“Es un gusto estar viva”: Poniatowska cumple 85 años
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La escritora afirma que la presea Sor Juana Inés de la Cruz es “como un rayo de sol en medio del horror por el asesinato de compañeros periodistas”
Ella no está del todo convencida de que sea un verdadero festejo llegar a los 85 años de edad: “Es una emoción enorme, una gran felicidad y es un gusto, como un rayo de sol en medio del horror por el asesinato de compañeros periodistas que, finalmente, son mis hermanos de oficio. No los conocí personalmente, pero los considero mis hermanos; entonces es un gusto estar aquí y es un gusto seguir viva”, dijo Elena Poniatowska antes de la entrega de la presea Sor Juana Inés de la Cruz, otorgada por la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ).
Su discurso de agradecimiento estuvo dedicado a los reporteros asesinados, “porque yo me considero periodista”, dijo quien ejerce el oficio desde que tenía 21 años de edad, hace más de seis décadas, “y por eso me parece una situación deplorable, de la cual tendría que avergonzarse nuestro gobierno”.
En la ceremonia también se presentó el más reciente número de la revista Inundación Castálida, publicación de la UCSJ y dedicada casi por entero a la figura de Poniatowska, aunque al final también hay páginas de reflexión en torno al escritor y periodista Sergio González Rodríguez.
La presea, otorgada en reconocimiento a su vida y a su obra, se le ha entregado en ediciones anteriores a personajes como Leonora Carrington, Carlos Monsiváis, Juan Ramón de la Fuente, Olga Sánchez Cordero, José Narro y Teodoro González de León, por mencionar solo a algunos de los galardonados.
Para la escritora, el reconocimiento se volvió una oportunidad para reencontrarse con la figura de sor Juana, a quien “todos admiramos enormemente, que supo defenderse e imponerse en una época muy dura. Sufrió censura e, incluso, ninguna de sus hermanas en el convento le ayudó; la superiora tampoco, y, sin embargo, salió adelante”.
A LA VANGUARDIA
En el acto, la rectora de la UCSJ, Carmen Beatriz López Portillo Romano, aseguró que Elena Poniatowska, al igual que sor Juana Inés de la Cruz, supo tomar la palabra cuando muchas mujeres “éramos solo silencio. Ha rescatado para nosotras no solo la palabra sino el ámbito del ágora y la polis, la dimensión de lo público”.
Por ello la rectora destacó que al honrar a Poniatowska no solo se reconoce a alguien que lo merece, sino que se busca interrogar su vida para ayudar a entender la nuestra, “para que en diálogo permanente el mundo juntos inventemos.
“Elena es un ser elegido, pero no como titular de un privilegio sino como el asiento de una responsabilidad que con su ejemplo nuestra vida compromete. Es un ser excedido que se da en la palabra, en el amor, en la capacidad de escuchar, en la vida no por carencia ni por insuficiencia, sino por abundancia, por exceso, por generosidad”, enfatizó López Portillo Romano.
En su turno, Sara Poot Herrera, directora de UC-Mexicanistas, definió a Elena Poniatowska como la figura literaria mexicana más conocida y reconocida de la segunda mitad del siglo XX y lo que va del XXI; aseveró que sor Juana y Elena están en las vanguardias de sus tiempos, la primera, “bisagra de sostén inicial”, y la segunda, “archivo del siglo XX mexicano”.
Cristina Rivera Garza, por su parte, recordó un ejercicio realizado con escritores a quienes les preguntó qué representa Poniatowska para ellos; diversas fueron las respuestas: “Inventó una nueva forma de escritura pública”, “es una tiradora: le da a todo lo que apunta”, “es una simpática, no se le sube la fama”, “la mujer con el mejor oído del mundo”.
Así llegó Poniatowska a sus 85 años de edad, festejados con una revista dedicada a su vida y a su obra, y con la entrega de la presea Sor Juana Inés de la Cruz.