Existen 6 tipos de depresión, según una investigación de Standford
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El estudio identificó seis patrones específicos de disfunción en seis circuitos cerebrales principales, conocidos como biotipos de depresión.
Un estudio reciente llevado a cabo por investigadores de Stanford ha identificado seis subtipos distintos de depresión, un hallazgo que podría revolucionar la forma en que se diagnostica y trata esta enfermedad mental. Este avance, publicado en la revista Nature Medicine, destaca el potencial de la neuroimagen y el aprendizaje automático para mejorar significativamente el tratamiento de la depresión.
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En Estados Unidos, casi 1 de cada 5 personas sufre de depresión, y muchas de ellas no reciben un diagnóstico adecuado. Esto lleva a un tratamiento basado en ensayo y error, que puede ser costoso, ineficaz y, en ocasiones, perjudicial. Según Leanne Williams, autora principal del estudio y profesora de psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, la psiquiatría aún depende de síntomas auto-reportados y carece de pruebas biológicas para diagnosticar y tratar a los pacientes de manera precisa.
El estudio de Stanford utilizó la resonancia magnética funcional (fMRI) para analizar las regiones del cerebro comúnmente asociadas con la depresión, como la amígdala, el hipotálamo, el hipocampo y la corteza prefrontal, así como las conexiones entre estas estructuras. Los investigadores escanearon los cerebros de 801 participantes diagnosticados con depresión o ansiedad mientras descansaban y realizaban tareas diseñadas para estimular la función cognitiva o las respuestas emocionales.
El estudio identificó seis patrones específicos de disfunción en seis circuitos cerebrales principales, conocidos como biotipos de depresión:
Circuito del modo por defecto: Activo durante los procesos mentales internos como la introspección. Su disrupción afecta estos procesos.
Circuito de la saliencia: Ayuda a enfocarse en estímulos emocionales importantes. Su disrupción puede causar síntomas físicos de ansiedad y experiencias sensoriales abrumadoras.
Circuito del afecto positivo: Crucial para experimentar placer y motivación. Su disrupción está asociada con la insensibilidad emocional y el esfuerzo aumentado para disfrutar.
Circuito del afecto negativo: Procesa estímulos emocionales negativos. Su disrupción intensifica y prolonga las reacciones a emociones negativas.
Circuito de la atención: Involucrado en mantener la concentración. Su disrupción afecta la capacidad de enfoque.
Circuito de control cognitivo: Sustenta funciones ejecutivas como la memoria de trabajo y la planificación. Su disrupción dificulta la toma de decisiones y la planificación.
Implicaciones y futuro del tratamiento
Identificar correctamente uno de estos biotipos permitirá a los médicos recomendar tratamientos personalizados. Los investigadores asignaron a 250 participantes a recibir psicoterapia o uno de tres antidepresivos (escitalopram, venlafaxina o sertralina), encontrando que ciertos biotipos respondieron mejor a tratamientos específicos.
Aunque los hallazgos aún no tienen aplicación clínica inmediata y requieren más investigación y replicación, representan un paso significativo hacia un tratamiento de la depresión más eficiente y efectivo. Sin embargo, desafíos como la accesibilidad y el costo de la tecnología fMRI, junto con la necesidad de estudios adicionales en poblaciones más diversas, deben ser abordados.
Este estudio de Stanford podría ser un hito en la psiquiatría, similar a cómo los cardiólogos usan radiografías de tórax para diagnosticar problemas cardíacos. Si futuras investigaciones confirman estos resultados y las aseguradoras reconocen su valor, podríamos estar al borde de una nueva era en el tratamiento de la depresión.