El viaje del ponche: la bebida navideña que conquistó México
Un recorrido por la historia, origen y tradición del ponche navideño, seguido de una receta clara y práctica para prepararlo en casa y compartirlo durante las posadas.
Esta gastrónoma-filósofa del sabor desea compartir vivencias, viajes y recetas ligadas a nuestra tradición de parrilla. Hoy hablaremos del origen del ponche de frutas, una bebida cálida que atraviesa culturas y que, en México, encontró su hogar definitivo.
Historia del ponche navideño
El ponche navideño tiene sus raíces en la India, donde se conocía como pañc (“cinco”), una mezcla de alcohol, agua, azúcar, limón y té. Con el tiempo llegó a Europa y posteriormente a América con la conquista española, donde su preparación se adaptó a ingredientes locales.
En México, esta bebida se mezcló con los sabores del territorio: tejocote, guayaba, manzana, caña de azúcar, canela y piloncillo, convirtiéndose en el ponche que hoy acompaña nuestras posadas y noches decembrinas. Aunque muchos creen que es de origen mexicano, lo cierto es que su historia es viajera: proviene de adaptaciones europeas y, más atrás, de la influencia persa con la bebida llamada panch.
Aun así, la versión mexicana es única. En otros países latinoamericanos el ponche se prepara con leche, huevo, clavo y canela, una bebida más cercana al rompope. En nuestro país, en cambio, cada región aporta sus frutos locales, lo que convierte a cada receta en una expresión de identidad.
Los invito a preparar un ponche tradicional para compartir en familia o en las posadas.
Ponche Navideño Tradicional Mexicano
Rinde: 24 porciones
Ingredientes
- 500 g caña de azúcar
- 300 g guayaba
- 50 g flor de jamaica
- 300 g tejocote
- 100 g ciruela pasa
- 100 g tamarindo sin hueso ni cáscara
- 3 piezas manzana
- 50 g canela en vara
- 500 g piloncillo
- 6 litros agua
Procedimiento
1. Preparar la base del ponche. En una olla grande coloca el agua, la canela y el piloncillo. Lleva a ebullición para que el piloncillo se disuelva.
2. Preparar las frutas. Pela la caña y córtala en rodajas gruesas. Pela la manzana y córtala en trocitos. Lava y corta las guayabas por la mitad.
3. Agregar los ingredientes. Una vez que el agua esté hirviendo, incorpora el tejocote, el tamarindo, la flor de jamaica, la caña, la ciruela pasa, las guayabas y la manzana.
4. Ajustar dulzor. Si deseas un sabor más dulce, agrega piloncillo adicional al gusto.
5. Cocer a fuego lento. Tapa la olla y deja hervir a fuego bajo por mínimo 1 hora, para que las frutas liberen todos sus aromas y sabores.
6. Servir. Disfrútalo bien caliente. Y si es de tu preferencia... con piquete.
Disfruten esta bebida aromática y llena de tradición.
Gracias por leer el sabor. ¿Y tú, con todo, Güerito?
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