Calaverita de Azúcar; remedio para la catarsis amorosa

Vida
/ 16 septiembre 2016

‘Pequeñas historias de amor para personas tristes’ es una comedia juvenil que busca llegar al corazón del público y reflejar las diversas perspectivas del amor

Calaverita de Azúcar inicia este fin de semana la temporada de ‘Pequeñas historias de amor para personas tristes’, un montaje con toda la esencia de lo independiente y lo juvenil.

Todo sucede en El Club de los Corazones Solitarios, una cafetería de la que es dueño cupido y en la que ronda Anticupido. Travieso y coqueto, Cupido se encarga de entrelazar cinco historias de amor entre los comensales.

Toño, Teté, Anita, Pepe, Julio, Susana Inés y Roberta no sólo son víctimas de cupido, sino de Anticupido, quien no está dispuesto a que el amor triunfe.

“Es una lucha constante entre creer y no en el amor, los personajes somos las piezas de su juego y en el proceso vamos creciendo sí, pero sobre todo abandonando la soledad”, explicó Rebeca Campos, actriz de la compañía.

Efrén Estrada, director de la obra, explica que en cada escena se va abrazando de a poquito al público, que no va escapar de sentirse identificado con el enamoradizo, el que esconde su amor, el friendzoneado, la despistada, la temerosa.

“Hablar de amor es algo muy fuerte, son los extremos de querer y odiar, un misterio enorme que mucha gente, muchos artistas han tratado de descifrar y es algo tan complejo que se cuenta de muchas maneras, así es como se entrelazan estas historias”, señaló el director para VANGUARDIA.

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Desde un principio los actores se sintieron identificados con el texto de Saúl Enríquez, dramaturgo veracruzano que cedió a Calaverita de Azúcar el primer uso para su obra, que se financia gracias a las ganancias del festival Entre Calaveritas te veas, evento multidisciplinar llevado a cabo el pasado fin de semana.

“Me sentí identificado con el personaje, me gustó porque hay partes en la obra dónde cada uno de nosotros dice lo que siente, cosa que a veces no hacemos con temor a que nos juzguen porque cada quien libera esa faceta que atraviesa”, señaló Javier López, otro actor.

Estrada especificó que la interacción cercana que menciona López, provoca una cercanía con el público generando el click perfecto, pues los personajes se abren con ellos y representan a gente que sufre, duda, ama y es es algo que va más allá de la escena.

“Queremos crear un ambiente de cercanía, porque sabemos que toda persona tiene algo de cada personaje, al ser más íntimo se crea un ambiente en el que sabemos que podemos contar con ellos”, explica Angelo Torres, actor.

Esto se añade a que la proximidad también es física, pues a manera de microteatro, la cuarta pared se derrumba y los asistentes conviven con la obra como si fueran otros comensales de la cafetería.

“La cercanía hace que sea más fácil transmitir la energía, además las personas se pueden sentir más identificadas porque no me ves en un escenario, así te hablo de frente”, señaló Cele Meza.

Como los personajes descubren el amor, Efrén Estrada descubre lo que es dirigir una comedia por primera vez, cosa que colocó un reto grande no sólo para él sino para su joven equipo, con quienes trabaja desde hace cerca de un año. 

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“Ha sido difícil porque no es fácil hacer reír a la gente como lo es hacerla llorar o sentir miedo o inconformidad, que es lo que pretendía con otras obras, para mi lo interesante fue hacerlos sentir a ellos (los actores) enfrentar sus propias historias y a partir de esa experiencia mover cosas, pues cuando el personaje sufre el público ríe, se da la catarsis y la dejan caer con la risa, se liberan y se ven reflejados”, señaló Efrén. 

En efecto, para los jóvenes sí fue complicado, pues como Rebeca señala, es duro como tras la negación se dio cuenta de que en ella sí había algo del papel que interpretaba.

“Lo negaba porque mi personaje es una controladora, a nadie le cae bien que le digan que es así, pero me doy cuenta de que tengo cosas muchas como Susana y eso no quiere decir que esté mal, sino que al igual que el personaje crece también lo hago yo, y eso ayuda a tener empatía”. 

La obra promete muchos momentos de ‘ouch’, negación, resignación que aliviará con risas, pues tiene como intención abordar lo humano que es, por ejemplo, darte cuenta de que llevas dos años en la zona del amigo y que no parece que haya una esperanza para tu amor. 

“Todos comienzan solos, después se entrelazan y cada quien sale con pareja, pero parte de la soledad y aceptarla para abrirse al amor, y es ahí cuando deja de ser pequeñas historias y se vuelven grandes”, finalizó Efrén.

¡No te lo pierdas!
Pequeñas historias de amor
Fecha: 16, 23, 30 de septiembre
Lugar: Rincón del Teatro
Hora: 20:00
Entrada: 80 pesos (estudiantes e INAPAM 50 pesos)

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