¿Capirotada con chile, tomate y cebolla? La evolución del platillo hasta su llegada a Coahuila
Una capirotada en leche con pan de mantequilla, una capirotada con chile guajillo y otra, con dátiles y manzana de Arteaga.
En un viaje por el tiempo, las Chefs Amanda Covarrubias y Paty Arredondo presentaron para Vanguardia, tres diferentes capirotadas que además de deleitar los paladares llevan a su comensal a conocer su historia.
La primera de estas es la capirotada UMM ALI de origen árabe, quizá el inicio de la tradicional capirotada que se consume hoy en día cada viernes de cuaresma.
ORIGEN
Sus principales ingredientes son pan de mantequilla, leche entera, canela, cardamomo, crema, clavo, una mezcla de flores, frutos deshidratados, nuez, almendra, coco y por supuesto azafrán.
Su consistencia es la de una nube en el paladar, el festín de sus sabores árabes dista del sabor que hoy tiene la capirotada tradicional pero sin duda alguna lleva a su comensal al origen de este postre. Su color es mediterráneo y su olor es el de una base láctea.
“Este es el origen de la capirotada, el postre UMM ALI es el inicio de una evolución de pan, miel y piloncillos que hoy se conoce como capirotada, pero con una base láctea e ingredientes con orígenes en Turquía, con rosas persa y jarabes de leche y crema”, comentó Amanda Covarrubias.
Por la zona en la que nace, también incluye papaya, cereza y más de 150 sabores integrados, agrega, así como un queso muy neutro para no romper con su festín de sabores.
“De ahí, pasamos a la Capirotada Virreinal, una fusión de la primera versión, la conquista española y la cocina tradicional mexicana.
Nace del mestizaje de España y México, donde se brindan los chiles pasilla, la miel de agave y toda una mezcla de sabores mexicanizados como cebolla y tomate”, agrega la chef.
Pero tranquilos, advierte, esto no sabe a una salsa, sino que estos sabores se fusionan y dan como resultado un exquisito sabor a mieles, agrega Amanda.
Sus principales ingredientes son el bolillo tostado, piloncillo, canela, comino, cebolla, clavo, pimienta, naranja, queso fresco, cacahuate y almendras.
Luego viene la misma versión pero hecha en Coahuila con montañas de trozos de bolillo bañadas en la mezcla de miel y piloncillo con almohadas de plátano en algunas regiones de Coahuila; cacahuate, pasas y coco esparcidas adornan el platillo.
La versión más moderna incluye miel de agave, agua de miel, cabuches y flor de palma como algunos de los agregados que el desierto añadió a la capirotada coahuilense; el dátil de Viesca o la nuez de Parras.
Pero la versión de Amanda y Paty sobresale por su manzana fresca, su higo, dátiles, y pasa uva endémica de Parras.
“Nuestra creación es una revolución de sabores coahuilenses, lleva sus mejores sabores y los más endémicos del estado, además cuenta con la frescura de la manzana y queso fresco de Arteaga”, comentaron las chefs.
La primera receta, agrega Paty, data desde hace dos mil años y la segunda data de la conquista española, mientras que la última cazuela es una reciente creación de las chefs hecha para degustar durante la temporada cuaresmal de este 2023.
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Las personas interesadas en probar las diferentes capirotadas pueden comunicarse al teléfono 844 283 2402 y hacer la solicitud de sus pedidos para los próximos viernes cuaresmales.
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