Chemsex: sexo + drogas es un peligroso cóctel para la salud

Vida
/ 23 marzo 2018

La peligrosa práctica es muy común y es donde las drogas y sexo, se mezclan durante horas sin ningún control, mayoritariamente entre hombres

MADRID.- Los médicos han comenzado a señalar los graves impactos en la salud física, y también mental, que conlleva el chemsex y advierten de que puede convertirse en un problema de salud pública.

El riesgo de contagio de enfermedades es alto porque entre un 29 y 37% de quienes lo practican son VIH positivo, según diferentes estudios.

Así lo han manifestado en un seminario sobre el tema los doctores Santiago Moreno, jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal; Ignacio Pérez Valero, de La Paz de Madrid; José Luis Blanco, del Clinic de Barcelona; Jesús Troya, especialista en Enfermedades Infecciosas del Hospital Infanta Leonor, y Jorge Garrido, director de la ONG Apoyo Positivo.

Sentirse sexualmente más liberado y la sensación de superar problemas de intimidad, vergüenza o pudor sexual; hacer frente al estigma relacionado con el VIH y la hepatitis C; responder a la propia homofobia interiorizada; ademas de querer disfrutar de mejor sexo y durante más tiempo, son algunas de las razones que llevan a esta práctica, explican en Apoyo Positivo.

También la soledad, la búsqueda de pertenecer a un grupo, de ser aceptado por otros, la búsqueda de afirmación sexual, el porque “todo el mundo lo hace”, porque es un gancho en el mundo 2.0 y por la in-fluencia del entorno o grupo.

El consumo de drogas con la práctica de sexo se remonta a la antigüedad, pero con el chemsex se cambia el paradigma, se trata de una vuelta de tuerca más.

En el chemsex o sexdopaje, como aconseja llamarlo la Fundéu, se combinan diferentes drogas muy potentes como las metanfetaminas o crystal meth; el GHB o éxtasis líquido (“gina” en jerga); y la mefedrona (“Mefe” o “miaow”), que se consumen esnifadas o por vía oral o intravenosa, y a veces suelen ir acompañados de otras drogas o estimulantes como la cocaína, popper y/o viagra.

Las drogas
La metanfetamina o crystal meth es una droga estimulante, muy potente, más que la cocaína desde el pun-to de vista de acción, porque puede durar entre 6 y 8 horas, y da una sensación de bienestar y una euforia de “que puedes comerte el mundo”.

Es en palabras del doctor Pérez Valero, una sustancia que aumenta la líbido, el deseo sexual y la sociabilidad.

Por su lugar de acción que es a nivel de la serotonina y dopamina, es una droga que activa el sistema de recompensa y por lo tanto produce gran dependencia psicológica.

Hay además un alto riesgo de abuso porque el beneficio que siente el consumidor es muy alto y la necesidad psicológica de consumirla muy potente.

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El problema, advierte este facultativo, es que su uso tiene a corto y largo plazo “consecuencias importantes que se están empezando a ver: problemas cardiovasculares, arritmias, hipertensiones, hipertemia..”.

La mefedrona, también conocida como comida para cactus, es de acuerdo con el mismo doctor, una droga que tiene unas características similares, y básicamente la diferencia que tiene con el cristal es que tiene un pico de acción muy corto.

El efecto también es euforizante, aumenta la energía, la líbido y la percepción de bienestar. pero favorece el uso compulsivo y la necesidad de tomarte la siguiente dosis con mucha asiduidad al ser su acción muy corta.

Esta droga produce grandes afectaciones a nivel venoso, y como dificulta la erección es muy frecuente que este consumo vaya acompañado de potenciadores de la erección. Su toxicidad es similar a la del cristal.

El GHB o GBL tiene una acción más afrodisíaca, es más sexual, intensifica los orgasmos. Produce una desinhibición sexual, reduce la ansiedad y favorece el conectar con otras personas.

Entre la dosis que hace efecto, que son de 1 a 4 gramos, a la que se considera tóxica, que es casi por encima del citado valor, hay muy poca diferencia, con lo que es muy frecuente que pueda haber sobredosis.

Es una droga que puede producir depresión, somnolencia, dificultad de respiración, visión borrosa descoordinación y puede llegar a producir coma y la gente la comparte. Como es una sustancia que tiende a depositarse, el último de la ronda se lleva casi toda la dosis y tiene más riesgo de toxicidad.  

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