedad del sueño africana.

Tras este nuevo estudio, los investigadores confían que al mostrar las vías específicas vinculadas con el ATP que se encuentran alteradas en el autismo, pueda ayudar a que los científicos puedan desarrollar más medicamentos que estén dirigidos a estas vías con el objetivo de controlar los síntomas del TEA.

“La suramina es sólo un fármaco dirigido a la respuesta de peligro celular. Ahora que estamos interrogando de cerca cómo cambia el metabolismo en el TEA, podríamos estar al principio de un renacimiento farmacológico que creará nuevas opciones de tratamiento que nunca antes habían existido”, concluye Naviaux.

Con información de la Agencia EFE y la Universidad de California en San Diego.

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