Cómo dejar de vapear
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La nicotina de los vaporizadores electrónicos puede ser muy adictiva y elevar el nivel de azúcar en sangre, la frecuencia cardiaca y la presión arterial, entre otros riesgos para la salud.
Por: Dani Blum
En su tercer año de universidad, Zach Arledge ya había intentado dejar de fumar media docena de veces. Pero cada vez que lo intentaba, volvía a tomar su Juul por reflejo al cabo de un día.
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Así que, cuando decidió volver a intentarlo, Arledge quería estar preparado. Esperó a las vacaciones de invierno, cuando tendría más tiempo libre, y se tomó una semana libre en el trabajo. Compró cereales azucarados para calmar su ansiedad y melatonina por si tenía problemas para dormir.
Dibujó 72 cuadrados en un papel, cada uno de los cuales representaba una hora de sus tres primeros días sin nicotina. Los iba marcando a medida que pasaban las horas y tachaba un trozo cuando se despertaba. Esos primeros días, Arledge se sentía desconectado de su cuerpo, incapaz de concentrarse en nada. Masticaba palillos y se quedaba frente al televisor, intentando distraerse.
La nicotina de los vaporizadores electrónicos puede ser muy adictiva y elevar el nivel de azúcar en sangre, la frecuencia cardiaca y la presión arterial, entre otros riesgos para la salud. Y, aunque algunas personas recurren al vapeo para dejar de fumar cigarros, los dispositivos electrónicos no están exentos de sustancias que entrañan riesgos para la salud.
A pesar de la popularidad de los vaporizadores —más de ocho millones de estadounidenses utilizaban cigarrillos electrónicos en 2018, según datos federales de salud—, hay poca orientación establecida para ayudar a personas como Arledge a dejar de fumar. Muchas de las recomendaciones que existen provienen de los esfuerzos para dejar de fumar, no de investigaciones específicas sobre el uso de estos dispositivos.
“El sistema sanitario no se ha puesto al día del todo”, afirmó Suchitra Krishnan-Sarin, profesora de psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale que estudia el consumo de tabaco en adolescentes.
Los médicos afirman que, muchas veces, los pacientes no se dan cuenta de que se están volviendo dependientes de sus vapeadores y, para cuando se plantean dejar de fumar, tienen una fuerte adicción..
“Es muy fácil aumentar la cantidad de nicotina que se consume, casi sin pensar en ello”, afirmó Pamela Ling, directora del Centro de Investigación y Educación para el Control del Tabaco de la Universidad de California, en San Francisco.
Una sola cápsula Juul puede contener tanta nicotina como un paquete de cigarrillos. Al año de empezar a vapear, Arledge consumía una al día. Durante un tiempo supo que había llegado el momento de dejarlo. Pero, cada vez que lo intentaba, no podía superar el síndrome de abstinencia.
Los médicos dicen que existen estrategias para ayudar a las personas a afrontar esos síntomas y dejar de fumar para siempre.
Cómo dejar de vapear
— Haz un plan.
Parte de la planificación para dejar de fumar consiste en averiguar cuáles son tus desencadenantes: qué te motiva a vapear y qué personas o entornos debes evitar mientras dejas la nicotina.
“Cuanto más te conozcas a ti mismo, mejor preparado estarás”, afirmó Panagis Galiatsatos, director de la Clínica de Tratamiento del Tabaquismo de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
Algunas personas deciden dejar de fumar de golpe, pero los expertos dicen que otras pueden tener más éxito si reducen de manera gradual la cantidad de vapeo a lo largo de varias semanas. Puede ser útil fijar una fecha límite para dejar de fumar.
— Prepárate para el síndrome de abstinencia.
Las personas dependientes de la nicotina pueden sufrir síndrome de abstinencia cuando dejan de fumar. Pueden sentir ansiedad, náuseas y temblores, aseguró Krishnan-Sarin. “Es casi como si el sistema se reequilibrara”, explicó.
Estos síntomas suelen ser más intensos durante los tres primeros días y luego desaparecen con el tiempo. Las personas que sufren síntomas de abstinencia pueden controlarlos en el momento. Tener agua, chicles y tentempiés a la mano puede ayudar a aliviar la fijación oral que se experimenta cuando se siente la necesidad de vapear.
— Busca ayuda.
Aunque no existen medicamentos específicamente aprobados para ayudar a dejar de vapear, algunas personas pueden beneficiarse de los tratamientos para dejar de fumar, señaló Galiatsatos. Existen fármacos antitabaco sin nicotina autorizados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) para adultos, como el bupropión, que reduce el deseo de fumar, y la vareniclina, que hace que la gente disfrute menos de la nicotina.
Las terapias de sustitución de nicotina, como parches, chicles y pastillas, también pueden ayudar a dejar de fumar.
El teléfono nacional de ayuda para dejar de fumar puede proporcionar consejos y ánimos, al igual que servicios de mensajes de texto como el National Texting Portal, This is Quitting, My Life My Quit y SmokefreeTXT. Quit the Hit, un programa de cinco semanas que utiliza mensajes grupales directos en Instagram, también puede ayudar a dejar de fumar.
El último intento de Arledge fue un éxito. Su ansiedad por fumar fue muy fuerte los primeros tres días y luego se disipó. Ahora, a menudo se recuerda a sí mismo lo difícil que fue dejar de fumar cuando se esfuerza por hacer algo difícil, como inscribirse a la maestría o seguir levantando pesas.
Bonnie Halpern-Felsher, profesora de Stanford y psicóloga del desarrollo que estudia el comportamiento de los adolescentes en torno a los productos del tabaco, afirma que normalmente se necesitan varios intentos para dejar de fumar cigarrillos electrónicos de forma permanente. Es importante recordar que los intentos forman parte del proceso y que, si el primer intento no se mantiene, dijo, “no eres un fracasado”.