Historia de La Casa de la Cascada, una peculiar vivienda
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En 1936, el arquitecto norteamiercano Frank Lloyd Wright se dio la tarea de hacer este proyecto realidad.
¿Imaginas vivir en una casa que esté construida sobre una cascada? Pues en 1936, el arquitecto norteamiercano Frank Lloyd Wright se dio la tarea de hacer este proyecto realidad.
En Pittsburgh vivía un hombre llamado Edgar Kaufmann, quien poseía varias cabañas en una zona rural situada a 80 km al sureste de la ciudad. Este empresario contactó al arquitecto Wright para que le construyera una nueva propiedad. Así nació La Casa de la Cascada, conocida como Fallingwater en inglés.
La familia jamás imaginó que el arquitecto construiría la casa directamente encima del arroyo de la montaña llamado Bear Run; ellos solo pensaban que diseñaría una casa con vistas al mismo.
Wright quería crear armonía entre el hombre y la naturaleza, basándose en la arquitectura japonesa, de esta manera la casa fue pensada para que el agua que cae de la cascada se escuchara en toda la casa.
Al estar ubicada en plena naturaleza, los materiales utilizados también provienen de ella. Por ejemplo, los cimientos de la casa están hechos de rocas, algunas de las cuales sobresalen más allá del ancho del forjado de la primera planta, asomándose junto a la chimenea, lo que trae físicamente la cascada al interior de la casa.
Además, al ser una casa de descanso para la familia Kaufmann, el corazón del hogar reside en la chimenea, que se convierte en el punto principal de reunión para la familia. También se utilizaron materiales como piedra arenisca para complementar al hormigón armado que se usó en las plantas voladizas y vidrio para que la luz entre desde varios ángulos de la casa.
Las habitaciones de la casa son sencillas; en la planta baja hay un espacio abierto que combina la sala de estar con una cocina compacta, mientras que en el segundo piso hay tres dormitorios de tamaño reducido. El tercer piso se destinó como área de estudio y dormitorio para el hijo de Kaufmann. Eso sí, todas las áreas están diseñadas para conectarse con la naturaleza, al punto de que las escaleras conducen directamente al agua.
Sin embargo, hoy en día su mantenimiento no ha sido nada fácil, pues en el año 2002, se llevaron a cabo trabajos para estabilizar la estructura perimetral de acero del edificio, debido a que empezó a flexionarse hasta alcanzar los 20 centímetros. Esta obra tuvo un costo que fue 100 veces mayor que el costo original de la vivienda, ascendiendo a 11,5 millones de euros.
La Casa de la Cascada puede ser considerada un ejemplo destacado de arquitectura orgánica, ya que incorpora técnicas modernas para la búsqueda de armonía entre el hombre y la naturaleza. Esta casa, incluso antes de su finalización ha sido famosa, y ahora es un museo al cual puedes ir a visitar.
- SOBRE EL ARQUITECTO:
Frank Lloyd Wright fue un arquitecto, diseñador de interiores, escritor, y educador estadounidense, que diseñó más de mil obras, de las cuales se completaron 532.
Entre sus edificios más emblemáticos se destacan el Museo Guggenheim de Nueva York, la residencia Robbie en Chicago y, por supuesto, la famosa casa de la Cascada en Pittsburgh.