“El hámster del presidente”, un divertido libro sobre política para niños
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El ejemplar, de unas 50 páginas, cuenta la historia del “presidente de la república” que usa un abrigo con 24 bolsillos que no se quita para nada y que un niño inteligente de nombre “Ruy” descubre porque ahí transporta a un hámster.
El libro “El hámster del presidente”, de la editorial SM, es una historia divertida que busca entretener a los niños y en la que se pone en juego el tema de la libertad, entre otros que parecieran para adultos pero que los impactan, como la política, explicó su autor, el escritor Juan Villoro.
“Los niños empiezan a ser permeados por la circunstancia electoral o, por ejemplo, ven que sus papás apoyan a un candidato al que odian los papás de sus mejores amigos, entonces, ahí te encuentras con un conflicto entre los niños porque los papás tienen candidatos encontrados”, mencionó.
El ejemplar, de unas 50 páginas, cuenta la historia del “presidente de la república” que usa un abrigo con 24 bolsillos que no se quita para nada y que un niño inteligente de nombre “Ruy” descubre porque ahí transporta a un hámster.
Aunque resulta difícil establecer una explicación confiable para los niños, el autor decidió abordar esos temas que parecen serios, pero a un nivel que pueda interesar a un niño, como son sus gustos, sus pasiones, su educación, sus propios defectos y cómo un niño puede intervenir de manera directa en algo.
“Entrando en relación con temas que están en su universo, el enigma de decidir, de elegir con responsabilidad, es algo muy útil para todos nosotros, entonces es lo que traté de hacer en este cuento, viendo esos intereses que tengo de adulto, pero pensados en la plataforma de los niños”, compartió.
Fue así que escogió una mascota porque algunas parecen buenas, pero sólo están engañando, o se ven mansas y muerden, o incluso hay algunas muy caprichosas o hacen suertes muy inútiles, todo ello reflejado en “Genaro III”, el hámster que en ese libro funge como secretario particular del presidente.
“En este libro también se abordan los nuevos partidos y nuevas alianzas, con nombres que tienen que ver con los caramelos y las golosinas y luego cómo hablan los políticos que dicen cualquier locura y al final ¡Viva la Patria! y todo lo que dicen es por la patria, pese a que sean delirantes, lo que puede ser interesante para los niños”, añadió.
En conferencia de prensa, explicó que en la historia ilustrada por Luis San Vicente también intervienen los medios en cuanto a cómo manejan una noticia o cómo enfrentan algún tema, y se convierten en una especie de utopía e instrumento decisivo para cambiar la realidad.
El autor confesó que una de esas cosas más divertidas de escribir para niños es tratar de ejercer el sentido del humor ya que ellos pueden captarlo, y consideró que los grandes escritores de literatura infantil en México tienen un sentido del humor totalmente desaforado.
Consideró que el rango de edad al que “El hámster del presidente” va dirigido es relativo, ya que depende de cada niño pues hay quienes han tenido acceso a los libros y no están tan alerta, como niños que por primera vez leen un libro y tienen la capacidad, inteligencia y conexión con el libro, dependiendo el tipo que sea.
“Yo pensaría que un libro como estos, igual me equivoco, pero yo he estado hablando de los seis años, como es un plazo político, y porque claro estoy pensando… si tienen seis años ahorita votan dos elecciones después, pero desde luego el hermano de seis años que lo lee con su hermanita de cinco, también le puede entender igual el de ocho se anima y lo lee”, señaló.
Juan Villoro opinó que lo más significativo para estimular la literatura infantil no es imponerla sino contagiarla, lo que se logra a través del entusiasmo que otra persona tiene por la lectura, por lo que resaltó la importancia de que no sólo se trate de vender libros para niños sino que haya una transmisión de valores.
“Yo creo que lo mejor es cuando una persona que nos quiere, como el abuelo o el hermano mayor, la madre, nos lee un cuento en la noche, o sea compartir la lectura la asocia por primera vez y para siempre como una forma del afecto”, reflexionó.
El escritor, autor de otros temas infantiles como “El taxi de los peluches”, “La gota gorda”, “Cazadores de croquetas” y “La chancha de los deseos”, indicó a pregunta expresa de Notimex que en México se está en un buen momento en cuanto a la literatura infantil.
Como ejemplo narró que conoce familias donde los niños son más cultos porque los adultos, por falta de tiempo o interés, no leen mucho, pero les gusta que sus hijos lean y los llevan a ferias de libros, les compran ejemplares y los leen con ellos, entonces los niños “se pican” y leen por su cuenta.
“En México hay grandísimos escritores como Francisco Hinojosa que es como nuestro hermano Grimm, ha escrito como 30 libros para niños, extraordinarios; Mónica Brozon, los hermanos Malpica, Vivian Mansour y tantísimos que han escrito libros muy buenos. Hay uno aquí de Julieta García González de ‘El pie que no quería bañarse’, muy bueno”, afirmó.