Cómo hablar de pornografía con tu hijo adolescente
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El estadounidense promedio ve pornografía en internet por primera vez a los 12 años, y casi tres cuartas partes de todos los adolescentes se han topado con ella.
Por: Matt Richtel
Lo más probable es que tu hijo ya haya visto pornografía en internet. Tu papel es abordarla abiertamente, dicen los expertos.
El estadounidense promedio ve pornografía en internet por primera vez a los 12 años, y casi tres cuartas partes de todos los adolescentes se han topado con ella, según una encuesta realizada a adolescentes en 2023 por Common Sense. Es suficiente para hacer que cualquier padre se escandalice, pero Brian Willoughby, un científico social de la Universidad Brigham Young que estudia los hábitos pornográficos de los adolescentes y su impacto en las relaciones, tiene algunos consejos: “Que no cunda el pánico”. En lugar de eso, dice, ayuda a tu hijo a entender que “es un tema normal y aceptable, aunque tú estés estresado”. He aquí algunas sugerencias para abordar el tema.
Entabla un diálogo
En primer lugar, intenta eliminar parte de la intensa emoción —tuya y de tu hijo— de la conversación. “Empieza por ayudarles a sentirse tranquilos y validados”, dijo Willoughby. “No pueden mantener una conversación contigo si están sintiendo emociones fuertes”. A continuación, dijo, “evalúa su reacción ante el porno: ¿les excitó, les disgustó, les atrajo, les desinteresó?, y haz que se sientan seguros compartiéndolo contigo”.
Esa confianza compartida constituye la base para el siguiente paso, dijo: “Incorpora tus propios valores a la conversación. Comparte cuál es tu opinión sobre el porno y por qué”.
Señaló que los adolescentes ansían una explicación clara, no una mera declaración de que la pornografía está “mal”. Willoughby sugirió que los padres “hablen de algunos de los detalles de la pornografía para señalar los problemas con las expectativas y los comportamientos íntimos” y luego “vinculen estos pensamientos y puntos de vista a sus esperanzas y valores generales sobre la intimidad sexual”.
Prueba los bloqueadores de contenido
Numerosas aplicaciones para teléfonos y computadoras ofrecen ayuda para bloquear contenidos pornográficos.
Estas pueden “comprar potencialmente unos cuantos años de protección” si se cargan en el teléfono y otros dispositivos de un niño, dijo Melea Stephens, una terapeuta familiar de Alabama que habla con universidades, legisladores y grupos eclesiásticos sobre el daño que la exposición a la pornografía puede representar para niños y adolescentes.
A pesar de estas barreras, los estudios indican que la mayoría de los jóvenes tropiezan con el contenido o encuentran el camino hacia él. En ese momento, dijo Stephens, los padres deberían llevar a su hijo adolescente aparte y “explicarle la diferencia entre una relación romántica real, amorosa y mutuamente respetuosa y la dinámica destructiva y los metamensajes que se muestran en la pornografía”.
Una de las principales preocupaciones de los expertos es que ver pornografía dé a los espectadores más jóvenes ideas erróneas de lo que pueden esperar de las relaciones sexuales. Los niños y los adolescentes pueden no reconocer que lo que están viendo no es una guía, un documental o una visión realista del sexo y la intimidad.
“Ayuda a tu hijo a convertirse en un consumidor consciente”, dijo Stephens. “Equípalos con discernimiento y un filtro interno para evitar las trampas de la pornografía”. Según su experiencia, añadió, los niños y adolescentes valoran recibir orientación, por difícil que sea el tema.
“Mantén la conversación a lo largo del tiempo”, dijo. “La vida ofrece oportunidades naturales para hablar de estos temas”.
Busca el consejo de su médico de cabecera
Emily Pluhar, psicóloga clínica de la Facultad de Medicina de Harvard, dijo que a los padres les puede resultar útil buscar la opinión del proveedor de atención médica de su hijo. El proveedor puede ayudar a educar a los padres sobre el desarrollo sexual adolescente, pero también, si los padres lo desean, participar en una conversación con la familia.
“Esto puede ayudar a normalizar la discusión y sentar las bases para conversaciones continuas sobre pornografía”, dijo Pluhar. “También asegura al adolescente que su salud y desarrollo son temas sobre los que los adultos se sienten cómodos hablando abiertamente”.
Dijo que los padres pueden y deben ser honestos en cuanto a que este es un tema complejo sobre el que los padres también están aprendiendo todavía.
“Puede que no tengas todas las respuestas, y no pasa nada”, dijo. “Tu honestidad mostrará a tu hijo adolescente que es normal aprender juntos”.